Durante el último año, cuatro gobernadores regionales, tres
rectores de universidades, cuatro alcaldes mapuches y decenas de empresarios y
profesionales han visitado Israel para conocer modelos y tecnología en temas de
innovación, salud digital, ciberseguridad y cambio climático. Pero el común
denominador de todas estas delegaciones ha sido la búsqueda de soluciones para
enfrentar la escasez de agua.
Es que Chile, como muchos otros países, está enfrentando
desafíos gigantescos en materia hídrica, desafíos que Israel encontró desde su
creación, pero que, pese a las condiciones adversas, logró superar para obtener
una total independencia hídrica, convirtiéndose en el líder mundial de la
gestión del agua.
Recordemos que el año pasado, con el declive del Coronavirus,
el mundo volvió a concentrarse en la amenaza existencial más apremiante: el
calentamiento global y el cambio climático.
Una de las principales áreas gravemente afectadas por el
cambio climático es el ciclo global de precipitaciones, lo que conduce a menos
lluvia, más sequías y eventos de lluvia extrema que traen consigo más problemas
que bendiciones. En este marco, los modelos de gestión y las soluciones
tecnológicas innovadoras son claves para enfrentar la crisis climática, tanto en
la adaptación como en la mitigación.
La estrecha conexión entre la crisis del agua y la crisis
climática quedó claramente reflejada en la declaración resumida de la COP 27, y
será un tema central en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Agua,
que se inaugurará el próximo Día del Agua, el 22 de marzo, en Nueva York.
Se estima que más de un tercio de la población mundial vive
en zonas con escasez hídrica, fenómeno que podría agravarse en las próximas
décadas, a medida que se intensifiquen los poderosos procesos del cambio
climático, el crecimiento de la población mundial, la creciente demanda del
recurso para los procesos industriales y agrícolas, y el avance de la desertificación.
La escasez de agua está provocando migraciones, conflictos y
hasta guerras, poniendo a cientos de millones de personas en todo el mundo en
riesgo de desplazamiento debido al panorama poco alentador que se prevé para
los próximos años.
Para superar este desafío, debemos entender que esto
implicará formular una campaña integral que requerirá que se integren todos los
pasos necesarios, tales como: orientar y educar en la conservación del agua;
aumentar la eficiencia en el uso del agua; acumular financiamiento
internacional, público y privado; rehabilitar las fuentes de agua contaminada;
fomentar las inversiones y la I+D; y, ante todo, aprender a aplicar una buena
gestión del agua a escala local, nacional, regional y mundial.
Además, debemos explorar nuevos enfoques para invertir en
infraestructuras y servicios relacionados con el agua y el saneamiento, al
tiempo que garantizamos el derecho de cada persona al este recurso vital. Es
importante que se haga énfasis en la disponibilidad y el intercambio de
información sobre la cantidad, calidad, distribución y acceso al agua.
En este sentido, Israel puede hacer una contribución
significativa al mundo por su avanzado modelo hídrico y su ecosistema de I+D.
Un ejemplo de lo anterior es el tratamiento y reciclaje de aguas residuales:
Israel tiene un récord mundial en este campo, con el 95% de sus aguas
residuales tratadas, de las cuales casi el 90% se reutiliza en la agricultura.
Otro campo en el que Israel tiene un récord mundial es la
prevención de las fugas de agua en las redes urbanas, con una pérdida que está
bajo el 5%, gracias a una variedad de tecnologías y métodos para detectar fugas
a través de sensores remotos. Cabe señalar en muchos países se pierde casi la
mitad del agua producto de las fugas.
Abordando estos desafíos de manera global y coordinada,
sería posible reducir y prevenir en gran medida la contaminación ambiental y la
destrucción de los sistemas naturales, al mismo tiempo que se lograría que el
agua tratada y purificada fluya de regreso a la naturaleza y la agricultura.
Sería posible reducir simultáneamente las emisiones a gran escala de gases de
efecto invernadero, aumentar la resiliencia agrícola contra el cambio
climático, permitir que haya más agua en la naturaleza para que los sistemas
naturales, evitar la destrucción innecesaria de los sistemas ecológicos como
resultado de la contaminación o escasez de agua, y mucho más.
La desalinización de agua de mar, el uso de agua salobre en
la agricultura, el riego por goteo, el desarrollo de variedades agrícolas que
consumen menos agua, e incluso la extracción de agua del aire, son campos que
se desarrollan en Israel.
Los conocimientos acumulados y las mejores prácticas de
Israel son compartidas con naciones amigas en todo el mundo, de manera de
enfrentar unidos estos desafíos cruciales para la humanidad.
En el caso de Chile, tan sólo en el último año, se han
concretado varias iniciativas para conocer el ecosistema hídrico de Israel, tratando
siempre de recrear el círculo virtuoso entre sector público, privados y
academia. Así, cabe destacar las delegaciones de las gobernaciones de Santiago,
Biobío, Ñuble y La Araucanía, la Asociación de Municipalidades con Alcalde
Mapuche, las universidades Católica del Maule y Católica de Temuco, y la
Universidad de Chile, además de 16 empresarios que viajaron al Agtech Tour
Israel 2022. A los viajes se suma la participación de Israel en las mesas
hídricas locales en Coquimbo y Las Condes, y el inicio de la construcción de
una planta desalinizadora en la Comuna de Quinteros por parte de la mayor
empresa israelí de este rubro.
En el Día Mundial del Agua, que se celebra el próximo 22 de
marzo, la invitación es a seguir generando conciencia hídrica y a potenciar las
colaboraciones internacionales para enfrentar la escasez del vital elemento.