«Le he dicho a nuestra jefa de prensa que lo primero que iba a decir es que es verdad, los pingüinos no pueden aguantar aquí. Guau, qué frío, qué frío...», comentaba chisposo y expresivo Aka Jean Claude, uno de los bailarines y coordinador artístico de Mayumaná, ayer durante la presentación de Racconto, el espectáculo -«una fiesta total»- con el que regresa a orillas del Arlanzón cuatro años después de su última visita.
¿Pero quién dijo miedo? La compañía israelí reta a las bajas temperaturas con ritmo, música, baile y mucha energía. Claude está convencido de que estos cuatro elementos los harán invencibles. Y, además, el escuadrón formado por el público les cubrirán las espaldas participando de forma activa en la batalla. Se librarán cinco, los días 6 y 7 de diciembre (18 y 21 horas) y 8 de diciembre (18 horas), el escenario del combate será el Fórum Evolución y las entradas cuestan 30 y 35 euros.
Racconto es un viaje por los mejores momentos vividos por Mayumaná durante sus quince años de historia. Coge un poquito de un espectáculo, otro poco de otro... De los once creados, solo cuatro han pasado por España por lo que el atractivo se multiplica.
«Es un espectáculo de ritmo, de música, de baile y de mucha energía», ilustra el bailarín y destaca la pincelada multicolor de la empresa, con integrantes de 18 países distintos, que aportan su diversidad cultural y carácter personal.
Aka Jean Claude guarda silencio sobre los números que se escenificarán en el auditorio. Dejaría de ser sorpresa, dice. Y ese factor es importante para dejar a los espectadores con la boca abierta.
«Es una buena ocasión para ver cómo Mayumaná se creó de la nada, con cubos de basura y sartenes, y ha evolucionado hasta el día de hoy que hasta utiliza las nuevas tecnologías», explica el coordinador artístico.
A través de ese avance tecnológico se acerca un invitado especial. Andreu Buenafuente actúa como maestro de ceremonias. Se asomará al auditorio a través de la pantalla para deshilachar el hilo argumental de este montaje.
Para los miembros de la compañía es un lujo. «Ha sido una experiencia inolvidable. Aparte de ser un gran profesional, su forma de trabajar, su humildad, nos ha encantado. Para nosotros iba a ser difícil explicar Racconto y él lo hace», anota y reconoce que en este tiempo se han convertido en un espejo para las nuevas generaciones. «Las animamos a seguir trabajando, explorando y luchando por hacerse un hueco. Siempre se puede conseguir lo que se quiere».
Mayumaná desea escribir un paréntesis en el capítulo de la crisis económica. Un kitkat de una hora y veinte minutos a Burgos, donde esperan repetir el éxito de su anterior visita. Con Momentum atrajeron a 5.000 espectadores.
El Correo de Burgos