“Las personas creían que era una broma cuando empezamos hace dos años, e incluso ahora recibimos algo de eso. Pero SpaceIL no solo no es una broma, sino que creará la agenda de la educación e investigación científica en Israel en el futuro, creemos”, dijo Landberg, quien también es el presidente de innovación en la agencia publicitaria Publicis Israel, al medio Times of Israel.
Parece que el proyecto de SpaceIL tiene más creyentes cada día. De hecho el lunes pasado Bezeq, la compañía de comunicaciones más grande de Israel, anunció oficialmente que creía en el futuro espacial de Israel, como lo plantea SpaceIL. Bezeq ha firmado como el patrocinador oficial del proyecto y, en una conferencia de prensa de Tel Aviv, describió cómo proveerá infraestructura, mano de obra y apoyo financiero a la iniciativa que muchas personas esperan que sea el logro científico más grande de la historia joven de Israel.
La misión de SpaceIL, según la organización, es construir exitosamente, lanzar al espacio y aterrizar en la tierra una cápsula espacial – la cual convertiría a Israel en el cuarto país del mundo en lograr esto.
La inspiración del proyecto provino inicialmente de un concurso de Google, llamado LunarX, el cual prometió entregar 30 millones de dólares a un equipo que pueda aterrizar un diseño robótico en la luna y llevar a cabo varias misiones, como tomar un video de alta definición y traerlo a la tierra, explorar la superficie de la luna al moverse 500 metros por sobre ella o, alternativamente, enviar un vehículo que atraviese dicha distancia.