En dependencias del Ministerio de la Mujer y la Equidad de Género, se desarrolló el conversatorio que contó con la participación de la PhD Daniela Mazor, especialista israelí argentina en derechos, sexualidad y prevención del abuso en personas con discapacidad, de la Secretaría General de la Asociación Israelí de Terapia Sexual, quien expuso de la materia durante la jornada.En la oportunidad, se contó con la presencia del Jefe de Misión Adjunto de la Embajada de Israel en Chile, David Anzarout, y Mariela Hernández, Asesora Ministerial de Género del Ministerio de Desarrollo Social y Familia. Al inicio, la Directora Nacional Servicio Nacional de la Mujer y la Equidad de Género, Priscilla Carrasco Pizarro, envío un video de saludo, por encontrarse en la región de Magallanes. Asimismo, la actividad contempló panelistas invitados representantes de SernamEG, especialistas de la academia y de la salud, quienes se refirieron a importantes temáticas vinculadas al encuentro.
En la apertura del conversatorio, el Director Nacional del Senadis, Daniel Concha Gamboa, destacó: “En junio, se realizó la 16° Conferencia de los Estados Partes de la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad en Nueva York, y uno de los temas abordados fue la situación actual, los avances y los desafíos, para garantizar la igualdad de acceso y la accesibilidad de las personas con discapacidad a los servicios de salud sexual y reproductiva. En este sentido, estamos conscientes que es una necesidad urgente de avanzar en el respeto a los derechos sexuales y reproductivos de las personas con discapacidad, desde un enfoque de derechos, género e inclusión. Nuestra misión es trabajar junto a quienes son especialistas y cuentan con experiencia en este ámbito, con la participación de las personas con discapacidad, el mundo académico y de la salud. Es primordial avanzar hacia una atención inclusiva, igualitaria y accesible en la salud sexual y reproductiva de las personas con discapacidad.”
Al finalizar, PhD Daniela Mazor, especialista israelí argentina, quien en su visita a Chile participó de distintas instancias donde se reunió con madres, padres y profesionales para exponer sobre los derechos de las personas con discapacidad en el campo de la sexualidad y la prevención del abuso sexual. Al respecto, y sobre las acciones que el Estado y las organizaciones pueden implementar, destacó: “Hay mucho por hacer tanto en Chile, como en Israel y en el mundo, porque los derechos sexuales en el año 2023, que todos conocemos como derechos humanos, cuando se habla de personas con discapacidad aparecen tantas barreras y obstáculos que hay que cruzar y enfrentar. Por ejemplo, la desinformación, la falta de información fácil y simple para personas con discapacidad cognitiva, la falta de acompañamiento a las personas y a las familias en el ámbito de la sexualidad. Para ello, primero es importante como Estado reconocer el tema, y entender que el modelo social de la discapacidad establece que la discapacidad no está en la persona sino en el entorno. Muchas veces los profesionales no cuentan con las capacitaciones adecuadas para la atención de personas con discapacidad, y no existe accesibilidad en los centros de estudios. Considero que es fundamental trabajar de la manera más holística, con las personas con discapacidad, con las familias, con los profesionales. La sexualidad no es un problema, la sexualidad habla de crecer, de tener pareja, de tener una familia, de conocer nuestros cuerpos, es un derecho humano que los Estados deben tomar en cuenta y brindar los servicios para que las personas se sientan seguras, responsables y prevenir el abuso sexual”.
Durante el desarrollo del conversatorio, la integrante del panel, Jéssica Lillo Acuña, profesional del Área Mujeres, Derechos Sexuales y Reproductivos de SernamEG, señaló: “Como SernamEG trabajamos arduamente cada día en el fortalecimiento de las autonomías y ejercicio pleno de derechos de las diversidades de mujeres procurando eliminar todas las formas de discriminación hacia nosotras. En este sentido, la interseccionalidad conlleva a que las niñas y mujeres con discapacidad experimenten a lo largo de su vida una doble discriminación, asociadas al género, y las derivadas de la propia discapacidad. Desde este lugar, y como institución pública, a través del convenio con Senadis, la conformación de la Mesa Intersectorial integrada también por el Ministerio de la Mujer y la Equidad de Género, busca impulsar la transversalización del enfoque inclusivo, de género y derechos contribuyendo así a la urgente necesidad del cambio cultural y de paradigma, en el ámbito de los derechos sexuales y reproductivos en discapacidad”.
Por su parte, la también panelista, Paz Mieres González, Directora Académica de Escuela La Tribu, expresó: "Sin salud menstrual no hay ejercicio de los derechos sexuales y reproductivos. En nuestro rol, dentro de la formación de profesionales hemos visto las graves falencias en el abordaje de la salud menstrual por desconocimiento en esta materia, lo que impiden el goce y ejercicio de los derechos sexuales y reproductivos en niñas, adolescentes y mujeres. Ante esta situación, sabemos que la violencia, discriminación y exclusión a la que están expuestas las mujeres, por el sólo hecho de menstruar aumenta al doble si le sumamos la discapacidad. La invitación es que el Estado incorpore la salud menstrual como un indicador de salud pública, ya que es parte del ejercicio de los derechos sexuales y reproductivos, porque mirarla, medirla y analizarla, da cuenta de la salud global y específica”.
En tanto, Andrea Von Hoveling, Médica Ginecóloga, subespecialista en Ginecología Pediátrica y de la Adolescencia, planteó: “Todos y todas tenemos derechos sexuales y reproductivos y somos capaces de sentir placer. Pese a esto, las personas con discapacidad son percibidas como asexuadas, por lo que se las despoja de sus derechos sexuales por considerarlos innecesarios e improcedentes. Faltan iniciativas a nivel de salud y educación que den herramientas para permitir que cada persona, independiente de su diversidad funcional, pueda disfrutar una corporalidad consciente y una vida sexual sana, segura y feliz”. Von Hoveling, es referente en violencia sexual del Hospital El Carmen de Maipú, y pertenece a la Red de Expertas en Ginecología.
Dentro del panel, también participó, Álvaro Besoaín Saldaña, Kinesiólogo, del Departamento de Kinesiología, Núcleo en Desarrollo Inclusivo de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile, quien destacó: "Es sumamente importante incorporar la diversidad en las transformaciones del Estado, especialmente, considerando la interseccionalidad en el abordaje de los derechos sexuales y reproductivos. Me parece muy relevante la articulación entre instituciones del Estado sobre género, discapacidad junto a la sociedad y la academia, para así abordar temas tan relevantes y vigentes para la población, muy recurrente en servicios de educación, salud y muchos otros. No dejar a nadie atrás, requiere avanzar en la defensa de derechos considerando la diversidad, accesibilidad y eliminar el capacitisimo”.
Durante la actividad, se contó con representantes del Consejo de la Sociedad Civil, personas con discapacidad, y representantes de organizaciones. Además de profesionales vinculados a inclusión, discapacidad y género del SernamEG, Senadis, y de los ministerios de Desarrollo Social y Familia, y de la Mujer y la Equidad de Género.
El Tercer Estudio Nacional de la Discapacidad, III ENDISC, establece que el 17,6% de las personas adultas del país presenta algún grado de discapacidad, lo que equivale a 2.703.893 personas. De ellas, un 11,4% presenta discapacidad severa y un 6,2% presenta discapacidad leve o moderada.
El Estudio también evidenció que la prevalencia de la discapacidad es mayor entre las mujeres que entre hombres, con un 21,9% y un 13,1%, respectivamente. Estas brechas de género se observan en todos los grupos etarios y todos los niveles de ingreso.
Fuente: PRENSA SENADIS