Investigadores israelíes han utilizado una membrana de la hoja de la espinaca para crear una célula que produce electricidad e hidrógeno a partir del agua usando luz del sol
Resulta que Popeye tenía razón después de todo: hay mucha energía en las espinacas. Claro que el método que han descubierto científicos del Techion, el Instituto Tecnológico de Israel, para obtener energía a partir de esta verdura es algo más complejo que el apretar una lata y tragarse las espinacas que practicaba el famoso marinero.
Lo que los investigadores israelíes han conseguido es, utilizando una membrana extraída de las hojas de la espinaca, desarrollar una célula biofotoelectroquímica (BPEC por sus siglas en inglés) que genera electricidad e hidrógeno a partir de agua utilizando la luz del sol. Sus resultados se han publicado en la revista 'Nature Communications'.
Es la combinación de una unidad BPEC de factura humana con la membrana vegetal, capaz de absorber la luz del sol y convertirla en un fluido de electrones altamente eficiente, lo que supone un avance hacia la creación de combustibles limpios a base de materiales renovables.
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