Israel ha hecho significativas contribuciones teóricas y prácticas a la revolución de la biotecnología, y ha desarrollado una avanzada infraestructura de investigación médica y paramédica, así como una gran capacidad en bioingeniería. Más de la mitad de las publicaciones científicas de Israel están consagradas a la investigación biotecnológica, biomédica y clínica. Para beneficiarse de la importante base de conocimientos así creada, el sector industrial ha ampliado sus actividades en el campo médico.
Científicos israelies han desarrollado métodos para la producción de hormona del crecimiento y de interferón, un grupo de proteínas efectivo contra infecciones virales. El Copaxone, un farmaco efectivo en el tratamiento de la esclerosis múltiple, ha sido desarrollado en Israel, desde la investigación básica hasta la producción industrial. La ingeniería genética ha logrado producir un amplio espectro de kits de diagnóstico basados en anticuerpos monoclonales, junto a otros productos microbiológicos.
Empresas israelíes han desarrollado y exportado a todo el mundo equipo médico sofisticado de diagnóstico y de tratamiento, incluyendo escáneres de tomografía computarizada (CT), y de resonancia magnética (MRI), aparatos para ecografía, cámaras médicas nucleares y láseres quirúrgicos. Otras innovaciones incluyen un polímero líquido que evita la acumulación de placa dental; un aparato para reducir tumores benignos y malignos en la próstata, el uso de botulina para corregir el estrabismo, y una cámara en miniatura dentro de una cápsula tragable usada para diagnosticar enfermedades gastrointestinales.