El Presidente de Israel, Reuven Rivlin, organizó un encuentro único y especial en su residencia reuniendo a los líderes de los distintos credos de Asia Oriental. Entre ellos se encontraban figuras destacadas de las comunidades budistas, hindúes y sijs de India, Japón, China, Myanmar y Corea del Sur.
El diálogo interreligioso fue lo más destacado durante la visita de la primera delegación que llegó a Israel a iniciativa del Ministerio de Asuntos Exteriores en colaboración con el Comité Judío Americano y el Consejo Mundial de Líderes Religiosos. En el evento intervino el Presidente Rivlin, H. H. Acharya Mahamandaleshwar Swami Avdeshanand Giri, líder espiritual de la comunidad hindú en la India, y H.H. Most Ven. Xuecheng, presidente de la Asociación Budista de China.
"Bienvenidos a Jerusalén, la capital de Israel", comenzó el Presidente dando una cálida bienvenida a la delegación. "Durante muchos años, la interacción entre nuestras tradiciones apenas existía, solamente pocas personas experimentaron ambas, del este y del oeste. Esta ya no es la situación, tal y como muestra su visita de hoy. Actualmente todos estamos más expuestos a los grandes tesoros de la otra parte ".
Haciendo hincapié en los desafíos a los que el mundo y las religiones se han enfrentado, el Presidente dijo, sin embargo, "con lo bueno viene lo malo. A medida que el mundo se hace más pequeño, los problemas que antes eran locales y limitados son ahora un problema de todos. A veces, estos problemas tienen un rostro humano. Ayer, 11 de septiembre es un recordatorio del desastre creado directamente por las creencias religiosas distorsionadas. En otras ocasiones, estos problemas no tienen caras, pero siguen siendo causados por los seres humanos; el calentamiento global y otros constantes problemas ambientales".
El Presidente destacó “Honorables invitados, debemos hacer frente a estos problemas juntos y podemos hacer frente a estos problemas juntos. Nuestras tradiciones tienen mucho en común; todos compartimos una profunda preocupación por la vida humana y la dignidad; todos creemos que este planeta no nos pertenece, sino que pertenecemos a él, y debemos cuidarlo bien".
Y concluyó: "Su visita hoy aquí es un eslabón más de esta creciente e importante cadena de cooperación. Asegurémonos que esta cadena se hace más fuerte. Unámonos hoy en la oración y la meditación, por un mundo mejor y más saludable, y por una sociedad global pacífica y tolerante ".