Llamadas anónimas a media noche, documentación sin
identidad, traslados encubiertos y oficinas convertidas en dormitorios. Estos
son parte de los ingredientes del corto documental “Embajador Moshé Tov:
podemos y debemos”, que revela los entretelones del trabajo realizado por la
Embajada de Israel en Santiago entre 1973 y 1975 para dar asilo político a unos
300 chilenos, entre ellos el entonces presidente de la coalición de partidos de
la Unidad Popular, Benjamín Teplizky.
La investigación del realizador Raúl Gamboni se estrenó en el Museo de la Memoria y los
Derechos Humanos, con el patrocinio de dos instituciones locales, B’nai B’rith
y Centro Progresista Judío.
Según los reportes de prensa rescatados en la investigación,
de los aproximadamente 300 asilados en Israel, hubo al menos 30 que iniciaron
el proceso refugiándose en las dependencias de la sede diplomática israelí en
Santiago, ubicada en aquel entonces en un edificio de oficinas frente al Parque
Foresta
Según el testimonio de Rivka Bercovich, una ex funcionaria
de la Embajada, el embajador Tov instruyó acomodar a los refugiados en las
oficinas de la sede diplomática y hacerse cargo rápidamente de sus necesidades,
especialmente leche y pañales para los más pequeños
En el documental, la historiadora Valeria Navarro explica
que los diplomáticos y funcionarios de la embajada pusieron en riesgo sus
propias vidas para evitar que se violara la inmunidad de sede diplomática y
actuaron coordinadamente con legaciones de otros países para salvar las vidas
de los perseguidos políticos.
Cabeseñalar que la proeza diplomática del embajador Moshé
Tov contó con el apoyo del entonces primer secretario Benjamín Orón y se
realizó bajo las instrucciones de los cancilleres israelíes Abba Eban, primero,
e Yigal Alon, después.
En forma póstuma, en septiembre de 2015, el Gobierno de
Chile realizó un reconocimiento público y entregó una distinción a la familia
de Moshé Tov, “por su valiente y desinteresada ayuda humanitaria, que contribuyó
a salvar la vida de miles de chilenos y extranjeros perseguidos por la
dictadura”.