Otros respaldaron también su interpretación. La figura de más alta categoría en el Departamento de Estado con responsabilidad sobre el Oriente Medio, Joseph Sisco, participó en el programa de NBC Meet the Press del 12 de julio de 1970, donde también sostuvo: "Esa resolución no dijo ´retirada a la línea de antes del 5 de junio´. '' Resumiendo el tema, no hubo discusión sobre la forma de interpretar la Resolución 242. Israel tenía derecho a retener parte del territorio de Cisjordania, para que al final del día pueda obtener fronteras defendibles en cualquier futuro acuerdo político.
Por cierto, es notable que de acuerdo a la Resolución 242, Israel tenía derecho a este territorio sin tener que pagar por ello con su propio territorio según las fronteras de vísperas de la guerra de 1967. No hubo intercambio de tierras en la Resolución 242. Tampoco se habló de ningún corredor que cruza territorios bajo soberanía israelí para que la Cisjordania pueda conectarse con la Franja de Gaza (del mismo modo que no hay ningún corredor terrestre a través de Canadá que conecte Alaska con el resto de los EE.UU.). Estas innovaciones diplomáticas fueron consideradas por los negociadores en los años 90´, pero de acuerdo a la resolución 242 no se exige de Israel en ningún caso estar de acuerdo con ellos. Abba Eban, entonces ministro de Relaciones Exteriores de Israel, escribe en sus memorias que la predisposición de los EE.UU. y Gran Bretaña en particular, de aceptar una revisión de las fronteras anteriores a la guerra, fue considerada un "gran logro" de la diplomacia israelí.
Sin embargo, también se llevaron a cabo esfuerzos en los últimos años de socavar este logro israelí. Algunos diplomáticos argumentaron que la versión francesa de la resolución contiene la frase "de los territorios," en lugar de "de territorios". La diplomacia anglo-estadounidense evitó cuidadosamente el artículo definido en la versión inglesa. Sin embargo, también en el caso que la versión francesa fue un error de traducción o una consecuencia de la forma en la cual la gramática francesa se comporta con sustantivos abstractos, no tiene verdadera importancia. La resolución 242 fue negociada en inglés y 10 de los 15 miembros del Consejo de Seguridad de la ONU eran países de habla inglesa. Por lo tanto la versión inglesa de la Resolución 242 fue la versión decisiva y la versión con la cual se debe trabajar.
En 1970, el primer ministro británico Wilson fue reemplazado por Edward Heath. En enero de 1973 Gran Bretaña se unió a la Comunidad Económica Europea, lo que lleva a una erosión mayor de su posición frente a la Resolución 242. El 6 de noviembre de 1973, en las secuelas de la Guerra de Yom Kippur de 1973, la CEE emitió una declaración conjunta que refleja su propia y creciente sensación de vulnerabilidad ante las amenazas de un embargo petrolero árabe. Era un momento en el cual ningún estado europeo permitía incluso a un avión de carga de los EE.UU que trasladaba una carga de repuestos que el Ejército Israelí necesitaba con suma urgencia, abastecerse de combustible en su camino a Israel - sólo Portugal estuvo de acuerdo pero insistió en que los EE.UU. utilice su campo de aviación en las Azores. Europa en colectivo sentía que era necesario apaciguar a los productores de petróleo árabes. Como resultado, la declaración CEE, que ahora incluyó a Gran Bretaña, declaró explícitamente que Israel debe retirarse a las líneas del armisticio de 1949. Bajo presión, los británicos abandonaron la esencia de una resolución que ellos mismos habían elaborado seis años antes.
Uno de los aspectos interesantes de la Resolución 242 fue que no dijo nada sobre Jerusalén. En una carta al New York Times del 6 de marzo de 1980, Arthur Goldberg escribe: "La resolución 242 no se refiere de ninguna manera a Jerusalén y esta omisión fue deliberada." El ex embajador explica que él nunca describió a Jerusalén como "territorio ocupado". Goldberg dijo esto en reacción a la política de la administración Carter, que criticaba las obras de construcción llevadas a cabo por Israel en Jerusalén oriental y desvirtuaba los derechos legales de Israel. Goldberg cree que el estatus de Jerusalén debe ser negociable, pero insistió en que "Jerusalén no debe dividirse de nuevo."
Israel por si misma puede haber contribuido a la confusión acerca de sus derechos en Jerusalén. Los Acuerdos de Oslo de 1993 reconocieron formalmente a Jerusalén como un tema a deliberar en las futuras negociaciones referentes al estatus definitivo. Sin embargo, eso no significaba que el primer ministro Itzjak Rabin estaba dispuesto a volver a dividir Jerusalén. Negociabilidad era una cosa; retirada era otra cosa. En su último discurso en la Knesset, el 5 de octubre de 1995, un mes antes de su asesinato, Rabin declaró: "Durante la solución permanente las fronteras del Estado de Israel estarán más allá de las líneas existentes antes de la Guerra de los Seis Días. No vamos a volver al 4 de junio de 1967." Rabin habló en el lenguaje de la Resolución 242. El añadió también que Israel retendría "una Jerusalén unida".
El esfuerzo se socavar los derechos de Israel reconocidos en la resolución 242, continuó. En los últimos años, el Cuarteto para Oriente Medio sugirió a Israel que en el caso de declarar que la base de las negociaciones serían las líneas de 1967, Mahmoud Abbas volvería a las negociaciones. Esta estrategia no funcionó y además contradice la Resolución 242.
En último término John Kerry, actual Secretario de Estado de los Estados Unidos, logró reiniciar las negociaciones sin convertir a las líneas de 1967 en la base de un acuerdo final. Mientras Israel se desempeña en la fase actual de la diplomacia de Oriente Medio, es apremiante que se recuerdan sus derechos legales, especialmente para aquellos estados que votaron por la resolución 242 pero ahora exigen que Israel se retire a las fronteras de 1967, en contra de lo establecido originalmente por la ONU.