"El Monte del Templo en Jerusalén es el centro de los corazones y estamos manteniendo el status quo por diversos medios. Sin embargo, el status quo no autoriza a llevar bombas caseras a la mezquita de al-Aqsa. El status quo indudablemente no debe permitir el lanzamiento de bombas incendiarias y de piedras.
Hemos dado órdenes a la policía y a las demás fuerzas de seguridad de actuar contundentemente contra este fenómeno y también quiero tratar la cuestión de aquellos comerciantes, de aquellos palestinos que estaban allí en la calle, en la que una mujer judía fue apuñalada y se desangró, y la escupieron y le dieron patadas. He pedido que estas personas sean investigadas, juzgadas y que sus tiendas sean cerradas conforme a la ley. No podemos aceptar que estos hechos se repitan en ningún lugar del mundo y evidentemente tampoco en la capital de Israel.
También exigimos una acción contundente contra la incitación, incluyendo sus orígenes, Hamas, la Autoridad Palestina; pero principalmente y ante todo el origen de la incitación en los últimos años que es el Movimiento Islámico en el Estado de Israel. Actuaremos contra él también. Con todas estas medidas, creo que lograremos importantes resultados y que podremos acabar con esta oleada, como lo hicimos con otras anteriormente".