Hatzmaut 2018

Israel celebró su aniversario 70

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    El subsecretario de RREE, Alfonso Silva, representó al Gobierno de Chile en los festejos oficiales de los 70 años de Israel. Durante el evento, el embajador Eldad Hayet repasó los hitos y desafíos de la relación bilateral. Asimismo, la Embajada, con el apoyo de la Comunidad Judía, publicó un suplemento especial en El Mercurio.

    Mensaje del embajador Hayet.

    El 14 de mayo de 1948, el Primer Ministro David Ben Gurión declaró la independencia del Estado de Israel, casi seis meses después de que las Naciones Unidas aprobaran el fin del Mandato Británico y el establecimiento de un Estado Judío en Eretz Israel, la Tierra de Israel.
    Hoy celebramos el nacimiento del Estado Moderno de Israel, un hito fundamental de la larga cadena histórica que une al pueblo judío con nuestra tierra.
    La relación entre el Pueblo Judío y la tierra de Israel comienza en la Era Bíblica, con el patriarca Abraham, y se prolonga hasta los pioneros del sionismo de fines del siglo XIX y los sobrevivientes del Holocausto, que juntos sentaron las bases del Israel actual.
    La simbiosis entre el Pueblo Judío y la tierra de Israel tiene su máxima expresión en Jerusalén, nuestra capital histórica, espiritual y política.
    Jerusalén es una de las ciudades más diversas del mundo, donde existe una fusión increíble entre lo antiguo y lo moderno, donde confluyen las campanadas de las iglesias, el llamado del Moazin desde los minaretes de las mezquitas y los rezos en las sinagogas. Es una ciudad de encuentro de las culturas, de la espiritualidad con lo cotidiano, del árabe con el judío, del creyente con el laico, del conservador con el innovador, de la tradición con la creatividad.
    Jerusalén es la ciudad a la cual judíos de todo el mundo añoran retornar tras siglos de exilio.
    En lo personal, les cuento que Jerusalén es también la ciudad donde nacieron los padres y los abuelos de mi señora Mijal y donde creció mi mamá. En Jerusalén trabajó la mamá de mi señora, específicamente en la Oficina del Primer Ministro, como secretaria de David Ben Gurion. Jerusalén es además la sede de nuestra Cancillería, donde yo trabajo regularmente en los años que no cumplo destinación en el extranjero.
    En fin, Jerusalén, siempre ha sido el alma del pueblo judío y desde la creación del Estado de Israel es su capital. Cualquiera que haya visitado Jerusalén debe haber presenciado esta realidad. Es por eso que estamos felices de que un número creciente de países reconozcan lo obvio y deciden trasladar su embajada a Jerusalén.
    Junto con la centralidad de Jerusalén en la vida judía, en esta celebración de los 70 años de la Independencia, estamos cerrando un año de recuentos y aniversarios muy significativos.
    En todo caso, la euforia de las celebraciones y conmemoraciones no debería ocultar una realidad menos alentadora: todavía sigue el rechazo de algunos de nuestros vecinos a nuestra existencia como estado judío y seguimos viviendo en un Medio Oriente turbulento y, por lo tanto, tenemos que ser muy cuidadosos, porque las amenazas son varias.
    Pero a la vez debemos reforzar nuestro compromiso con la paz, el entendimiento y la cooperación. Si bien Israel ha prosperado en un entorno complejo, estamos seguros que un ambiente de paz nos permitirá desarrollar todos nuestros potenciales. Y lo propio debería suceder con aquellos que hoy en día concentran sus esfuerzos en atacar a Israel, en vez de aprovechar las oportunidades que la vida entrega.
    Espero que ellos sigan el ejemplo de la paz que hemos logrado con países como Egipto, cuyo embajador nos honra hoy con su presencia, y con Jordania.
    Queridos amigos, en estos 70 años, un período muy corto en términos históricos, Israel ha cosechado logros importantes en ciencias, tecnología, agricultura, medicina, medio ambiente, cultura y sustentabilidad.
    Israel es reconocido mundialmente como uno de los grandes centros de innovación. La falta de recursos naturales, junto con los grandes desafíos y la característica de no estar nunca satisfecho, han permitido inventos y logros como: La reforestación del desierto, el riego por goteo, el tomate cherry, los mayores índices de tratamiento y reciclaje de agua, el pendrive, la tecnología para llamadas de voz vía Internet, la cura contra la esclerosis múltiple, varios Premios Nobel, la aplicación WAZE, Pillcam, Rewalk, la sala de cirugía inflable, y muchos otros.
    Pero la verdad es que lo que más nos enorgullece es que hemos podido compartir estos avances y aportes con el resto del mundo y, por cierto, también con Chile.
    En el tiempo que llevo como embajador en Santiago, hemos trabajado arduamente para que la relación entre nuestros países siga creciendo en forma significativa.
    En estos doce meses, hemos fortalecido las relaciones a nivel político, cultural, comercial y de defensa, con un fructífero trabajo junto con la Misión Comercial y la Agregaduría de Defensa, logrando organizar importantes delegaciones a Israel y además teniendo una participación destacada en ferias y conferencias locales.
    Y, en otro plano, hemos tratado de potenciar el área de cooperación, apoyando iniciativas como Teletón, proyectos de desarrollo comunal, y campañas de respeto a las minorías y su diversidad.
    El fortalecimiento de la relación bilateral y su futuro potencial ha sido captado en forma certera por la aerolínea Latam, que anunció hace poco que a partir de diciembre iniciará una línea directa de vuelos entre Chile e Israel.
    Quiero también contarles que la presente semana concretaremos el cambio de nuestra Embajada desde su antigua ubicación hacia nuevas y modernas instalaciones en la zona de Nueva Las Condes.
    Hoy en día, el trabajo de nuestra embajada goza de una cálida acogida de diversas instituciones políticas, diplomáticas, técnicas, académicas, empresariales, culturales y religiosas.
    Esto nos ha permitido desarrollar una tarea fértil, que ha sido apalancada por el apoyo de la comunidad judía de Chile y sus diversas organizaciones, muchas de ellas aquí presentes. A todos ustedes mis más profundos agradecimientos por ser buenos embajadores de Israel en Chile y de Chile en Israel.
    Quisiera dar un especial agradecimiento y destacar a nuestros amigos del Grupo Interparlamentario Chileno Israelí, por su gran labor durante el periodo anterior, liderados por el ex diputado Ramón Farías, y que para este nuevo periodo ya cuenta con más de 40 miembros, algunos de los cuales viajaron a Israel en enero pasado para conocer en terreno la situación del país. Aprovecho de agradecer al diputado Gonzalo Fuenzalida y a la diputada María José Hoffman, quienes dirigirán este grupo durante los próximos años.
    En esta misma línea, estamos muy contentos por la reciente puesta en marcha de un Grupo de Amistad con Israel en el Senado, que sin duda será un aporte adicional para fortalecer las relaciones bilaterales.
    En ocasiones anteriores he criticado los intentos de algunos grupos por perjudicar las relaciones de Israel con Chile. Lamentable esto no ha cambiado y, por eso esta noche, imbuido del espíritu de los 70 años, quiero hacer un llamado a la colaboración y al diálogo. Estoy seguro que dentro de la comunidad palestina hay muchísimas personas que comparten con nosotros el deseo de no importar a Chile los conflictos de Medio Oriente.
    Creo que ha llegado el momento de escuchar esas voces, para deponer la odiosidad y avanzar en una agenda constructiva.
    Queridas amigas y queridos amigos, aprovecho la oportunidad para renovar nuestro compromiso a seguir trabajando para estrechar y profundizar nuestros lazos y vínculos con el gobierno de Chile, el pueblo chileno y la sociedad chilena, para el bienestar de los dos países.
    Quiero agradecer a todos los diplomáticos y funcionarios de la embajada por la gran labor y el esfuerzo que hacen para fortalecer las relaciones entre Israel y Chile, a mi querida Mijal, mi compañera y socia en esta desafiante carrera y especialmente en esta misión en Chile.
    Finalmente, quiero agradecer a todos ustedes por compartir con nosotros este momento tan especial, esperando que estos 70 años de vida nos den un nuevo impulso para enfrentar en forma creativa nuestros grandes desafíos y para aprovechar las oportunidades que se nos presenten.
    Muchas gracias. Viva Chile, Viva Israel