Desierto de Judea, un pequeño desierto en Israel

Desierto de Judea, un pequeño desierto en Israel

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    Cuando una persona decide viajar a Israel, y en especial a Jerusalén, sabe que va a uno de los lugares más antiguos y famosos del mundo, dada su relevancia religiosa en la institución cristiana y judía, y por lo tanto, en un ambiente y lugar muy especial que recibe a miles de turistas, creyentes o no, para ver este importante territorio que ha sido siempre un punto destacado en la historia.
     
    Entre los muchos pueblos y ciudades de Israel, y la enorme cantidad de monumentos y lugares sagrados que te puedes encontrar, hay un área natural muy extensa que es uno de los mayores reclamos por parte de los turistas, el desierto de Judea. Este desierto, de unos 1.500 kilómetros cuadrados, que limita al oeste con las Montañas de Judea y con el Mar Muerto al este, posee a lo largo de su extensión reservas naturales, monasterios, enclaves históricos y paisajes primitivos, que hacen del desierto de Judea, un lugar espectacular y único.
     
    Visitar el desierto de Judea, te permitirá ver accidentes geográficos tan distintos y variados como montañas, cortados y colinas cretáceas, que se pueden encontrar junto con cañones, cauces fluviales y mesetas, que le confieren a todo el conjunto un paisaje espléndido y maravilloso. Ante su accidentado terreno, la población es muy reducida y se encuentra en la zona periférica, por lo que no hacen un gran uso de los oasis que se encuentran en el desierto, que se originan gracias a los ríos que atraviesan el lugar, formando gargantas de hasta 500 metros de profundidad.
     
    Si estás interesado en conocer este maravilloso desierto de Judea, dispones de muchas opciones como: hacer excursiones por el desierto a pie durante varios días, en bicileta o todoterreno, y poder hospedarte en los distintos hoteles que se ubican en el lugar. Por lo tanto no tienes excusa para no visitar una las regiones más históricas y espirituales que existe en el mundo, y que es un destino obligado si te gusta la historia y quieres ser testigo de los restos y monumentos que muestran el transcurso de la historia desde Jerusalén. Viajar sin brújula

     

     

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