Saludos del Presidente del Estado de Israel a las
Comunidades Judías en la Diáspora
con motivo de Rosh Hashaná 5774
Septiembre 2013
Queridos amigos,
Estoy feliz de extender mis mejores deseos a las comunidades judías de todo el mundo, en mi nombre y en nombre del pueblo de Israel en general, para el Año Nuevo - un nuevo comienzo - que yo espero traerá la paz, estabilidad, crecimiento económico y las oportunidades que conducen a grandes logros.
En el inicio de Rosh Hashaná, y como un presagio de optimismo para el año que viene, los israelíes y los palestinos han regresado a la mesa de negociaciones con toda su fuerza. En este tiempo de esperanza para el futuro, oramos para que estos esfuerzos logren rendir los resultados tan esperados que hemos estado anhelando, lo que nos permitirá disfrutar de los frutos de la paz con esperanza en el corazón de un futuro mejor para todos nosotros.
En el Medio Oriente el polvo aún no se ha asentado, en los cambios dramáticos que han barrido a través de nuestra región. Esperamos que a partir de este período de inestabilidad surja la posibilidad de que los países de nuestro entorno puedan encontrar la libertad y la prosperidad que aspiran, y que un amanecer prometedor se eleve sobre esta parte del mundo. En estos tiempos turbulentos, Israel sigue siendo una isla de estabilidad en un mar de incertidumbre y continuará firme en la adversidad - ya se trate de terror, las ambiciones nucleares de Irán, o los ataques con misiles contra nuestros ciudadanos. Nuestras oraciones por un mar en calma van de la mano con el escudo inquebrantable que tenemos alrededor de nuestra isla.
Israel no ha estado descansando en sus laureles y ha seguido avanzando hacia nueva fronteras de la ciencia, la tecnología y la medicina, a partir de nuestros excepcionales recursos humanos para expandir estos esfuerzos. Se ha hecho de sí mismo un paso cada vez más fuerte en estos dominios a través de emocionantes avances innovadores y creativos utilizados para la búsqueda de soluciones para problemas tales como el agua y la escasez de alimentos que constituirán un gran alivio para las comunidades afectas por la sequía y otros problemas ambientales, junto con técnicas de vanguardia en la investigación del cerebro que van a cambiar nuestras vidas y descubrimientos significativos en el espacio y el lecho del océano que arrojaran luz sobre muchos de los misterios del mundo, entre muchos otros.
Aunque muchos retos que aún quedan por delante, estamos seguros de nuestra fuerza y estamos cada vez más seguros de nuestro propósito como país contribuyente. El vínculo que ha unido a las comunidades judías en el extranjero con Israel y el adagio de ser responsables unos de otros nos recuerdan que no estamos solos en esta misión. En esta aspiración, la participación de las nuevas generaciones es fundamental, y esperamos que todas y todos los jóvenes se unan a nosotros en este viaje hacia un futuro mejor. Juntos, vamos a seguir luchando por un mundo mejor - Tikkun Olam - y por un Israel en la que los valores morales son fundamentales para nuestra forma de vida.
Desde Jerusalén, les deseo a todas las comunidades judías en el mundo un año más de paz, alegría, buena salud y prosperidad.
Shana Tova U’Metuka!
Shimon Peres