Si les digo que Ajinoa Ninim actuó anoche en Marbella, probablemente no sepan de quién hablo. Si mencionamos a la cantante israelí Noa, la cosa cambia mucho. A las 22. 17 de la noche la intérprete hacía su aparición en la cantera de Marbella para ofrecer el que fue el último concierto del Festival Starlite del mes de julio.

 

Vestida de negro, descalza y con su inconfundible melena rizada eligió el tema 'Uni', para comenzar el show. Una letra en la que la cantante se preguntaba «how we can live with anguish and fear?» (¿cómo podemos vivir con angustia y miedo?) dejando claro desde el principio la línea de llamada al entendimiento y al diálogo que siempre ha defendido la artista.

La acompañaban sobre el escenario su director musical, Gil Dor, y The Solis String Quartet, que acompañó las canciones con guitarra y violines.

 

La suavidad de sus melodías inundó la noche al ritmo del segundo tema, 'Mishaela', mientras que para el tercero de ellos se atrevió a ponerse detrás de los timbales, a los que recurrió en numerosas ocasiones durante la noche. Se trataba de 'Child of a Man', un canto a la inocencia y a la naturaleza, que ambientó con sonidos como cantos de pájaros.

 

No fue el único tema ambientado con vibraciones naturales que también protagonizaron el siguiente tema, 'I dont know', con el que se atrevió a pedir en español «que cantéis conmigo»; dirigió así durante los siguientes minutos, el improvisado coro en que se convirtieron las gradas. Un gesto que arrancó vítores y a la que le siguió una narración en castellano en la que la artista explicaba cómo iba a desarrollarse parte del resto del concierto; con «temas que reflejan la diversidad del joven estado israelí». El primero de estos cánticos fue 'Yalda im tzamot', seguido de 'He Chalil'. Sonidos puros y muy sentidos con los que la artista consiguió más de un 'bravo'.

 

Noa demostró tema tras tema, que su voz como pocas amansa a las fieras , sembrando en el ambiente una calma no habitual en los conciertos. Melodías hechas para el disfrute y la reflexión.

 

Siguió su narración explicando las migraciones que sufrió su familia y cómo decidió «volver a Israel» a los 17 años viviendo con su abuela Rachel, a la que le dedicó «como símbolo de mujer fuerte y que sufre los prejuicios religiosos» su siguiente tema, 'Rachel rises from the desert'. La iluminación se centró en ella, envolviendo de intimidad la escena y siendo uno de los momentos más aplaudidos.

 

Sorprendió con su siguiente canción en castellano asegurando que «aunque no lo hablo muy bien me gusta mucho cantar en este idioma». Bajo el nombre de 'Otra Vez', cantó ca las «dificultades que tenemos para entendernos entre nosotros».

 

Noa dedicó además 'Eye in the Sky' a las víctimas del descarrilamiento del tren en Galicia. «Mi corazón se paró al enterarme de la noticia en Santiago de Compostela, donde he cantado recientemente y donde he estado muchas veces anteriormente», por lo que quiso dar «mi más sentido pésame a las familias y deseando una pronta recuperación a los heridos».

 

Un gesto que el público agradeció enorme y sonoramente.

 

No faltó tampoco un solo con su director musical y una versión de 'Minuano', llevada a cabo por el citado cuarteto. Noa reapareció después vestida de largo, de blanco y aún sin zapatos para ofrecer tres temas de su álbum 'Noapoles', eligiendo 'Santa Lucía' para inaugurar esta vertiente italiana más ritmica y animada y que gustó especialmente a los asistentes.

Casi para el final dejó la artista el conocido tema 'La Vida es Bella', un canto internacional a la alegría y que nos recordó a todos «lo bello que es vivir».

 

Noa se despidió a su estilo entonando aquello de 'shalom, shalom' (paz, en hebreo) y dejando en el aire la sensación de que, efectivamente, hay muchas cosas que necesitan ser cambiadas. Diario Sur