La Asamblea Nacional, la Embajada de Israel y la Organización de las Naciones Unidas llevaron a cabo en el Palacio Justo Arosemena, una sesión especial en ocasión del Día Internacional de conmemoración anual en memoria de las Víctimas del Holocausto, que este año conmemora el 75 aniversario de la liberación del campo de concentración y exterminio nazi de Auschwitz.
El acto contó con la participación del presidente de la Asamblea, Marcos Castillero; el embajador de Israel, Reda Mansour; el coordinador Residente del Sistema de las Naciones Unidas en Panamá, César Núñez; miembros del cuerpo diplomático; miembros de la comunidad judía de Panamá y diversos actores del acontecer nacional. Durante la sesión, se guardó un minuto de silencio en recuerdo a los hombres, mujeres, niños e infantes que fueron asesinados cruelmente entre 1933 a 1945 a manos del Estado nazi alemán.
El presidente de la Asamblea, Marco Castillero, resaltó que la paz y el diálogo son claves importantes para que nunca vuelva ocurrir un holocausto. Expresó que en esta fecha, 27 de enero, el mundo y en especial la Asamblea Nacional reconocen que solo mediante la paz y el diálogo, la humanidad puede y debe encontrar las condiciones necesarias para el desarrollo y crecimiento de nuestros ciudadanos.
Reda Mansour, embajador del Estado de Israel, manifestó que Auschwitz era una fábrica que construyó la nación más avanzada de Europa para ser la fábrica de muerte más eficiente y con el mínimo de recursos masacre industrial en la época moderna. Además, es un ejemplo que los avances tecnológicos y económicos de las naciones pueden ser peligrosos sino tienen como base los valores y la parte espiritual, sino tienen un fin de mejorar la vida humana. El mensaje que se debe recordar de Auschwitz, es que los países necesitan tener la finalidad de mejorar la vida de su pueblo y pueblos vecinos para no regresar a experiencias como las de la Segunda Guerra Mundial y Auschwitz.
Por su parte, el coordinador Residente del Sistema de Naciones Unidas en Panamá, César Núñez, compartió el mensaje de Secretario General de las Naciones Unidas António Guterres “décadas después de la Segunda Guerra Mundial, somos testigos de cómo persiste el antisemitismo y se incrementan otras formas de prejuicio. Entre los principales proveedores del odio extremo se encuentran los neonazis y los grupos de supremacistas blancos. Con demasiada frecuencia, puntos de vista abyectos se desplazan de los márgenes a la corriente dominante en las sociedades y la política. Debemos cerrar filas contra la normalización del odio”.
Uno de los momentos más emotivos de la ceremonia fue el encendido de 6 velas en memoria de los 6 millones de judíos asesinados durante el holocausto. Las mismas fueron encendidas por el Presidente de la Asamblea, el embajador de Israel, el coordinador Residente del Sistema de Naciones Unidas en Panamá, el Rabino Aarón Laine, el Rabino David Perets y el Rabino Gustavo Kraselnick. A este significativo gesto se sumaron posteriormente los asistentes al acto quienes encendieron una pequeña vela en honor a las víctimas.
Cabe destacar, que el evento también mostró la exposición “Algunos eran Vecinos”, la cual destacó el rol desempeñado por las personas, como por ejemplo quienes fueron solidarios hasta ayudar en los rescates hasta quienes fueron colaboradores con los perpetradores nazis.
La Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó el 27 de enero de 2005, la Resolución 60/7 que condena todas las manifestaciones de intolerancia religiosa, incitación, acoso o violencia contra personas o comunidades basadas en el origen étnico o las creencias religiosas, donde quiera que tengan lugar y estableció el 27 de enero de cada año como Día Internacional en memoria de las víctimas del Holocausto. La fecha se debe a la liberación por parte del ejército soviético en 1945 del mayor campo de concentración de exterminio nazi que existió, el situado en Auschwithz-Birkenau, en Polonia.