Una cautivadora Noa pone a sus pies al público

Una cautivadora Noa pone a sus pies al público

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    La cantante Noa cautivó al público asistente en el Palacio de Carlos V con un espectáculo sugerente y lleno de belleza y conciencia, en una noche en la que la Orquesta Ciudad de Granada, dirigida por Ilan Mochiach, y el guitarrista Gil Dor fueron sus compañeros de escena.

    Sin lugar a dudas, Noa triunfó la pasada noche en su actuación dentro del Festival de Granada, acallando las voces escépticas que cuestionaban si este tipo de música debería entrar dentro de un festival internacional o si programarla junto con una orquesta clásica resultaba oportuna. La fusión entre la delicada y versátil voz de la cantante israelí y la perfecta sonoridad de nuestra Orquesta Ciudad de Granada fue no sólo muy oportuna, sino que además ofreció múltiples matices y réplicas dignas del mejor espectáculo a nivel internacional; todo ello sin olvidar una discreta presencia, la del guitarrista y arreglista Gil Dor, colaborador habitual de Noa, con quien tiene una complicidad artística muy singular.

    Noa es una cantante comprometida que aboga por la paz y la defensa de los derechos humanos, facetas que se han visto en su música desde sus primeros tiempos. Parasu actuación en Granada eligió una selección de canciones de su último trabajo, Love Medicine, que fue engarzando con otros grandes éxitos suyos de álbumes anteriores. En un espectáculo magistralmente diseñado, la cantante mantuvo en vilo al público durante dos horas sin interrupción, demostrando sus espléndida voz, su vibrante directo y sus dotes escénicas.

    La primera parte del programa estuvo centrada en canciones de corte tradicional y folk. Desde los primeros acordes de la obertura, interpretada en solitario por la OCG, pudimos descubrir que no se trataría de un concierto al uso. Un magnífico trabajo de amplificación permitió no perderse ningún matiz ni de la realización orquestal ni de las partes solistas. De repente, como aparecida por arte de magia, Noa comenzó a cantar Three Days y la atmósfera se llenó de aromas y colores sugerentes. A ésta le siguieron varias canciones en hebreo que, gracias a las aclaraciones en español de la cantante, se hicieron un hueco en el corazón de los oyentes. Así, la fábula sobre la creación Bereshit, o la canción tradicional yemení Yuma fueron momentos mágicos de la velada, en la que no hizo falta traducción simultánea para entender su mensaje de esperanza y amor a la vida.

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