La industria de los túneles de Hamás solía ser el canal acostumbrado para el contrabando de armas, mercancías, fondos y terroristas dentro de la Franja de Gaza. Ahora, Hamás los está usando para un fin mucho más siniestro: ataques terroristas en el territorio israelí.
La operación terrestre de las Fuerzas de defensa de Israel, que comenzó el 17 de julio, se ha centrado en la búsqueda y posterior destrucción de la extensa red de túneles que están siendo utilizados con fines terroristas contra la soberanía de Israel. Hasta la fecha (20 de julio), treinta y cuatro entradas y cinco túneles se han encontrado, que se extendían desde la Franja de Gaza hasta territorio israelí.
Estos túneles, realizados durante años, se construyeron con el propósito de infiltrar terroristas en Israel con el objetivo de asesinar y secuestrar a civiles y a soldados de las Fuerzas de Defensa de Israel, especialmente en los centros de población civil e instalaciones militares próximos a la Franja de Gaza.
En los últimos años la Franja de Gaza ha visto un extraordinario incremento en este tipo de proyectos de construcción. Sin embargo, la gran mayoría de estos proyectos son en gran medida invisibles a simple vista ya que se encuentran sólo bajo tierra.
Esta industria del túnel de Hamás solía ser el medio habitual para el contrabando de armas, mercancías, fondos e incluso la entrada de terroristas en la Franja de Gaza, y todos ellos provenientes de la península del Sinaí, Egipto. Sin embargo, estos túneles fueron clausurados en su gran mayoría por Egipto. Pero ahora Hamás, junto a otras organizaciones terroristas en Gaza, están utilizándolos con un fin mucho más siniestro: los ataques terroristas en territorio israelí.
Los túneles se excavaron con el propósito de realizar ataques enmascarados desde la Franja de Gaza. Realizan un túnel bajo tierra de cientos de metros (y algunas veces incluso hasta de varios kilómetros) hasta que alcanzan sus objetivos en el interior del territorio israelí.
Los terroristas de Hamás se infiltran en Israel a través de estos túneles con el fin se sembrar el terror mediante el asesinato o el secuestro de israelíes. Esta mañana, temprano (17 de julio), trece terroristas de Hamás fuertemente armados aparecieron por la boca de un túnel cerca de Sufa, un kibutz al sur de Israel. Afortunadamente fueron descubiertos por el ejército israelí antes de que pudieran sembrar el terror entre la población israelí y llevar a cabo una masacre. Por otro lado, hace apenas diez días (7 de julio), se evitó otro desastre en un largo túnel que había sido construido por Hamás con el propósito de ser usado para llevar a cabo un importante ataque terrorista en Israel.
Hamás utiliza estos métodos desde el 2006. Estos túneles transfronterizos pretenden atacar a Israel matando soldados de las Fuerzas de Defensa de Israel, y secuestros como el de Gilad Shalit, quien fue secuestrado por Hamás y retenido durante cinco años.
Hamás también utiliza estos túneles para convertirlos en enormes campos de minas. Excavan dichos túneles hasta una zona habitada en un kibutz o un pueblo, después lo rellenan con explosivos con el fin de hacerlos detonar a voluntad. Este tipo de túneles se descubrieron en la frontera de Gaza en noviembre de 2012.
En un enrevesado interés de prioridades, Hamás prefiere invertir enormes recursos en la construcción de esta red subterránea de túneles y bunkers en lugar de satisfacer las necesidades de la población gazatí.
En octubre de 2013, las Fuerzas de Defensa de Israel descubrieron la entrada a un túnel próximo a la comunidad israelí de Ein Hashlosha. Este túnel se introducía en Israel desde la ciudad de Khan Yunis (Gaza), con aproximadamente 1.700 metros de largo y 18 metros de profundidad, equipado con electricidad y líneas telefónicas. Hamás tardó más de un año en construirlo debido al nivel de conocimientos en ingeniería que se precisaban, la mano de obra y los materiales de construcción.
Los túneles de Gaza son literalmente pozos de dinero: una malévola ciudad subterránea construida con el único propósito de sembrar el terror, vaciando las depauperadas arcas de la población de Gaza.
Además, los túneles también requieren de una cantidad enorme de recursos tangibles. Para construir un simple túnel se pueden llegar a necesitar más de 500 toneladas de cemento y hormigón. Hamás y las demás organizaciones terroristas que operan en Gaza han creado decenas de túneles como estos con el propósito de sembrar el terror.
El hormigón utilizado en estos túneles podría haber sido utilizado para construir refugios antiaéreos para los civiles palestinos. En cambio, Hamás prefiere que los civiles sigan siendo expuestos al fuego y sin protección. Para ellos es más importante asesinar y secuestrar israelíes que proteger a sus propios civiles.