​La conmoción, el duelo y el dolor unen ahora al mundo libre

Como en aquel 11 de septiembre, el mundo se divide en forma natural entre aquellos afectados por el terrorismo y se sienten hermanados de hecho o en los sentimientos de solidaridad y aquellos que se identifican con la guerra declarada contra el mundo libre.
Para aquellos que tenían dudas sobre los motivos del ataque, el comunicado del Estado Islámico no les dejó lugar a ninguna duda. Esta brutal guerra terrorista declarada refleja la guerra que declaró el mundo islamista radical y terrorista contra Occidente, su cultura, sus valores y creencias, religiosas y culturales.

Inmediatamente dije que el mensaje de la guerra contra el terrorismo es que no existe ninguna razón que justifique el terrorismo. Tampoco aquí. Cuando se comprenden las motivaciones se debe entender también que estos ataques no serán los últimos, y que aquellos que sueñan y actúan para imponer su islamismo extremista por la fuerza no cesarán hasta que nos dobleguen o los frenemos. 
Y por ello, quien crea que este asunto comienza y termina en Siria debe comprender que la lucha no es por cómo serán las cosas en 
Siria sino en el mundo entero.

Por ello, tampoco ayudarán las soluciones de alcance local, por supuesto que no a largo plazo. Es tiempo de pasar de la postura defensiva a un ataque masivo con un objetivo claro: arrancar de raíz a los perpetradores de terrorismo y eliminarlos. Esta es la guerra que el mundo quizás no hubiera querido luchar, pero que debe enfrentar ahora.

Israel es un socio natural en esta lucha, porque siempre estaremos en el lado del combate contra el terrorismo que ataca al mundo libre. Ahora Israel debe apoyar la lucha internacional contra el terrorismo y poner en ello sus capacidades de inteligencia y otras (que fueron adquiridas, lamentablemente, a lo largo de muchos años). No sólo porque somos víctimas y objetivos del terrorismo, sino porque los valores del mundo libre son los nuestros, esos que hemos salido a defender. Fuente: Iton Gadol