SOLUCIÓN JUSTA PARA EL PROBLEMA DE LOS REFUGIADOS DEL MEDIO ORIENTEZvi Gabay
La iniciativa del vice- Canciller, Danny Ayalon, por elevar al debate público, la cuestión del refugio de los judíos que se vieron forzados a abandonar los países árabes suma, tal como era previsible, enojosas respuestas árabes. Entre otros, se escuchan argumentos que hablan de “Invento”. El motivo para esas reacciones es porque el tema estuvo, hasta ahora, forzosamente ausente. Los gobiernos de Israel se abstuvieron y los medios lo dejaron de lado. Se refirieron, de manera despreciativa, con el temor de despertar demandas palestinas y afectando el proceso de paz. Por ello, en el mundo se acostumbraron a mencionar la “Nakba Palestina” que provocó el refugio de 650 mil palestinos –según la UNWRA (Agencia de Asistencia y Empleo creada por la ONU a favor de los refugiados). Los gobiernos árabes se ocupan de mantener las desgracias de los refugiados palestinos sin permitir reconstruirse u obtener la ciudadanía en sus países (por la ideología que sostiene que, el bienestar de los refugiados, sería útil para Israel). Los líderes árabes reiteraron, e impusieron, la plena responsabilidad por la creación el problema de los refugiados a Israel. Por el contrario, Israel no hizo ningún esfuerzo serio por correrse de esa acusación a pesar que, la resolución 194 de la ONU (1948), no impuso a Israel la responsabilidad por el problema. Refiriéndose al argumento árabe según el cual, los judíos vivieron en los países árabes en calma, proponemos que revisen las páginas de historia del conflicto. Si lo hacen, descubrirán que, durante los debates en la ONU (1947), sobre la propuesta de división de Palestina en dos estados, el judío y el árabe, sus representantes, no solo que declararon que “la línea sería solo una línea de fuego y sangre” sino que declararon que la división de Palestina pondría a las comunidades judías en los países árabes en peligro de muerte.
Después de ello, -el día en el que la partición fue resuelta- los ejércitos árabes y los árabes de Palestina abrieron la guerra contra el establecimiento judío y, al mismo tiempo, se organizaron incidentes contra los judíos árabes. La lucha de los árabes provocó la muerte y la destrucción y una dura tragedia humana. 856 mil judíos indefensos se refugiaron en el Estado de Israel y en otros países dejando, tras de sí, sus bienes y propiedades de sus comunidades, mientras 650 mil palestinos abandonaban las bases de lanzamiento y sus hogares y llegaban a los países árabes.
Por tanto, se produjo un intercambio de población entre el Estado de Israel y los países árabes, tal como ocurrió un intercambio de población entre India y Pakistán. Pero los países árabes, por orden de la Liga Árabe, evitaron ese reconocimiento y la búsqueda de una solución humana al problema que crearon y, a pesar que las dimensiones humanas de la desgracia de los judíos árabes fueron mayores que la de los palestinos, hubo una negación de ello.
Sin embargo, el representante supremo de los refugiados de la ONU reconoció, en 1957, a los judíos árabes como refugiados pero, la Asamblea General de la ONU, no adoptó ninguna resolución a su favor. En cambio, aprobó más de 160 resoluciones y declaraciones apoyando a los refugiados palestinos.
Esa tendencia unilateral no resolvió el problema y solo provocó el agravamiento del problema israelí-palestino. Es probable que el motivo para esa negación tenga raíz en el hecho que los judíos- árabes reconstruyeron sus vidas en Israel y otros países y las condiciones de sus vidas en los campamentos de tránsito, desaparecieron de la vista.
Las resoluciones de la ONU y los miles de millones de dólares otorgados a los refugiados palestinos por la comunidad internacional no mejoraron su situación y continúan viviendo en condiciones vergonzosas.
Llegó el momento que los países árabes reconozcan la realidad creada a partir de sus guerras contra Israel; dejen de divertirse ante la posibilidad de volver la rueda de la historia hacia atrás, frenen su repetición de la consigna del “Derecho al Retorno” de los refugiados palestinos y de sembrar ilusiones vanas en sus corazones.
En el marco de la solución de la tragedia de los refugiados en el Medio Oriente, los judíos y los palestinos, Israel debe exhibir el retrato integral. La solución debe ser conjunta con los países árabes, Israel y la comunidad internacional, basada en la propuesta del Presidente Clinton del año 2000 de crear un Fondo Internacional de Indemnizaciones de los refugiados judíos y palestinos. Debemos recordar que en el conflicto medio-oriental sufrieron no solo los palestinos sino, también, los judíos. La justicia debe ser vista y debe ser hecha para ambas partes a favor de la verdadera paz en el Medio Oriente.
Fuente: Jerusalem Center for Public Affairs