Safta Gamila interviene en el VI Encuentro Mujeres que transforman el mundo en Segovia.
Nota del Encuentro:
El pueblo druso conoce los secretos curativos de la Naturaleza como ningún otro, y una de sus leyes es respetarla y ayudar a los demás. No en vano “la Belleza es la palabra secreta de la Naturaleza”, reza un proverbio druso. Savta Gamila lo conoce bien. No es sólo la primera mujer empresaria de origen druso que ha convertido un pequeño negocio en una multinacional de jabones y productos de belleza con más de 50 millones de dólares de beneficio al año. Sino también una mujer que se ha ganado su independencia a base de esfuerzo, capaz de cambiar el status quo de una población y la mayor empleadora y defensora de los derechos delas mujeres drusas en Israel, además de un ejemplo de ayuda a la convivencia y entendimiento entre judías, musulmanas y drusas, que forman parte de su fábrica en Peqi’in: Gamila Secret. Una marca con la que comercializa jabones que se venden en más de 40 países creados con aceite de oliva virgen y una fórmula de15 hierbas de las colinas de Galilea.
De sus padres, Gamila aprendió la primera receta medicinal a base de hierbas. Al nacer su primer hijo, se trasladó cerca de Tel Aviv, y, apoyada por su familia, se enfrentó a tradiciones drusas que no permitían a la mujer trabajar fuera del hogar, por lo que fue despreciada al regresar doce años más tarde a Pequi’in. Gamila continuó con su empeño y se involucró en “Naamat”, una organización social de ayuda a la mujer para trabajar fuera de casa. Poco a poco se fue popularizando por su lucha a favor de los derechos de las mujeres y por su pequeña empresa de jabones. Durante años estuvo ensayando una fórmula y, en 1995,convencida de que entre sus manos tenía un producto especial, comenzó a comercializarlo como tratamiento con propiedades regenerantes. Los primeros pedidos llegaron en 1997, a raíz de un artículo de prensa, y desde entonces el éxito y el reconocimiento a nivel internacional han sido rotundos. Su fábrica es un motor de cambio, cientos de mujeres tienen una independencia que antes era inconcebible y el acceso a la educación es cada vez mayor. Hay quien dice que, por todo ello, sus productos realmente no tienen precio.Más información