​A diferencia de los síntomas físicos, los traumas emocionales que resultan de enfermedades crónicas a menudo no son diagnosticados. Es por eso que las organizaciones sin fines de lucro de Israel como Haverut (que significa amistad en hebreo) son un paso adelante para llevar alivio espiritual.

A diferencia de los síntomas físicos, los traumas emocionales y psicológicos que resultan de enfermedades crónicas a menudo no son diagnosticados.

Es por eso que las organizaciones sin fines de lucro como Haverut israelí (que significa amistad en hebreo) son un paso adelante para llevar alivio emocional y espiritual tan necesario a las personas que han estado sufriendo enfermedades durante demasiado tiempo.

En 2007, Rachel Ettun lanzó Haverut en memoria de su hija Ruth Ettun, quien falleció de Fibrosis cística en 1997, a los 11 años. Rachel, una terapeuta familiar que se especializa en el trabajo con las familias para hacer frente a las enfermedades crónicas, la pérdida y el duelo, se centró en las actividades creativas con su hija, incluyendo la lectura, el dibujo, la escritura y otras formas de expresión personal.

Es por eso que decidió que Haverut usaría el arte y la música para ayudar a los pacientes. "Queremos utilizar el poder de la música y el arte como puente para hacer frente a las crisis de la vida", afirmó Ettun al diario israelí NoCamels. "Nuestra visión es acerca de la conexión entre el espíritu y la medicina."

Haverut reclama la introducción de un enfoque completamente nuevo a la curación. Pero no sólo para complementar la medicina tradicional, sino que también aspira a cambios más profundos en el sistema. "Creemos que podemos cambiar el sistema médico", explicó Ettun. “Vemos a la persona como un todo y queremos llevar el lenguaje del espíritu al hospital.”

Uno de los primeros pasos que la organización ha adoptado para lograr su objetivo es la introducción de la curación a través de la música. El guitarrista Navot Ben Barak y el flautista Avshalom Eshel han estado trabajando dos veces por semana en tres departamentos diferentes del Centro Médico Hadassah en Israel.

"Cuando se llega al mismo lugar una y otra vez, se llega a conocer a los pacientes a largo plazo y esto puede llegar a algo muy rico", contó Ben Barak a NoCamels. "Estábamos buscando una conexión profunda con los pacientes, no sólo decir hola y cantar una canción.". Fuente: Iton Gadol