Digitalización no es
solamente pasar del papel al computador. Es un proceso que implica una mayor
accesibilidad de los datos, nuevos paradigmas de comunicación y la posibilidad
de analizar, procesar y proyectar.Esto es lo que hizo
Israel con su modelo de salud hace casi 30 años, generando un sistema centralizado
de información para conectar hospitales, consultorios y centros médicos,
permitiendo a cada doctor acceder a datos relevantes de salud del paciente en
cualquier punto de atención, de manera de afinar el diagnóstico y escoger el tratamiento
más adecuado, ahorrando tiempo y dinero.
Pero incluso más
importante es que, gracias al desarrollo del big-data, esta gran cantidad de
datos acumulados ha permitido a las autoridades de salud identificar
tendencias, realizar investigaciones y planificar soluciones.
Así, los datos
acumulados son analizados para establecer perfiles de pacientes con mayor
propensión a desarrollar enfermedades graves, por ejemplo, cáncer. Y para ellos
se diseñan planes de medicina preventiva, que podrían salvarles la vida.
Naturalmente, el
sistema está dotado de altos estándares en cuanto a privacidad de datos y seguridad
cibernética de la información. Por eso, las investigaciones se realizan sobre
la base de pacientes reales y de sus datos médicos relevantes, pero sin conocer
sus identidades.
Gracias a esta
primera revolución digital, Israel cuenta hoy con un sistema de salud público,
universal, sin fines de lucro, eficiente y de alta calidad. No por nada, el
índice Better Life situó a Israel sobre el promedio de la OCDE en términos de
satisfacción de los usuarios respecto de su sistema de salud, y esto a pesar de
que Israel tiene uno de los costos por paciente más bajos del mundo y que el
sistema debe hacerse cargo de las particularidades culturales de ciertos grupos
de la población, como los judíos ortodoxos y los árabes israelíes.
Si bien la digitalización
permitió incentivar un desarrollo multidimensional del sistema de salud de
Israel, el factor I+D+i (Investigación, Desarrollo e Innovación) ha catapultado
los estándares aún más arriba.
Así, aprovechando que
Israel destina casi el 5% del producto nacional a I+D+i, el año 2018 se lanzó
un plan gubernamental para enfocar recursos, esfuerzos e incentivos para
potenciar el ecosistema de salud.
Gracias a este plan, en
cinco años Israel se convirtió en un centro de innovación en salud, con más de 1.500
startups activas, pioneras en avances en medicina predictiva, atención médica
personalizada, telesalud, big-data, inteligencia artificial y más.
De hecho, en 2022, Israel
ocupó el sexto lugar en el Índice Mundial de Innovación en Atención Médica, una
posición que ha mantenido consistentemente durante varios años.
Pero más allá de los
rankings, este plan quinquenal ha puesto sobre la mesa varias innovaciones de
alto impacto, que han prolongado la huella de los grandes descubrimientos de la
ciencia médica israelí.
Así como hace más de
40 años el médico israelí Michel Mirowski implantó el primer desfibrilador portátil
y a comienzos de los 90 la firma israelí Medinol irrumpió con sus stent
coronarios, en los últimos años han surgido en Israel otras varias iniciativas
disruptivas en salud.
Por ejemplo, el Sniffphone es una herramienta desarrollada
por el profesor Hossam Haick del Technión, que simplifica el proceso de
diagnóstico, a través de un complemento que se instala en el celular y que
permite identificar enfermedades a partir del aliento del usuario.
Otro invento de gran
potencial fue desarrollado profesor Tal Dvir de la Universidad de Tel Aviv, que ha logrado imprimir en 3D un corazón con
tejido y vasos humanos, lo que abre la puerta a la producción de corazones
aptos para trasplantes.
En el plano de la
discapacidad, el ReWalk de Argo Medical
Technologies permite a los parapléjicos ponerse de pie, caminar e incluso subir
escaleras, con la ayuda de un robot "exoesqueleto".
Por su lado, el Hospital Hadassah Ein Kerem está trabajando arduamente en el cultivo
de organoides a partir de las células de órganos enfermos, con la finalidad de
probar nuevas drogas y tratamientos hasta llegar a una solución personalizada
que se puede aplicar con seguridad y efectivad en el órgano del paciente
original.
Variastecnologías médicas
desarrolladas en Israel ya están en Chile. Entre ellas, destacan dispositivos
de telemedicina, láseres quirúrgicos, sistemas de dermocosmética, dispositivos
de asistencia para ciegos, equipos de esterilización no invasiva de ambientes,
neuromodulación eléctrica, diagnóstico telemático, monitoreo sanitario a
distancia, test rápidos, dispositivos móviles para hemogramas, entre otras.
En definitiva, la
experiencia de Israel arroja algunas luces sobre el impacto de la innovación,
no sólo para sanar a la gente, sino también para prevenir enfermedades,
enfrentar desafíos sanitarios, hacer más eficiente y focalizado el gasto en
salud y entregar una atención oportuna y de calidad.
Parte importante de
este modelo y de sus tecnologías más relevantes estarán presentes en Israel
durante el mes de noviembre, en el marco de la Conferencia MIXiii Health-Tech.IL.
Este evento será una
oportunidad para conocer las principales tecnologías en salud y fomentar aún
más el intercambio de conocimientos entre los líderes de la industria, y por
eso la Embajada de Israel está organizando una delegación público-privada que
pueda explorar en terreno nuevos caminos de cooperación Chile-Israel.