El
padre de Etgar Keret sobrevivió al Holocausto gracias a que pasó 600 días
escondido en un pequeño foso. Quizá por eso siempre soñó con tener un gran
departamento para él y su familia, así que compró uno, aunque sin pisos. Cuando
la madre de Etgar vio el suelo de tierra se puso a llorar. A la semana
siguiente, cada cuarto tenía piso diferente.
Una mañana, mientras Etgar se bañaba, un hombre
entró al baño acompañado de una pareja joven y, sin reparar en Etgar, les
explicó que ese era el tono “rojo volcán”. Resulta que su padre había negociado
con un fabricante de losas para que la casa fuera su showroom durante dos años, a cambio de que no le
cobraran el costo de los pisos.
El resto de la infancia de Keret está salpicada
de anécdotas similares donde la línea entre lo extraño y lo fantástico es
borrosa. En sus cuentos sucede lo mismo. En “De repente un toquido en la
puerta”, relato que le da título al libro, tres hombres amenazan a otro para
que les cuente un cuento y le dicen: “No nos recicles la realidad como el
camión de la basura. Dale imaginación, hermano, inventa algo, vamos, lo más
increíble posible”. En otro cuento, un pez mágico presiona a su dueño para que
pida su último deseo y salve a un hombre que yace moribundo en su sala.
Echando mano de
una prosa ágil, este escritor israelí crea historias donde la voz narrativa es
lo más importante: “Escribir un cuento es como abordar un barco agujereado: el
agua lo empieza a llenar y tienes que sacar lo que no tiene ninguna función y
tirarlo por la borda para que no se hunda”.
Etgar
Keret’s father survived the Holocaust by hiding in a tiny pit for 600 days.
Maybe that’s why he always dreamed of owning a big apartment and actually
bought one for himself and his family. But when Etgar’s mother saw the dirt
floor, she burst into tears. A week later, every room had different flooring.
One
morning, while Etgar was showering, a man came into the bathroom with a young
couple and, without even glancing at Etgar, began explaining that the color of
tile on the floor was “volcano red”. It turned out his father had struck a deal
with a tile manufacturer, allowing his house to be used as a showroom for two
years in exchange for getting his floors tiled for free.
The
rest of Keret’s childhood is full of similar anecdotes, in which the line
between the bizarre and fantasy is blurred. The same is true of his short
stories. In “Suddenly, a Knock on the Door”, the story that lends the book its
title, three men force a fourth to tell them a story. “Don’t you go and dump
reality on us like a garbage truck. Use your imagination, man, create, invent,
take it all the way,” they threaten him. In another story, a magical fish
pressures its owner to make one last wish and save a dying man who’s agonizing
in his living room.
The narrative voice predominates in the stories of this Israeli-born
writer, who takes a practical approach to the art of prose: “It’s like when you
board a boat that has a hole in the bottom. The water starts filling it, and
you have to take useless descriptions and throw them overboard so it won’t
sink.”
Etgar Keret recomienda / recommends
“Se
necesita de gran talento para hacer un cuento que parezca haber sido escrito
sin esfuerzo y Junot lo tiene en cantidades enormes”, dice Etgar Keret acerca
del dominicano Junot Díaz, autor de Los boys. Este volumen de cuentos es su primer
libro, publicado originalmente en 1996 bajo el título Drown. En nueve de los diez cuentos que lo
componen prevalece la misma voz narrativa: la de Yúnior, un niño que deja su
natal Santo Domingo para irse a vivir con su familia a Nueva York. Con cada
cuento, el narrador gana años y capacidad para reflexionar sobre su calidad de
inmigrante y outsider. “Junot tiene una habilidad impresionante para crear
personajes que puedes tocar y oler en un solo enunciado”, dice Keret acerca de
este ganador del premio Pulitzer por su novela La prodigiosa vida breve de Óscar Wao (The
Brief Wondrous Life of Oscar Wao).
“It takes a huge talent to
write stories that seem to be easily written, and Diaz has it big time,” says
Etgar Keret. Los boys, Junot Díaz’s
volume of short stories, was originally published in 1996 as Drown, his first book. Nine of the ten
stories in Los boys feature the same narrator: Yúnior, a boy who leaves his
native Santo Domingo to go and live with his family in New York. With each
story, Yúnior grows older and gains deeper understanding of his condition as
immigrant and outsider.“ Junot Díaz has this amazing ability to create
characters that you can touch and smell in one sentence,” says Keret about this
Dominican author who won the Pulitzer Prize for his novel The Brief Wondrous Life of Oscar Wao.
Ficha Técnica
De
repente un toquido en la puerta
Suddenly, a Knock on the Door
Etgar
Keret
Editorial
Sexto Piso (español)
Farrar, Straus & Giroux (English)