El otro Israel que apenas conocemos
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7/11/2013
GovXShortDescription
De Israel conocemos sus enclaves milenarios y condición de
tierra prometida que tanta controversia produce, pero poco sabemos de la nación
que crece con aire renovado.
Hay nuevas construcciones, centros comerciales y una generación de diseñadores
que hacen al país aún más atractivo.
¿Qué tiene Tel
Aviv?
La urbe que fuera fundada hace apenas 100 años, luce como cualquier
otra que mira al Mediterráneo pero es intrínsecamente diferente. Un centro
urbano concebido con la fusión de culturas que miles de judíos trajeron, luego
de deambular por medio mundo durante dos mil años. Lenguas tan disímiles como el
inglés, el ruso y el español parecen compartir el espacio con el hebreo, a
espaldas de la lengua árabe que prevalece al otro lado de la ciudad.
No
obstante, basta echar un vistazo y recorrer los rincones para darnos cuenta
porqué Tel Aviv es la localidad más liberal de la región.
Sobre la
costa, donde la gente acude en busca de la diversión, están muchos de los
hoteles y edificaciones mayores, además de las discotecas y los bares con
terrazas que miran al mar. Jóvenes, turistas y muchos otros, que no son una cosa
ni la otra, hacen del verano un festín. Incluso durante el invierno, cuando la
temperatura apenas supera los 70 grados Fahrenheit, muchos colman los
restaurantes en busca del buen comer que caracteriza a la zona.
Hacia el
lado Este, donde la ciudad crece con altos edificios y autopistas, Tel Aviv
tiene al trío de edificios Azrieli por tarjeta de presentación. Tres altas
torres, una cuadrada, otra circular y la tercera triangular, que alcanzan los 49
niveles de altura y albergan un sinfín de oficinas, un centro comercial y un
hotel que iluminan la noche de la urbe mediterránea.
Jerusalén
se renueva
Tierra adentro, donde la historia huele a largos siglos, está
Jerusalén con su muro colmado de memorias sobre mesías, reyes y conquistadores.
Una urbe enclavada entre colinas y montañas que no escapa a la influencia
religiosa de cristianos, judíos y musulmanes.
Sin embargo, la ciudad
milenaria comienza a ceder paso a ciertas corrientes que atraen la atención de
modistos, arquitectos y firmas comerciales, sin abandonar el aspecto sobrio de
la milenaria urbe y una ley que pide cubrir las fachadas de edificios,
independientemente del diseño empleado, con piedra típica extraída de la
localidad.
Por ejemplo, frente al viejo muro y muy cerca de la perenne
puerta de Jaffa está el complejo comercial Mammilla con amplios condominios,
tiendas de marca y un hotel muy moderno de última tecnología. Singular contraste
de tiempos que combina muy bien con la muralla, gracias a la cubierta de piedra.
Entre las nuevas construcciones destaco el ultramoderno puente de las
cuerdas, o Bridge of Strings, diseñado por el arquitecto español Santiago
Calatrava. Un viaducto que irrumpe en el ámbito de la ciudad por su aspecto de
gran arpa y vía de conexión para el nuevo tranvía.
Asimismo, sobresalen
las edificaciones del Israel Museum y el Yad Vashem. Dos recintos museológicos
que apuestan por figuras geométricas y líneas aparentemente simples que, juntas,
resultan en un atractivo dramatismo que llama la atención.
El primero
cuenta con una extensa colección de arte judío e internacional, una sección
arqueológica que incluye los Manuscritos del Mar Muerto y una impresionante
maqueta de la vieja ciudad hacia el año 66, mientras el segundo alberga un
sentido memorial con salas expositoras dedicadas a las víctimas del holocausto
judío durante la Segunda Guerra Mundial.
De compras
Salvo
las 24 horas que suceden a la caída del sol el viernes, cuando los religiosos
judíos ejercen el intangible retiro espiritual de shabbat, que prácticamente
paraliza el comercio en el país; Tel Aviv cuenta con una atrayente oferta
comercial muy activa.
A unos pasos del paseo marítimo, que mencionábamos
antes, están las calles Dizengoff y Hamelekh George repletas de tiendas,
cafeterías y restaurantes populares. Dos vías que se cruzan en torno al centro
comercial Dizengoff, donde se agrupan las tiendas más conocidas, la moda popular
y también los mejores precios.
En Jerusalén la mayor propuesta de
compras para el turista está centrada en el mercado de la Vieja Ciudad. Un largo
andar por un laberinto de callejones, donde yace un antiquísimo mercado popular
árabe que huele a especias y golosinas.
Hay auténticas lámparas de corte
arábigo, alfombras y artículos religiosos por doquier. Pero ¡ojo! los mercaderes
inflan los precios porque esperan que el cliente regatee. Una vieja costumbre
que busca la presa perfecta y oferta un rosario hecho de olivo por 10 dólares,
cuando puedes pagar 3 si insistes.
Moda más chic
Cerca
de Dizengoff, en Tel Aviv, está la calle Sheinkin donde acuden los más jóvenes a
comprar su ropa. Una zona caracterizada por coloridas fachadas, cafés al aire
libre y restaurantes donde sobresalen las tiendas dedicadas a la confección
nacional.
Si buscas buena bisutería, lindos collares e incluso joyas,
encontrarás una buena colección inspirada en la antigua joyería de la zona a
buen precio.
Unas cuadras al sur, donde antes estuvo el barrio Neve
Tzedek prácticamente abandonado, las calles resurgen con nuevos bríos. Zona
plagada de restaurantes gourmet y tiendas especializadas en alta costura, donde
la elegancia del vestir para ambos sexos parece mostrar su mejor faceta. Fuente
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