El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, tendió su mano a Yair Lapid, líder del partido Yesh Atid, tras el sorprendente segundo puesto logrado. "Tenemos la oportunidad de hacer grandes cosas por el Estado de Israel", dijo Netanyahu.
Pese a la victoria de Netanyahu, el bloque pierde escaños en relación a los logrados en los comicios de 2009. El centro-derecha sumaría entre 61 y 62 escaños, por encima de los 58 o 59 que obtendría el centro-izquierda.
Lapid se sitúa como un referente insoslayable para las negociaciones. Tanto Netanyahu como la líder del Partido Laborista, Shelly Yacimovich, y la de Hatnuah, Tzipi Livni, se pusieron en contacto con él para felicitarle por los resultados y no descartan apoyar una hipotética candidatura de Lapid para primer ministro.
Los laboristas figuran como tercera opción, mientras que Hogar Judío aparece cuarto
A falta de resultados oficiales, el único dato confirmado es el de la tasa de participación. Los israelíes se movilizaron y acudieron a votar un 66,6 por ciento de los más de 5,65 millones llamados a hacerlo. La cifra final, hecha pública por el Comité Central Electoral, mantiene la tendencia registrada durante toda la jornada y sitúa el nivel definitivo de participación en un máximo inédito desde 1999.