Significado del Estado de Israel y su importancia
Muchos decenios antes de la creación del Estado, en 1948, la comunidad internacional reconoció la Tierra de Israel, como Hogar Nacional del Pueblo Judío. Representantes palestinos se negaron, por su parte, a reconocer a Israel como Estado del pueblo judío. No se trata de un tema semántico. Es una problemática esencial vinculada al alcance de la paz.
El corazón del conflicto sigue siendo la resistencia de los palestinos a aceptar la existencia de Israel como Estado Nacional del Pueblo judío.
El pueblo judío constituyó siempre una nación con una cultura, a pesar de la desconexión prolongada de su Estado. Miles de años antes de la aparición de la idea, el Tratado de Paz de Wetsfalia, el pueblo judío generó su identidad política en la Tierra de Israel.
Tanto desde el punto de vista histórico como desde el punto de vista del sionismo moderno, la identidad judía se vio forjada a través de la sensación de identidad de pueblo, capturada por la identidad, el suelo, la religión, la cultura y una lengua en común.
La paz, verdadera y duradera, será posible solo si los palestinos reconocen a Israel como Estado del pueblo judío, a la par del reconocimiento del estado palestino como Estado del pueblo palestino.
La solución al conflicto llegará por medio de dos estados para dos pueblos, viviendo uno al lado de otro, en paz y seguridad.
El Estado judío y la libertad religiosa
El término “Estado judío”, se vincula, en particular, al nacionalismo. Desde su aparición en la antigüedad, el pueblo judío constituyó una Nación, con una cultura, anclada en el marco básico de su identidad como el judaísmo y la lengua hebrea.
Israel es al pueblo judío lo que Francia es al pueblo francés, Irlanda a los irlandeses y Japón a los japoneses.
Cada nación cuenta con el derecho de definir el estado por sí misma, en la forma que elija así como Egipto se autodefine como República Árabe de Egipto y Grecia como República Helénica, así también Israel se autodefine como Estado del Pueblo judío.
El Estado de Israel es un estado democrático que garantiza la libertad de culto para todos sus ciudadanos. La Declaración de la Independencia determina, con claridad, que “Garantizará la libertad de culto, de conciencia, de lengua, educación y cultura: cuidará de los Lugares Santos para todas las religiones”.
El sistema del régimen democrático de Israel, la división de autoridades en su seno, la libertad de expresión y la fuerte defensa de los derechos civiles que existen en ella garantizan que esos ideales se lleven a la práctica. Por ello, el reconocimiento al Estado de Israel como Estado nacional del pueblo judío no viola, de ninguna manera, la libertad de culto garantizada a todos los ciudadanos de Israel.
La relación del Pueblo judío hacia la Tierra de Israel se origina en la presencia judía continua durante los últimos 3.500 años.
Hallazgos arqueológicos y registros históricos demuestran que los judíos vivieron, de manera continua en la Tierra de Israel, durante los últimos 3.500 años. Cuando el Segundo Templo fue destruido por los romanos, la comunidad judía de Israel contaba con más de mil años. Los romanos enviaron a la diáspora solo a una parte de la población judía y, durante miles de años después, hubo – sin interrupción - presencia judía en la Tierra de Israel.
Si bien la idea de recrear el Estado judío en la Tierra de Israel se vio potenciada a partir de las graves persecuciones y los fuertes pogromos, ésta surgió, en esencia, de la convicción que solo en un Estado judío soberano, puede el pueblo judío auto-expresarse de forma plena e independiente.
El anhelo del pueblo judío a la independencia política fue reconocido desde hace largo tiempo por otros, mucho tiempo antes de la aparición del sionismo moderno, a finales del siglo XIX. A modo de ejemplo: en 1762, Juan Jacobo Rousseau escribió: “Me parece que nunca podremos entender lo que dicen los judíos hasta que tengan un Estado libre, escuelas y universidades en las que puedan hablar con libertad y deliberar, sin peligro, sobre sus asuntos. Solo entonces podremos saber lo que tienen para decir”.