CONVERSATORIO CON LA PRENSA

PRIMER MINISTRO HABLA CON PRENSA EXTRANJERA

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    Damas y Caballeros,
    Hoy (17 de diciembre) presenciamos una serie de ejemplos de la ingenuidad europea y, podría agregar, hipocresía: la decisión de la Corte Europea de Luxemburgo sobre Hamas, la resolución del Parlamento de la Unión Europea en Bruselas acerca de la soberanía palestina, y el llamado de Suiza a investigar a Israel por supuestas violaciones de la Convención de Ginebra. Ahora, todos  señalan  hacia la misma dirección.  Marcan hacia un espíritu de apaciguamiento europeos de todas las fuerzas que amenazan a la misma Europa.  También, en Europa,  muchos llaman a Israel a hacer concesiones que pondrían en peligro no solo la seguridad de Israel, sino, paradójicamente la seguridad de la misma Europa, porque Israel es la posición de avanzada de la civilización europea.
    Israel es el baluarte de los valores europeos.
    Israel es una democracia pluralista, vibrante,  multipartidaria.
    En Israel hay igualdad ante la ley. Los derechos de todos son fuertemente protegidos; de las minorías, de las mujeres, de los gays, de todos. Solo en Israel.
    En Israel hay una verdadera separación de poderes. Nuestro Poder Judicial es  independiente y tenemos orgullo de ello.
    Y, como periodistas,  saben algo que se aplica a su profesión: en una extensión muy, pero muy,  grande; Israel es el único país en  Medio Oriente y más allá con  verdadera prensa independiente. Nadie es encarcelado. Nadie es apresado. Nadie es acosado. Pueden  escribir lo que quieran. Lo hacen. Pueden decir lo que quieran. Lo hacen. Y se puede fotografiar lo que quieran y lo hacen, también. Solo en Israel, y eso  se enfrenta al  fuerte contraste con lo que vemos en la región que nos rodea, en los horrores que afligen a los seres humanos, en los sobresaltos que amargan a los periodistas que cubren estas salvajadas.
    Damas y Caballeros,
    Israel es una democracia asediada en una región plagada de totalitarismo, tiranía y terrorismo islamista; una región donde los seres humanos son pisoteados; donde las libertades humanas básicas son ignoradas; donde la violencia arbitraria está en curso.
    Israel está forzado a defenderse contra los terroristas que, una y otra vez, tratan de atacar a nuestros civiles. Este verano dispararon miles de cohetes hacia nuestras ciudades, y mientras lo hacen, esos terroristas cometen un doble crimen de guerra; de manera deliberada  apuntaron hacia nuestros civiles. Eso es un crimen de guerra. Y usaron a sus civiles como escudos humanos. Eso es un segundo crimen de guerra.
    Sin embargo, hoy, en Ginebra,  el foco  fue que Israel debe ser investigado por crímenes de guerra. Qué hipocresía! Qué parodia! Pregunto, ¿donde está la elemental integridad europea?
    Ahora sé que, algunos en Europa, dicen que están frustrados con la situación en  Medio Oriente. Bien, permítanme contarles un secreto. Nosotros, en Israel, estamos frustrados con la situación en  Medio Oriente.
    Estamos frustrados que nuestros vecinos palestinos rechacen reconocer el derecho del pueblo judío a un Estado propio, en el momento en que nos solicitan  que reconozcamos su derecho a tener el suyo.
    Estamos frustrados que nuestros vecinos palestinos continúen incitando contra los judíos y contra el Estado judío, creando un clima de odio y violencia.
    Estamos frustrados que rechacen negociar, de manera seria, sobre nuestras legítimas preocupaciones de seguridad.
    Y pienso que, todos, saben que, en esta parte del mundo, no puede haber paz genuina sin seguridad, porque la paz no durará si no puede ser defendida.
    La simple verdad es que la mitad de la sociedad palestina fue tomada por extremistas islámicos  que, de modo abierto, llaman a la destrucción de Israel, mientras que la otra mitad rechaza confrontar  a la primera.
    De manera que, cuando los europeos dicen que  están frustrados, les  decimos “únanse al club”. Y, no creo, que la frustración pueda ser una excusa para la política equivocada.
    Quitar la designación terrorista de Hamas es un grave error. Hamas es una despiadada organización terrorista, con una probada trayectoria de brutales ataques terroristas contra civiles inocentes (de paso, no solo israelíes): cientos, cientos y cientos de palestinos fueron  asesinados por ellos. Solo este año, Hamas secuestró y asesinó a tres adolescentes israelíes. Lanzó miles de ataques con cohetes, de modo indiscriminado,  hacia nuestros muchachos, hacia nuestros civiles. Y, hace poco,  celebró el asesinato de fieles inocentes masacrados en una sinagoga de Jerusalén, e instó, a sus seguidores, a cometer más de esas atrocidades terroristas.
    De manera equivocada, algunos consideran que, el terrorismo de Hamas,  es una función de un proceso de paz fallido. Bien;  les recordaremos a todos que, en el apogeo de Oslo, cuando los líderes de todo el mundo estaban entusiasmados sobre el nuevo impulso en el proceso de paz, cientos de israelíes fueron víctimas de una de las campañas terroristas más brutales de Hamas.  Se  dijo entonces que, Hamas, usaba al terrorismo para destruir la paz y, ahora,  se dice  que Hamas usa el terrorismo porque no hay paz.
    Bien, la verdad es que Hamas usa el terrorismo contra Israel porque es una organización terrorista comprometida con la destrucción de Israel. Tan simple como eso. Esa es la naturaleza de esa organización y ese es su objetivo fundamental.
    Ahora, si alguien tenía alguna ilusión sobre  eso, puede escuchar a uno de los líderes de Hamas este fin de semana, Mahmoud al-Zahar que nos recordó que, el objetivo de Hamas, no es gobernar a Gaza o  Judea/Samaria en la Margen Occidental.  Lo dijo con claridad: El objetivo de Hamas es la total y completa aniquilación de Israel y el asesinato de los ciudadanos de Israel.
    Bien;  los palestinos que se auto-proclaman moderados ¿confrontan a Hamas y a los otros extremistas islamistas? Con pesar  parecen siempre tratar de competir con ellos por ver quién usa un lenguaje más incendiario y quiénes pueden  convocar el sentimiento anti-judío y anti Israel. 
    Fue el mismo Presidente Abbas quien habló, de manera  seria y  calumniosa,   de una amenaza judía a los sitios sagrados musulmanes. No hay tal cosa.
    Mantenemos el statu- quo de modo  riguroso. Eso no va a cambiar.
    Resguardamos los sitios sagrados para todas las religiones. Eso no va a cambiar.
    Y, de paso, en el amplio Medio Oriente, somos los únicos que lo hacen para judíos, cristianos y musulmanes; de hecho, el único lugar donde las comunidades cristianas no son perseguidas, donde las comunidades cristianas no se reducen sino que, en verdad, crecieron  cuatro veces desde la fundación del Estado de Israel. Eso es Israel. Es el único lugar.
    De manera que hablar sobre nuestro “ataque” a los lugares sagrados no es solo  mentira, sino una equivocacion. Es erróneo porque crea una impresión  equivocada entre los jóvenes palestinos, entre los palestinos en general y produce esas olas de ataques de personas que creen, con seriedad, que podríamos destruir la mezquita de al-Aqsa. Hubo una encuesta en la sociedad palestina. Alrededor del  85 % cree que Israel busca alcanzar ese objetivo, de manera que esta retórica tiene sus consecuencias; fuerza a un cambio en las mentalidades de las personas y a una conducta radical y violenta. Eso tiene que terminar. Fue Abbas quien  llamó a los palestinos a usar “todos los medios” para combatir a esta amenaza fabricada; fue Abbas quien acusó a los judíos de “contaminar”- esa fue la palabra- “contaminar” el Monte del Templo.
    Ahora, la pregunta que les hago esta noche es, en todo esto, ¿dónde está Europa? ¿Hace responsable al liderazgo palestino en su consentimiento al extremismo? ¿Exige que la AP rompa su pacto firmado con Hamas? ¿Europa llama a dar por terminada la indignante incitación contra los judíos y el Estado judío?
    La triste verdad es que Europa silencia, en gran medida, esas cuestiones y, cuando eleva su voz, es en la otra dirección. De hecho, el Parlamento Europeo y algunos parlamentarios de los estados miembro de la Unión Europea instaron al reconocimiento de un Estado palestino.
    Y les pregunto ¿por qué debería demostrar el liderazgo palestino un comportamiento responsable? ¿Por qué debería el liderazgo palestino echar por la borda sus posiciones extremistas y maximalistas? ¿Por qué debería abandonar su llamado a inundar  Israel con millones de palestinos? ¿Por qué  debería la AP hacer algo por esto si su comportamiento extremista e irresponsable es premiado, una y otra vez, por los parlamentarios europeos?
    Que nadie se equivoque:  los reconocimientos parlamentarios no hacen avanzar  la paz. Más bien lo contrario. Esas declaraciones solo  refuerzan la intransigencia palestina, alejando – aún más-  la paz.
    Y, esta noche,  el punto que quiero destacar es con lo que cierro: Hay una verdad simple, que no puede ser ignorada. La paz solo llegará cuando los palestinos deseen confrontar a sus propios extremistas. En lugar de abrazar a los militantes, la AP debería combatirlos. Y, en lugar de premiar la intransigencia palestina, las democracias europeas deberían apoyar a la única democracia en  Medio Oriente y esa es, damas y caballeros, el Estado de Israel.
    Gracias.