“Siento un gran honor, el estar aquí hoy, ante ustedes, representando a los ciudadanos del Estado de Israel.
Somos un pueblo antiguo. El inicio de nuestra existencia se remonta a casi 4000 años. A los tiempos de Abraham, Isaac y Jacob. Fuimos nómades durante años, superamos a los más grandes enemigos y redefinimos nuestra autodeterminación en nuestro hogar histórico, la Tierra de Israel.
La trayectoria del pueblo judío a lo largo de la historia, nos enseñó dos cosas: Nunca renunciar a la esperanza. Siempre habrá un camino.
La esperanza señaliza el sendero hacia el futuro. La caminata lo protege.
Hoy, nuestra esperanza de futuro, enfrenta el desafío de Irán, equipada con armas nucleares, que pretende eliminarnos. Pero quiero que sepan que no siempre esto fue así.
Hace dos mil años, el Gran Rey Persa, Ciro, puso fin a la Diáspora de Babilonia. Él declaró una conocida resolución sobre el derecho del pueblo judío a retornar a la Tierra Santa y refundar el Templo judío en Jerusalén. Se trata de una declaración persa y así comenzó la amistad histórica entre los judíos y los persas, que continuara hasta la modernidad.
Pero en el año 1979, el régimen extremista en Teherán, se propuso destruir esa amistad, mientras se mantenía ocupado en reprimir la esperanza del pueblo iraní por la democracia, y también conducía el llamado a la “Muerte a los judíos”.
Desde entonces, los presidentes de Irán fueron y vinieron. Parte de ellos fueron considerados más moderados y otros, más extremistas. Pero todos por igual, defendieron la misma fe intolerante, al mismo régimen que no olvida que la verdadera fuerza en Irán, siempre estuvo en manos del Dictador, conocido como “Máximo Líder”. Al principio, el Ayatollah Jomeini y ahora el Ayatollah Khamenei. El presidente Rohani, tal como los presidentes que lo antecedieron, es un leal servidor del régimen. Él fue uno de los seis únicos candidatos a los que el régimen autorizó a ir por el cargo. Alrededor de 700 fueron impugnados.
Entonces, ¿por qué fue el elegido? Rohani encabezó el Consejo Superior de Seguridad Nacional de Irán entre los años 1989 y 2005.
En ese mismo período, activistas iraníes dispararon a matar contra líderes de la oposición en Berlín. Asesinaron a 85 personas en el Centro de la Comunidad Judía de Buenos Aires. Mataron a 19 soldados norteamericanos cuando explotaron las Torres de Khobar en Arabia Saudita.
¿Acaso podemos creer que Rohani, el asesor de seguridad nacional de Irán, de entonces, no sabía nada con respecto a esos ataques?
Por supuesto que sabía.
Del mismo modo que sabían los jefes de seguridad iraníes sobre las explosiones en Beirut, en donde murieron 241 marines norteamericanos y 58 paracaidistas franceses, hace treinta años.
Rohani, también se desempeñó como Director principal de las negociaciones de Irán, entre los años 2003 y 2005. Él fue quien diseñó la estrategia que permitió a Irán avanzar en su programa nuclear, detrás de la pantalla de humo de contactos diplomáticos y de una retórica tranquilizadora.
Sé que Rohnai no se oye como Ahmadinejad. Sin embargo, cuando se habla del programa nuclear de Irán, la única diferencia entre ellos, es que Ahmadinejad era un lobo en la piel de un lobo y Rohani es un lobo en la piel de una oveja. Un lobo que cree ser capaz de cegar la mirada de la comunidad internacional.
Como todos, quisiera creer en las palabras de Rohani, pero debemos concentrarnos en las acciones de Irán.
Y se trata de una contrariedad significativa. La misma contradicción excepcional entre los dichos de Rohani y los hechos de Irán, que tanto preocupan.
Rohani se paró aquí, en éste mismo podio, hace solo una semana, elogiando la democracia iraní. Democracia iraní, así lo dijo.
Pero el régimen que él representa, mata a cientos de opositores políticos y detiene a muchos miles de ellos.
Rohani habló de la “Tragedia humana que se sucede en Siria”, pero Irán colabora en forma directa con Assad en masacrar a multitud de hombres, mujeres y niños inocentes en Siria. El mismo régimen también apoya al régimen sirio que tan solo recientemente, hizo uso de armas químicas contra su propio pueblo.
Rohani condenó el “Violento golpe del terrorismo”, pero fue Irán quien promovió, planificó y perpetró atentados terroristas en 25 ciudades en los cinco continentes, en tan solo los últimos tres años.
Rohani condenó “Los intentos de modificar el equilibrio regional a través de enviados”, pero es Irán quien actúa en forma activa, objetando la estabilidad de Líbano, Yemen, Bahrein y otros países del Medio Oriente.
Rohani promete “Diálogo constructivo con otros países”, pero hace dos años, agentes iraníes intentaron atentar contra el embajador saudita en Washington.
Y hace tan solo tres semanas, el 11 de septiembre, un agente iraní fue interceptado cuando intentaba reunir información para un posible atentado contra la embajada norteamericana en Tel Aviv. Ese es el diálogo constructivo.
Ojalá pudiera emocionarme por la invitación de Rohani a sumarme a su “ola” –al mundo que se manifiesta contra la violencia y el extremismo. Pero las únicas olas que Irán creó en treinta años, fueron olas de violencia y terrorismo que inundaron la región y el mundo entero.
Ojalá pudiera creerle a Rohani pero no puedo, debido a que las evidencias son un hecho. Y la evidencia es que el cruel record de Irán contradice absolutamente la retórica tranquilizadora de Rohani.
El último viernes, Rohani nos aseguró que Irán “Nunca optó por el engaño… y el ocultamiento” en todo lo referido a su programa nuclear.
¿Nunca optó por el engaño y el ocultamiento? En el año 2002, Irán fue descubierto en caliente mientras construía la planta subterránea de centrífugas en Natanz en forma secreta. Y luego, en 2009, Irán fue nuevamente descubierto. En esa oportunidad cuando construía una enorme planta subterránea para el enriquecimiento de uranio, vecino a Qum.
Rohani nos dice que no nos preocupemos. Él nos asegura que todo eso no está destinado a producir armas nucleares. ¿Acaso alguien de ustedes le cree?
Si ustedes creen eso, van algunas preguntas que quizás querrán preguntar.
¿Por qué un país que sostiene estar interesado solamente en energía nuclear, construye plantas subterráneas de enriquecimiento de uranio ocultas?
¿Por qué un país con recursos de energía natural enormes, invierte miles de millones de dólares en el desarrollo de energía nuclear?
¿Por qué un país que pretende solamente un programa nuclear civil, continúa burlando las muchas decisiones del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas y soporta las elevadas y paralizantes sanciones económicas?
Y ¿Por qué un país con un programa nuclear de fines pacíficos, desarrolla misiles balísticos intercontinentales, misiles cuyo único objetivo consiste en portar ojivas nucleares? No se fabrican misiles de ese tipo para portar ojivas a una distancia de miles de km. Se producen con un solo objetivo: portar ojivas explosivas nucleares e Irán fabrica ahora misiles que según Estados Unidos serán capaces de llegar a una ciudad en tres o cuatro años.
¿Por qué lo hacen? La respuesta es simple. Debido a que Irán no produce un programa nuclear con fines de paz. Irán desarrolla armas nucleares.
En tan solo el último año, Irán enriqueció tres toneladas de uranio a un nivel del 3,5%. Multiplicó el depósito de uranio enriquecido al 20% y agregó miles de innovadoras centrífugas avanzadas. Irán también continuó su tarea sobre el reactor de agua pesada en Arak para poder desarrollar el circuito de plutonio, hacia el arsenal nuclear.
Y desde la elección de Rohani, y lo destaco, ese inmenso y puntual esfuerzo, continúa sin pausa.
Señores y señoras, ¿Depósitos nucleares subterráneos? ¿Reactor de agua pesada? ¿Centrífugas de avanzada? ¿Misiles balísticos intercontinentales?
No es tan difícil hallar pruebas que Irán persigue un programa de armas nucleares. Justamente, lo difícil es hallar pruebas que Irán no persigue un programa de armas nucleares.
El año pasado, cuando diserté aquí en Naciones Unidas, establecí una línea roja. Irán se cuidó mucho de no cruzar esa línea. Irán se dispone a cruzar esa línea corriendo en el futuro, y producir bombas nucleares cuando lo decida, antes que la comunidad internacional pueda identificarlo ni cualquier vecino detenerlo.
Pero Irán enfrenta un grave problema, sanciones.
Desde hace años, sostengo, incluso sobre este podio, que el único camino para frenar a Irán del desarrollo de armas nucleares con fines de paz, es la articulación de graves sanciones con una amenaza militar creíble. En el presente, esa política arroja sus frutos.
Gracias a los esfuerzos de muchos países, una parte importante de ellos representado hoy aquí, y la conducción de Estados Unidos, las graves sanciones lograron afectar la economía de Irán. Los ingresos por petróleo descendieron, su moneda colapsó. Los bancos se ven en dificultades de transferir dinero.
Como consecuencia de ello, se ejerce sobre el régimen una enorme presión por parte del pueblo iraní por levantar las sanciones, Esa es la causa para la elección de Rohani, en primer lugar. Esa es la causa de su ofensiva de encantamiento. Él pretende que las sanciones sean levantadas. Esto puedo asegurarlo a ustedes, pero no está dispuesto a renunciar a cambio, al programa de armas nucleares de Irán.
Vean cómo funciona la estrategia. En primer lugar, sonría mucho. La sonrisa no puede dañar. En segundo lugar, pague de la boca para afuera por la paz, por la democracia y la tolerancia. En tercer lugar, proponga concesiones carentes de sentido a cambio de levantar las sanciones. En cuarto lugar, y lo más importante, garantice que a Irán le quede suficiente material nuclear y estructura para correr hacia la bomba, cuando lo decida.
¿Saben ustedes por qué Rohani piensa que puede triunfar con su artificio? Debido a que su estrategia de hablar mucho y hacer poco, funcionó para él en el pasado. Incluso abundó en ello. He aquí, las palabras que escribió en su libro en el año 2011, durante su gestión como jefe del equipo de negociación nuclear de Irán: “Cuando hablamos con los europeos en Teherán, colocamos equipamiento en Isfahan…”Para quien no lo sepa, la planta en Isfahan es parte indispensable del programa de armas nucleares de Irán. Esa planta es el sitio donde se convierte el polvo de uranio con el nombre de torta anaranjada, en material pasible de ser enriquecido.
Rohani escribió: “La generación de un clima calmo nos brindó la posibilidad de completar nuestra tarea en Isfahan”.
Condujo al mundo negando una vez. Ahora cree que podrá hacerlo nuevamente. Rohani cree que puede comer su torta anaranjada y dejarla entera.
Y tiene otro motivo para pensar que se salvará del castigo: Corea del Norte.
Tal como Irán, Corea del Norte, también declaró que su programa nuclear era con fines de paz. Tal como Irán, Corea del Norte, también propuso concesiones sin sentido y promesas vacías, a cambio de alivios en las sanciones. En el año 2005, Corea del Norte aceptó un acuerdo que mucha gente de buenas intenciones elogió. En un artículo en The New York Times, de entonces, se escribió: “Desde hace muchos años, gente experta en temas internacionales señalaban a Corea del Norte como última pesadilla… Un régimen dictatorial cerrado, hostil y paranoico con un programa nuclear agresivo. Muy pocos podían predecir un resultado exitoso. Y de todos modos, Corea del Norte aceptó el principio de desmantelar su programa de desarrollo de armas nucleares. Retornar al Tratado de No Proliferación de Armas Nucleares, avanzar con los recursos de protección del Tratado e ingresar a los inspectores internacionales…
Parece que la democracia de verdad funciona”.
Un año después, Corea del Norte activó su primera bomba nuclear.
Al mismo tiempo, sin reducir el peligro de Corea del Norte nuclear, ese peligro empalidece frente al riesgo de Irán con armas nucleares en su poder.
Irán con armas nucleares, tendrá el sostén de ahogo sobre los principales recursos de energía del mundo. Conducirá al enriquecimiento nuclear a todo lo largo del Medio Oriente y convertirá la región más inestable sobre la faz de la tierra, en una carga explosiva nuclear.
Por primera vez en la historia, el terror nuclear se transformará en un peligro claro e inmediato. Irán con armas nucleares en el corazón del Medio Oriente no será otra Corea del Norte más. Será como 50 Coreas del Norte!
Sé que hay en la comunidad internacional quienes piensan que exagero en la amenaza. Saben que el régimen iraní lidera llamados de “Muerte a Estados Unidos”, “Muerte a Israel”. Que agita por eliminar a Israel del mapa. Pero piensan que esa retórica falsa es solo ruidosa arrogancia a los fines internos.
¿Acaso no aprendieron nada de la historia?
En el siglo pasado, aprendimos una lección central. Cuando un régimen extremista con aspiraciones globales obtiene enorme poder, su tendencia a la agresividad se vuelve ilimitada.
Puede ser que el mundo haya olvidado esa lección. Pero el pueblo judío no lo ha olvidado.
El fanatismo de Irán no es una ruidosa arrogancia, es real.
No podemos permitir a ese régimen fanático equiparse con armas nucleares.
Sé que el mundo está cansado de guerras. Nosotros en Israel conocemos demasiado bien el precio de la guerra, pero la historia nos enseñó que a fin de impedir una guerra mañana, debemos ser firmes hoy.
Y eso despierta el interrogante, si la diplomacia es capaz de frenar esa amenaza. La única solución diplomática que funcionará es la que desmantele absolutamente el programa nuclear de Irán y le impida desarrollar un programa así en el futuro. Tenía razón el Presidente Obama al decir que Irán debe respaldar sus palabras con una acción transparente y significativa, que sea creíble.
Para que sea significativa, a cada solución diplomática, se le debe exigir a Irán hacer cuatro cosas:
1- Interrumpir todo enriquecimiento de uranio, tal como lo determinaran las resoluciones del Consejo de Seguridad.
2- Retirar de su territorio todos los depósitos de uranio enriquecido.
3- Desmantelar las estructuras con capacidad de salto nuclear, inclusive la planta subterránea junto Qum y las centrífugas de avanzada en Natanz.
4- Interrumpir toda tarea en el reactor de aguas pesadas para la producción de plutonio en Arak.
Esos pasos pondrán fin al programa de armas nucleares de Irán y evitarán su posibilidad de avance.
Algunos están dispuestos a permitir a Irán, conservar alguna capacidad de enriquecimiento de uranio. Les propongo poner mucha atención a lo que Rohani dijo en el mensaje ante el Consejo Superior de la Revolución Cultural, publicado en 2005:
“Un estado que puede enriquecer uranio a un nivel del 3,5%, tendrá también la capacidad de enriquecerlo al 90%. Un estado con capacidad de reciclar combustible, casi se asegura que podrá también fabricar armas nucleares”.
Exactamente así, exactamente por eso, debemos desmantelar el programa de armas nucleares de Irán en forma plena y con capacidad de verificarlo. Por eso, también debemos continuar la presión sobre Irán.
Esto es lo que debe hacer la comunidad internacional. En primer lugar, continuar con las sanciones. Si Irán avanza con su programa de armas nucleares durante la negociación, aumenten las sanciones. En segundo lugar, prohibido aceptar un acuerdo parcial. El acuerdo parcial levantará las sanciones internacionales que fueron creadas durante muchos años y a cambio, obtendrán concesiones parciales que Irán podrá modificar en pocas semanas. En tercer lugar, levanten las sanciones solo y si Irán desmantela absolutamente su programa de armas nucleares.
Amigos,
La comunidad internacional bajó a Irán de las tablas. Si quieren derrotar el programa nuclear de Irán sin guerra, no levanten la presión. Mantengan la misma.
Todos queremos una oportunidad de éxito a la diplomacia pero cuando se trata de Irán, cuánto más alta la presión, la probabilidad es más alta.
Hace tres décadas, el Presidente Reagan dijo: Confiar pero verificar. En toda referencia al programa nuclear de Irán, mi propuesta es: No confiar y verificar.
Señores y Señoras:
Israel nunca aceptará armas nucleares a manos de un régimen extremista que promete una y otra vez borrarnos del mapa. En contraposición a esa amenaza, no tendrá Israel otra opción que auto-defenderse. Que quede absolutamente claro: Israel no permitirá a Irán alcanzar armas nucleares. Si Israel se ve obligada a enfrentarlo solo, lo hará solo. Pero Israel sabe que cuando se enfrenta solo, protege a muchos otros.
El peligro de Irán con armas nucleares y la presencia de muchas otras amenazas en nuestra región, condujo a muchos de nuestros vecinos árabes a reconocer el hecho que Israel no es su enemigo. Eso nos brinda la oportunidad de superar una vieja hostilidad y generar nuevos lazos, nuevas amistades y forjar nuevas esperanzas.
Israel celebra nuevas relaciones con el amplio mundo árabe. Esperamos que los intereses comunes y los desafíos comunes que enfrentamos conduzcan a la conformación de un futuro de paz.
Israel continúa sus esfuerzos por lograr la paz histórica con sus vecinos palestinos. Una paz que ponga fin al conflicto entre nosotros, de una vez y para siempre. Pretendemos una paz basada en la seguridad y el reconocimiento mutuo, en donde el estado palestino desmilitarizado reconozca al estado judío de Israel.
Me mantengo comprometido al alcance de una conciliación histórica y a la construcción de un futuro mejor para los israelíes y los palestinos por igual. Por supuesto que no tengo fantasías con respecto a la dificultad de ello. El proceso de paz entre los israelíes y los palestinos comenzó hace veinte años. Seis primeros ministros en Israel y yo, entre ellos, no logramos alcanzar la paz con los palestinos. Mis antecesores en el cargo, estuvieron dispuestos a renuncias dolorosas. También yo lo estoy, pero hasta ahora, los líderes palestinos no demostraron la disposición a hacer las dolorosas concesiones que deben hacer para terminar con el conflicto. Para que haya paz, los palestinos deben reconocer el estado judío y se deben atender las necesidades de seguridad de Israel.
Estoy dispuesto a una concesión histórica para lograr la paz verdadera y permanente. Pero nunca renunciaré a la seguridad de mi pueblo ni a la seguridad de mi estado –único estado judío.
Señores y Señoras:
Un frío día del Siglo XIX, mi abuelo Natan y su joven hermano Yehuda, estaban parados en una estación de trenes en el corazón de Europa. Una pandilla de delincuentes los vió y corrió hacia ellos con palos, gritando “Muerte a los judíos”. Mi abuelo le gritó a su hermano que huya para salvar su vida y se enfrentó solo a la multitud enardecida.
Lo golpearon hasta que perdió el conocimiento y lo dejaron morir. Antes de perder la conciencia, ahogándose en su sangre, se dijo: “Que vergüenza. Los descendientes de los Macabeos se hunden en el barro, sin poder defender sus vidas”. Él se prometió a sí mismo que si sobrevivía llevaría a su familia a la patria de los judíos para construir un futuro para el pueblo judío.
Yo estoy aquí hoy como Primer Ministro de Israel debido a que mi abuelo cumplió su promesa.
Muchos israelíes tienen una historia familiar similar. Un padre o abuelo que huyó de todo tipo de represión imaginable, que llegaron al país para comenzar una vida nueva en su vieja patria. En el presente, el golpeado pueblo judío se convirtió en un pueblo efervescente y exitoso. Un pueblo que se auto-defiende con el valor de los Macabeos modernos, un pueblo que desarrolló un sinnúmero de posibilidades de futuro. En nuestro tiempo se materializó la visión de los profetas.
Señores y Señoras:
El pueblo de Israel retornó a su hogar y nunca más volverá a ser arrancado de allí”.