El rápido crecimiento de la población y la expansión constante de las
actividades agropecuarias e industriales han creado problemas ambientales y de
salud. Más del 70% de las industrias de Israel están concentradas a lo largo de
la estrecha franja costera en la que las condiciones meteorológicas no favorecen
la dispersión de los contaminantes. Para combatir la contaminación de las costas
del Mediterráneo y del Mar Rojo, Israel ha adoptado un programa combinado de
legislación y ejecución que comprende limpieza de playas y costas, junto con
actividades internacionales, principalmente dentro del Plan de Acción del
Mediterráneo.
En condiciones de escasez de agua y desarrollo acelerado, la degradación de
la calidad del agua constituye un problema crítico. Las principales causas de
contaminación de las aguas subterráneas son los agroquímicos y la infiltración
de agua de mar y aguas servidas domésticas e industriales. Se ha otorgado alta
prioridad al tratamiento de las aguas servidas para proteger el medio ambiente y
al mismo tiempo aprovechar un recurso de agua adicional para fines de riego. Se
ha introducido asimismo un programa
de depuración de los cursos de agua contaminados, con el objetivo de
convertirlos en recursos valiosos para fines ecológicos y recreativos. La
calidad del agua de esas corrientes se vigila regularmente y asimismo se
controla estrictamente la calidad del agua potable.
Los factores que afectan la calidad del aire incluyen la generación de
energía, los transportes y la industria. Ante los alarmantes niveles de
contaminación en zonas urbanas altamente industrializadas, principalmente a lo
largo de la planicie costera, se ha iniciado un nuevo programa integral de administración
de los recursos de aire, que incluye el establecimiento de normas de emisión
de contaminantes y la ampliación del sistema nacional de vigilancia del aire. El
uso de carbón y petróleo de bajo contenido de azufre para la generación de
energía ha reducido apreciablemente las concentraciones de óxidos de azufre,
pero las emisiones de contaminantes relacionados con los automotores se han
elevado considerablemente. Nuevas medidas, tales como el uso de gasolina sin
plomo y de convertidores catalíticos deberían ayudar a limitar la contaminación
debida a esas fuentes.
Israel afronta un creciente problema de desperdicios sólidos como resultado
del rápido crecimiento de la población, la industria y el consumo. Cientos de
vaciaderos mal operados generan peligros ambientales y de salud. Para superar
este problema, Israel está ejecutando un plan tendiente a eliminar los
vaciaderos ilegales, reemplazándolos por unos pocos rellenos sanitarios no
perjudiciales para el medio ambiente, y a facilitar el paso a tecnologías con
producción baja o nula de desperdicios, conforme a la reciente legislación sobre
reciclaje.
El manejo seguro de sustancias peligrosas se rige por una
legislación introducida para evitar cualquier riesgo en todas las etapas, desde
la emisión de licencias y la reglamentación del uso hasta la supervisión de los
diversos aspectos de producción, uso y manejo. La aplicación de esta legislación
y del nuevo plan nacional de gestión de emergencias causadas por sustancias
peligrosas minimizará los peligros potenciales para la salud y el medio
ambiente.
Además de las medidas de regulación y de educación como componente esencial
de su política ambiental, Israel ofrece bonificaciones financieras a las
empresas que invierten en instalaciones de monitoreo y tratamiento de la
contaminación y en tecnologías y materiales amistosos para el medio
ambiente.