A raíz del reciente brote de ataques terroristas
en Israel en el transcurso de las últimas semanas, el gobierno israelí ha
condenado en repetidas ocasiones a la Autoridad Palestina por su incitación y
denunciado las afirmaciones de que Israel está tratando de cambiar el estatus
quo, subrayando que se trata de una "gran mentira".
El Primer Ministro, Biniamín Netanyahu solicitó
una vez más rechazar las acusaciones sobre cualquier intención de cambios en el
Monte del Templo, declarando que "Israel reafirma su compromiso con el
mantenimiento inalterable del statu quo en el Monte del Templo, de palabra y en
los hechos. Como hemos dicho muchas veces, Israel no tiene intenciones de
dividir el Monte del Templo, y rechazamos por completo cualquier intento de
sugerir lo contrario”.
Sin embargo, la ola de violencia que ha sacudido
a Israel durante las últimas semanas ha puesto una vez más al sitio religioso
del Monte del Templo en tela de juicio, llevando a la comunidad internacional a
poner un signo de interrogación sobre su estatus y la forma en la que es
controlado.
En una entrevista, el destacado pastor de la
Comunidad Rey de Reyes de Jerusalén, Chad Holland, acordó con los comentarios
de Netanyahu afirmando que desconocía que hubiese actualmente algún cambio
oficial en los derechos de visita de los musulmanes.
Alg
unas figuras
internacionales, entre ellos el líder de la Autoridad Palestina (AP) Mahmud
Abbas, han hecho varias recomendaciones, tales como la instalación de una
presencia de la ONU para supervisar la situación y restaurar la calma.
Sin embargo, el pastor Holland rechazó la idea
de que tal iniciativa pueda disipar las tensiones recientes. "No creo que
una presencia internacional sea mejor para la Ciudad Vieja de Jerusalén. Israel
mantiene muy bien el orden y la paz hasta que los líderes islámicos tratan de
inspirar a su gente para que arremetan con la violencia, y aparentemente para
instigar una respuesta de seguridad de Israel", apuntó.
Ad
emás, el reverendo Pileggi de la Iglesia de
Cristo, en Jerusalén, la iglesia protestante más antigua de Oriente Medio, se
hizo eco de sentimientos similares.
"
Desde nuestro punto de vista, como
cristianos, Israel ha hecho un buen trabajo al garantizar el acceso a los
lugares santos, aunque hay cierto margen de mejora", expresó.
Sin embargo, cuando se le preguntó sobre la
propuesta de una presencia internacional, su respuesta fue inequívoca: "La
solución no es la internacionalización de Jerusalén, sino encontrar la manera
de que las diferentes religiones puedan entenderse mejor entre ellas".
Ag
regó que si bien el reciente aumento de la
violencia puede convencer a Israel para que abandone su reclamo sobre la
cuestión de Jerusalén, "esperamos que los recientes disturbios puedan
renovar el compromiso de Israel para el bienestar de todos los habitantes de
esta ciudad y la protección de los lugares sagrados para todos los creyentes”.
Bajo el control de Jordania sobre la Ciudad
Vieja, entre 1948 y1967, a los árabes israelíes se les negó el acceso a la
mezquita de Al Aqsa y al Domo de la Roca. Del mismo modo, mientras que los a
cristianos se les concedió el acceso a sus lugares sagrados, el número de
peregrinos autorizados a entrar a la Ciudad Vieja y a Belén durante la Navidad
y la Pascua estaba restringido.
Ad
emás, restricciones a la propiedad que
prohibían a los cristianos la compra de tierras en Jerusalén fueron impuestas
sobre los residentes cristianos; mientras que las instituciones religiosas
fueron obligadas a cumplir con estrictos controles estatales. Las escuelas
cristianas religiosas debían enseñar árabe y estaban obligadas a cerrar durante
días festivos islámicos.
Por Alexander J. Apfel .
Aurora Israel