Si usted sufre de insomnio, tiene 1,5 más probabilidades de experimentar dolor de espalda, de acuerdo a un estudio publicado en el Journal PLOS One, por investigadores de la Universidad de Haifa.
Ya es sabido que las personas con dificultad crónica de conciliar el sueño, tienen la sensibilidad aumentada al dolor y mayores probabilidades de sufrir dolores espontáneos con más frecuencia e intensidad, en comparación con aquellos que duermen bien.
Este estudio, llevado a cabo en 2.131 personas en Tel Aviv, es el primero en demostrar una conexión directa entre insomnio y dolor de espalda.
“Examinamos a adultos saludables, durante tres períodos diferentes en el tiempo. Luego de controlar una serie de variables, incluyendo el estatus socioeconómico y estilo de vida, llegamos a la conclusión que el insomnio es un marcador para el incremento en el riesgo del dolor de espalda, mientras esto no ocurre a la inversa”, informó Maayan Agmon, del Departamento de Enfermería de la Universidad, y Galit Armon, del Departamento de Psicología.
Trabajando en cooperación con los médicos Shlomo Berliner e Itzhak Shapira del Centro Médico Sourasky de Tel Aviv, Agmon y Armon eligieron a los sujetos de estudio entre una población de adultos trabajadores, promedio de 46 años, que asistieron al centro médico en tres momentos diferentes, para controles de rutina, entre enero de 2003 y diciembre de 2011.
El estrés podría ser el denominador común
Los participantes del estudio, que reportaron sufrir de insomnio – definido como la dificultad de conciliar el sueño y/o seguir durmiendo, largos períodos despiertos durante la noche, o de despertarse demasiado temprano, durante un período mayor a un mes – tenían 150 por ciento más probabilidades de sufrir, también, dolor de espalda, en comparación con aquellos que reportaban no tener trastornos del sueño.
Entre las mujeres, la correlación entre insomnio y dolor de espalda era, aún, más pronunciada.
“Es posible que la relación, entre las dos condiciones, provenga de un tercer factor biológico que no logramos identificar”, comentaron los investigadores.
“Un denominador común es el estrés; las personas que sufren de insomnio, en general, describen sus vidas como estresantes, de modo que sufrirán de mayor agitación crónica que incrementará la tensión muscular y reducirá el número de micro-pausas en la actividad muscular, que llevan al dolor de espalda”.
El dolor de espalda es una dolencia muy común, que afecta entre el 60% al 80% de los adultos en algún momento de sus vidas – con frecuencia, sin causa identificable. Más aún, el dolor de espalda es la condición más onerosa, en términos de costos totales de bonificaciones de los trabajadores.
Aproximadamente, la mitad de quienes sufren de dolores de espalda también se quejan del insomnio, que es lo que motivó a los investigadores israelíes a indagar el nexo entre estos dos fenómenos médicos tan comunes. Fuente: Israel21c