Por Matthew Kalman
The Guardian
12 de agosto, 2103
La Unidad 8200, el “GCHQ” (Cuartel General de Comunicaciones del Gobierno) de Israel, generó más millonarios tecnológicos que muchas escuelas de negocios.
Pocas personas conectarían el apagado color verde oliva de un uniforme del ejército israelí con la vanguardia de la moda. Y muchos fanáticos de Stylit, sitio Web donde un estilista personal virtual combina ropa y accesorios para que coincidan con sus gustos, desconocen que utiliza tecnología adaptada de algoritmos desarrollados, en su origen, para monitorear e impedir atentados suicidas.
Stylit fue una de las 19 jóvenes compañías de tecnología que, hace poco, expusieron sus productos en Tel Aviv, l finalizar un programa empresarial, de cinco meses de duración, llevado a cabo por egresados de una unidad de inteligencia israelí que generó más millonarios tecnológicos que muchas escuelas de negocios.
Similar al “GCHQ británico”, la Unidad 8200 administra las señales de inteligencia del ejército de Israel, absorbiendo y analizando grandes cantidades de información electrónica, desde llamadas telefónicas y mails intervenidos hasta emisiones de microondas y satelitales. En el nuevo campo de batalla de alta tecnología, la 8200 es, hoy, la unidad más grande en las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI).
Genios de las computadoras que, alguna vez, fueran opacados por comandos con armas de fuego, sacaron el máximo provecho de su experiencia en ciber-seguridad, almacenamiento de información, comunicaciones móviles y algoritmos analíticos para ayudar a transformar la base de la economía israelí, desde naranjales a aplicaciones de teléfonos móviles. Los inventos israelíes incluyen mensajes instantáneos, tarjeta de memoria USB, Firewall y links de seguridad informática que permiten la mayoría de las transacciones bancarias mundiales y los decodificadores de señales de televisión.
Las firmas tecnológicas israelíes Nice, Comverse y Check Point, fueron creadas por egresados de la Unidad 8200, o basadas en tecnología desarrollada, en su origen, por esa unidad. Con el surgimiento de aplicaciones de consumidores, basadas en procesar grandes cantidades de información conocidas como “big data” (conjuntos de datos), Israel se encuentra una década por delante de Estados Unidos y Europa. Y, todo, gracias al ejército.
Nuevas start-ups, como Stylit, esperan emular el éxito de Waze, una aplicación de grandes datos desarrollada por ex reclutas cibernéticos de las FDI, y comprada por Google por más de 1 billón de dólares.
“Muchas de las prácticas, y la tecnología que usamos en el ejército, son aprovechadas, actualmente, en Stylit para ocuparse de los problemas que deseamos resolver en la moda”, dijo Yaniv Nissim, ex - programador de la 8200 que diseñó el algoritmo de la compañía, combinando la sabiduría de ex genios tecnológicos del ejército con estilistas de la industria de la moda.
“La tecnología es principalmente de aprendizaje de máquinas. Se trata de cómo tomar grandes cantidades de información y, desde allí, comprender el comportamiento de los usuarios”.
Hasta hace una década atrás, la Unidad 8200 era un secreto. Luego fue protagonista del libro Start-Up Nation, que registraba el surgimiento de Israel como fuerza motriz de la alta tecnología con más inversión de capital de riesgo, por persona, que cualquier otro lugar del mundo, y el mayor número de compañías catalogadas en Nasdaq, después de Estados Unidos y China.
Hace tres años, los egresados de la 8200 decidieron emerger desde las sombras y ofrecer su experiencia a otros empresarios jóvenes israelíes. El resultado fue el Programa de Apoyo Empresarial e Innovador de 8200 (EISP); incubadora de alta tecnología, de cinco meses de duración, en la cual los egresados de la unidad se voluntarizan a ser mentores de los primeros pasos de las start-ups. Hasta el momento, 22 recibieron financiación por un total de 21 millones de dólares, y emplearon a 200 personas, que se unieron a 230.000 empleados de 5000 compañías tecnológicas de Israel, que ganan 25 billones de dólares al año – un cuarto de las exportaciones totales de Israel.
Nir Lempert, Coronel de la Reserva, ex vicecomandante de la Unidad 8200 y presidente de su asociación de egresados, dice que la unidad selecciona personalmente a los adolescentes más brillantes en el país y, luego, los entrena para resolver problemas en equipos multidisciplinarios, usando métodos usualmente asociados con negocios, no batallas. Se los alienta a pensar de forma diferente. “La misión principal de la unidad es salvar vidas, evitar el terrorismo y otros atentados”, dice Lempert. “Le enseñamos a nuestra gente que la misión es tan importante que no existe posibilidad de fallar”.
La leyenda 8200 atrae a crecientes cantidades de jóvenes israelíes en las unidades tecnológicas de las FDI. Mamram, la unidad principal de soporte de Tecnología Informática de las FDI, ofrece un curso, de seis meses, previo al ejército en sus cuarteles en las afueras de Tel Aviv. Del día a la noche, los reclutas estudian herramientas de programación, trabajo en equipo, administración de proyectos y – lo más importante – cómo ser creativos. Se trata del máximo campo de entrenamiento de start-ups.