Queridos amigos:
Permítanme dedicar mis palabras en esta ocasión al tema de la cooperación entre Chile e Israel en materia de emprendimiento e innovación.
Hoy en día, producto de la globalización, ningún país, incluso China, puede sentirse 100% soberano, 100% dueño de su destino. En diversos ámbitos del desarrollo, tales como el comercio, la cultura, la tecnología, las relaciones internacionales, etc., cada país depende de lo que sucede o no sucede en el resto del mundo.
En el caso de Israel esto es muy evidente. En sus 65 años de historia no ha podido alcanzar la paz con todos sus vecinos, lo cual en cierta forma ha influido en el curso de su destino.
Al mirar el mundo vemos que lo mismo sucede hoy con los demás países, que han visto aumentar su incertidumbre por la dependencia de los fenómenos globales, por mucho que tengan una situación geopolítica más cómoda que Israel.
En este contexto, las relaciones de cooperación bilateral son un excelente mecanismo para aminorar el impacto de los fenómenos globales. Una de las mejores maneras de llevar a cabo esta cooperación es a través de la innovación, que es clave para lograr el objetivo del bienestar interno. Además, los efectos de innovar son transversales y atraviesan diversos tipos de actividades, rubros y proyectos.
En materia de innovación, la similitud de objetivos ha puesto a nuestros dos países en el mismo camino durante este año: Israel decidió enfocar su cooperación en asuntos de innovación con 11 países, dos de ellos en América Latina, Colombia y Chile. Al mismo tiempo, Chile ha definido el 2013 como el año de la innovación.
Cabe destacar que, según el Startup Ecosystem Report 2012, Israel tiene el mejor ecosistema de emprendimiento a nivel mundial, después de Silicon Valley. Esto se sustenta en una apertura comercial con políticas que impulsan y desarrollan la innovación y la generación de nuevos conocimientos.
Chile, por su parte, ha puesto en marcha una serie de iniciativas de emprendimiento, fijando su atención en desafíos que son comunes a ambas naciones, como energía y agua.
Esta coincidencia de intereses nos ha llevado a desarrollar una serie de proyectos que contribuirán a estrechar las relaciones bilaterales y naturalmente permitirán potenciar el desarrollo humano, social y económico de ambos pueblos, dándonos mayor control y soberanía sobre nuestros destinos.
Así, en enero de este año, el director ejecutivo de Innova Chile – Corfo viajó a Israel para explorar posibilidades de cooperación para el establecimiento en Chile de centros de excelencia, con la participación de universidades o institutos de investigación israelíes.
La semana pasada, en tanto, el escritor Saul Singer, co-autor del libro “Start up Nation, la historia del milagro económico israelí”, estuvo en Chile como invitado especial de Prochile, para exponer ante unos 800 emprendedores e innovadores chilenos en el seminario Enexpro.
En la misma línea, ProChile y la Embajada de Israel, con el apoyo de Endeavor Chile, Asech y la Universidad de Tel Aviv, están organizando para junio la primera misión pública privada a Israel en el ámbito de la internacionalización de la innovación y el emprendimiento.
En el campo universitario, este año la Universidad del Desarrollo enviará a Israel tres delegaciones, una de pregrado, otra de post grado y una de nivel directivo, para conocer el ambiente de la innovación y firmar convenios de cooperación.
En el plano institucional, en pocas semanas llegará a Chile el Chief Scientist de Israel, con el objetivo de firmar un convenio de cooperación con Corfo, para promover transferencia tecnológica y emprendimientos binacionales.
Como se aprecia a través de estos ejemplos, nos espera un año con atractivos desafíos e interesantes perspectivas de cooperación e intercambio.
Muchas gracias a todos por acompañarnos esta noche y los invitamos a seguir explorando y apoyando las posibilidades de cooperación con Israel.