Luego
de dos versiones realizadas de manera telemática, la semana pasada regresó a las
salas chilenas el Festival de Cine Seret, que en su séptima versión presentó lo mejor de la cinematografía israelí del último año.
El
festival estuvo en Cinemark del Alto Las Condes, con una amplia variedad
de películas, pasando de cintas históricas a otras de actualidad, matizando dramas
y comedias, y poniendo sobre la mesa temas que van desde los conflictos bélicos
hasta la inmigración de judíos rusos.
El
festival se abrió el 15 de marzo con una película que aborda tres ejes
centrales de la sociedad israelí, la minoría árabe, los ultrareligiosos y las
diversidades sexuales. Se trata de la cinta
Hummus Full Trailer, del director Asaf Kobrovsky, una comedia de equivocaciones
basada en la entrega intercambiada de tres containers que fueron importados al
país por distintas personas.
Respecto
de este regreso presencial a Chile, la cofundadora y directora artística del
festival, la chileno-israelí, Patty Hochmann, se mostró muy emocionada. “Es una
gran felicidad y un gran logro que, tras la pandemia, las personas en Chile
tengan la oportunidad de apreciar en el cine las mejores películas israelíes
del último año”.
“La
séptima versión del festival –que está integrado por cintas, directores y actores
premiados– da cuenta de lo variado y versátil que es Israel y de las diferentes
visiones que conviven en ese país”, agregó.
Entre
las películas más destacadas se encuentra la cinta antibélica “Imagen de
Victoria”, del aclamado director israelí Avi Nesher. Esta se sitúa en la
Batalla de Nitzanim, en medio de la Guerra de Independencia de Israel, en 1948,
donde se da espacio a las voces de dos lados en disputa: Israel y Egipto.
Otra
pieza fundamental es “Fragmentos”, cuya directora es Dina Perlstein, una mujer
judía ortodoxa. Lo anterior además marca un nuevo género cinematográfico, que
algunos llaman “glat kosher”. Se trata de directoras ortodoxas que filman
películas en que únicamente actúan mujeres. Hasta hace poco, a su vez, sólo
eran admitidas espectadoras del sexo femenino. Recientemente, eso cambió y
aceptaron que sus realizaciones también puedan ser vistas por hombres, como
pasará con este film. En esta cina se relata la historia de una mujer judía
ortodoxa, cuya hermana fue asesinada en el atentado de la AMIA, en Buenos Aires,
en 1994.
También
cabe destacar la cinta “Voces Doradas”, que da cuenta de la emigración de una
pareja de rusos desde la ex Unión Soviética a Israel. Además del valor del film
en sí mismo, este es el reflejo de una historia bastante desconocida a nivel
global: el traslado de un millón de rusos a Israel tras el colapso de la Unión
Soviética. La película, calificada como realista y emotiva, ha recibido
numerosos premios.
Otra
cinta de esta versión es una comedia que ha sido muy premiada. Se trata de
“Karaoke”, con la cual el director Moshé Rosenthal debutó con éxito en las
grandes ligas del séptimo arte. En ella retrata el aburrimiento y desgano ante
la vida de personas de mediana edad (sobre 60) y lo que sucede cuando un nuevo
vecino llega al edificio donde viven las protagonistas.
A
su vez, en algunas películas participan actores tan reconocidos como Joy Rieger,
que actúa en “Imagen de Victoria” y la comedia “Pastos Más Verdes”. En esta
última también es parte del reparto Dov Glickman, quien hace el papel de rabino
en la serie Shtisel.
El
festival Seret fue fundado hace doce años por tres mujeres israelíes: Patty Hochmann,
miembro de la Academia Israelí de Cine; Odelia Haroush y Anat Koren. El
festival es producido en Sudamérica por el cineasta Alan Fischer.
El
punto de partida tuvo lugar en Inglaterra. Con el transcurso de los años
llevaron lo mejor del cine israelí a otros países, tales como Holanda y
Alemania. El último país al que llegó Seret fue Argentina, donde la segunda
versión del festival está en pleno desarrollo.
En
cambio, Chile fue la primera nación de América Latina donde arribó el festival
en 2015. Y eso no es casual. Patty Hochmann, que nació y creció en Chile,
siempre deseó mostrar cómo era realmente la nación que la había acogido en su
juventud. “A pesar que han sido años difíciles, nunca nos rendimos ante la idea
de seguir presentes en Chile. A pesar de todos los consejos en otra dirección,
hicimos un festival en el cine justo después del estallido social y volvemos
ahora tras la pandemia sólo a salas de cine”, finalizó.