Discurso de despedida de Shimon Peres

Discurso de despedida de Shimon Peres

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    He venido a darles las gracias por el privilegio que me dieron de servir a nuestro país y su gente durante los últimos siete años. No hay mayor privilegio. Gracias.

  • GPO: Shimon Peres
     
    Israel, este pequeño país, se ha convertido verdaderamente en un gran estado.

    No conozco ningún otro país en la faz de la tierra a través de la historia, que asombrase y sorprendiese tanto.

    Estamos unidos. Haciendo que su naturaleza floreciese exuberantemente. Resucitado de entre las ruinas, sobreviviendo al terrible Holocausto. Luchando en siete guerras. Devolviendo un idioma a la vida. Respetando sus tradiciones y progresando hacía la modernidad.

    Y al mismo tiempo construyendo un país que sigue desarrollándose. Un país que lleva consigo valores y la práctica de la democracia. Un país sin recursos naturales, que en su lugar utiliza el ingenio de su gente. Nuestro recurso humano es mucho más precioso que los pozos de petróleo o las minas de oro. Un país que se estableció sobre una base histórica y se convirtió en un estado excepcional en el campo de la ciencia. Un país de música. Un país de literatura. Un país que busca la paz día y noche.

     
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    Dejo la Presidencia sin alejarme de mi fe. Voy a seguir sirviendo a mi país como un profundo creyente pensando que Israel es un Estado ejemplar.

    Somos un pueblo que ha experimentado una agonía inimaginable. Y somos un pueblo que hemos alcanzado lo más alto en los logros humanos. Hicimos grandes esfuerzos. Pagamos un precio muy alto.

    Nunca olvidaremos a nuestros hermanos y hermanas que murieron en el Holocausto. Recordaremos a los caídos en batallas, que trajeron nueva vida a un pueblo redimido.

    Es un gran privilegio ser un ciudadano entre los ciudadanos que saben del esfuerzo y de la lucha. Que hizo un esfuerzo altísimo y llevo la esperanza hasta el primer rocío de nuestro amanecer.

    Volvimos. Construimos. Luchamos. Rezamos. Hasta que empezamos a ver los contornos que incluso nos sorprendieron. Somos un pueblo antiguo que está envejeciendo. Somos un pueblo, primero y ante todo, que se reconstruye una y otra vez.

    Israel nació como un precedente y creó precedentes. A pesar de ser pocos en número entre las naciones, nuestra gente llevó consigo su gente tan grandemente como cualquier otra. El primero en rebelarse contra los prejuicios fue Moisés. Una nación que se rebeló contra el Faraón. Que destrozó ídolos. Que destrozó ilusiones. Una nación que caminó por el desierto hasta llegar a su casa, su destino.

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    Subimos montañas y bajamos con las Tablas de los Diez Mandamientos que se convirtieron en los cimientos sobre los que nuestra nación fue construida y que fueron adoptados por la civilización occidental.

    Seguimos y seguiremos con este gran legado. Todavía hay ídolos por romper, esclavos a los que liberar, vidas que salvar y justicia que defender. Todavía queda un mundo que arreglar. Aunque seamos una minoría entre las naciones. Incluso si servimos como objetivo del mal - no nos desviaremos de nuestra herencia moral.

    A los desafíos no se les invita. Se producen espontáneamente. Así es como se produjo el desafío actual. No me imaginé que en los últimos días de mi Presidencia me llamarían, una vez más, para consolar a familias en duelo. Lágrimas en sus ojos. Y fe en sus corazones.

    No me imaginaba que iba a suceder de nuevo, después de haber sido atacados con cohetes que estaban destinados a hacer daño a civiles inocentes. Y después de descubrir túneles destinados a matar, destinados a penetrar en el corazón de las comunidades civiles y disparar a madres y a niños. Debemos alertar al mundo de la locura de la amenaza terrorista.

    El terrorismo tiene como objetivo derramar nuestra sangre. Y conduce al derramamiento de sangre entre su gente. Nunca tal minoría ha desgarrado el tejido de todas las sociedades. Tan cruelmente enviando a niños a actuar como escudos para sus crímenes.

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    Hamás ha puesto, una vez más, a cientos de miles de los habitantes de Gaza en peligro, dentro de un campo de tiro. Los terroristas han transformado Gaza, que tiene más de 3000 años, en una tragedia hecha por el hombre.

    Nos fuimos de Gaza por nuestra propia voluntad, e incluso ayudamos a reconstruirla. Por desgracia, pasó a manos de terroristas fanáticos, quienes destruyeron las estructuras de rehabilitación y la transformaron en una maquinaria de terror y asesinato.

    Israel no es el enemigo del pueblo de Gaza. Lo contrario es cierto, Israel construyó el paso de Erez para abrir una puerta de entrada a Gaza. Nosotros no abrimos fuego. Devolvimos el fuego cuando se nos disparó. Luchamos contra los terroristas para traer la paz a nuestro pueblo. También fueron crueles con su propio pueblo, quitando la comida a los bebés para financiar el terrorismo. Sembraron la muerte y cosecharon la muerte.

    Obligaron a sus hijos a servir de escudos humanos y los enviaron al frente. Lo vuelvo a decir, lo digo claramente, los árabes no son nuestros enemigos. La política de asesinatos es el enemigo. Es también el mayor peligro para el mundo árabe.

    Hamás disparó, pero no puede responder a dos preguntas sencillas.

    ¿Cuál es la razón para abrir fuego? Gaza no está ocupada y cuando no disparan esta abierto.
    En segundo lugar, ¿qué es lo que quieren lograr? Se pueden lograr cosas sin disparar, cosas que se pierden cuando se abre fuego.

    Durante 68 años el terror ha estado dañando a su gente. Nunca ha salido victorioso. Solo ha traído oscuridad a su pueblo y destrucción a su tierra.

    El terror no tiene respuestas y no saca las conclusiones correctas. Israel saldrá victorioso sobre el terrorismo porque buscamos la paz y solo queremos defender nuestra casa.

    Israel va a ganar por las Fuerzas de Defensa de Israel. Gracias a la dedicación de sus excelentes comandantes y soldados. No hay otro ejército como el ejército israelí. Su poder es grande. Su equipamiento es de lo más avanzado. Sus valores son claros.

    El país se enorgullece de su ejército. La gente ama al ejército. La nación confía en él.

    Cuando fui a confortar, estos últimos días, a los que habían perdido a sus seres más queridos, sentí una tristeza que no tiene ningún consuelo, pero también vi la magnitud de nuestros caídos. La muerte truncó sus vidas y reveló su grandeza. Iluminó las profundidades de sus personalidades junto a la valentía de sus corazones.


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    Nadie tuvo que explicarles nada. Ellos sabían la realidad. Por sí mismos. Se fueron hacia la batalla incluso antes de que se les mandará al frente. Ellos se ofrecieron como voluntarios para misiones peligrosas y lucharon como leones. Rápidos pero no imprudentes. Llevaron el legado de nuestros antepasados ​​y la valentía de los jóvenes.

    Sus corazones estaban llenos de amor por sus familias, por su país, por su gente. Los padres educados y los hijos superaron las expectativas del país.

    Visité comunidades que habían sido bombardeadas. Comunidades que crearon sociedades maravillosas y nuevos campos arados. Conocí a los fundadores rodeado por árboles frutales. Y niños que abogan por la libertad y la fraternidad. Todos son conscientes del peligro. Pero están convencidos de nuestra capacidad para superarlo.

    Miembros de la Kneset,

    Permítanme decir sobre este estrado - no hay nadie como ellos.

    Añadiré, la fuerza de Israel se extrae de su unidad. La unidad de una nación que lucha y construye. Una nación de buenos ciudadanos, que se alistan cuando son jóvenes y se ofrecen como voluntarios para el servicio de la reserva mucho después.

    Israel es una nación que vive sola. Pero tenemos amigos. En Estados Unidos y en Europa, en Asia, en Australia y en África. Les estoy muy agradecido.

    Es difícil entender cómo en todo el mundo, en las calles y las plazas, manifestantes salen en apoyo de los terroristas y condenan a los que se defienden a sí mismos. Ellos levantan consignas en el aire sin dar una respuesta al terror. Alientan e incitan a la violencia.

    También es difícil entender cómo un Consejo que lleva las palabras "derechos humanos" en su nombre, decidió establecer un comité para investigar quién tiene la razón. ¿Son los asesinos o los que se niegan a ser asesinados?

    Si el derecho a la vida no es el primer derecho entre los derechos humanos, ¿cuál es el valor de los otros derechos? Los terroristas tratan de restringir la libertad al tráfico aéreo. No debemos someternos a ellos. Los gobiernos deben paralizar el terror y no suspender los vuelos. En los países que se rigen por la ley, el cielo debe estar abierto y los terroristas ser detenidos.

     

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    Miembros de la Kneset,

    No hay lugar para dudar de nuestra victoria. Sabemos que la victoria militar no será suficiente. No hay seguridad permanente sin paz permanente. Del mismo modo que no hay verdadera paz sin seguridad real.

    No hay un orden cronológico cuando se trata de nuestros principios fundacionales. En nuestra búsqueda de la paz no debemos renunciar a la seguridad. En nuestros esfuerzos para garantizar nuestra seguridad, no debemos renunciar a las perspectivas de paz. Un pueblo que puede ganar guerras también puede traer la paz a sus hijos. Aun cuando la paz parece eludirnos, estamos lo suficientemente determinados a alcanzarla. Hemos sido testigos de ello en el pasado.

    Recuerdo cuando los expertos decían que Egipto nunca firmaría un tratado de paz con nosotros. Que Jordania nunca firmaría un acuerdo de paz con Israel antes que Siria. Que nunca se levantaría un ala contra el terror entre los palestinos. Que nunca los líderes árabes alzarían sus voces por la paz y contra el terrorismo, en su propio idioma y no sólo en inglés, en los países árabes y no sólo en Europa. Líderes árabes que condenan los secuestros y están abiertos a intercambios de tierra. Líderes árabes que están de acuerdo en dos estados, siendo uno de ellos claramente el Estado de Israel, que es una patria judía en su naturaleza y en su constitución.


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    Nunca hubo un experto que pudiera haber predicho que un día la Liga Árabe, que grabó en su bandera los tres "No" de Jartum, publicaría una iniciativa que los refuta todos y, en cambio, sugirió una propuesta propia de un camino hacia la paz, no sólo entre israelíes y palestinos, sino en todos los países árabes. Aunque no podemos aceptar esta propuesta en su totalidad, no podemos pasar por alto su valor.

    Como Ben Gurion dijo: "No hay expertos para el futuro, sólo hay expertos en el pasado." Ciertamente, el futuro requiere de los creyentes, no necesariamente expertos. El futuro se construye. No heredado de profetas. Con el fin de asegurar el futuro de Israel como Estado judío y democrático, Israel ha aceptado la solución basada en dos estados para dos pueblos. Un estado judío - Israel. Y un estado árabe para los palestinos.

    Esta solución es aceptada por la mayoría de los pueblos del mundo y por la mayoría del mundo árabe.

    Miembros de la Kneset,

    He venido a despedirme como ciudadano, como un hombre cuyo sueño sigue vivo. Como un hombre que ha aprendido de la experiencia que la grandeza de la realidad de Israel es mayor que el sueño que engendró en su amanecer.

    Me despido de mi posición como Presidente, pero no de mí deber como ciudadano. He sido un Presidente que ha amado a su pueblo. A partir de ahora, yo soy un ciudadano enamorado de mi pueblo. No voy a renunciar a mi derecho a servir a mi pueblo y mi país. Y voy a seguir ayudando a construirlo, con una profunda creencia en que un día se conocerá la paz.

    Que Israel sabrá defender la justicia social y elevará sus ojos al sueño hecho realidad de sus profetas. Que Israel seguirá siendo judío en su legado y democrática en sus prácticas. Que salvaguardará la libertad de expresión y la libertad de investigación. Que seguirá sobresaliendo a nivel científico a escala global. Que será un país moral. Un país que ejercerá la igualdad de todos sus ciudadanos - judíos, musulmanes, cristianos, drusos, beduinos y circasianos. Así lo prometimos en nuestra Declaración de Independencia. Así lo prometimos en nuestro libro de leyes. De modo que practicamos sobre las directrices de nuestros líderes.

    La visión social del profeta Amos, como la visión política del profeta Isaías, son nuestras guías. Nos mandaron tomar la justicia social y la paz mundial como principios rectores de nuestras acciones. Israel nació sobre los cimientos de estos principios. Hoy crecen sobre los hombros de la ciencia. No hay ninguna contradicción entre los dos y no la debería haber.

    Durante mis visitas a los muchos rincones únicos y diversos de Israel, entré en cada lugar con la curiosidad de un explorador y regresé con un corazón lleno de orgullo. Descubrí en todas partes y cada vez gente trabajadora, con un talento sin fin, niños maravillosos y sorpresas que no se pueden describir.

    Por lo tanto, al dejar mi posición oficial voy a seguir siendo un ciudadano lleno de esperanza. Esperanza de un futuro mejor. Esperanza en la paz. Espero que el sueño de hoy creará una realidad ejemplar. Cuando regreso y me encuentro con la belleza y la fuerza del Estado de Israel, me veo derramando una lágrima. Tal vez emocionado, un poco más que mis amigos más jóvenes. Debido a que a lo largo de los años he sido testigo de la increíble viaje, y de los milagros de Israel.

    Junto a David Ben Gurion, la vi luchando por su vida. Con pocos recursos pero con un sinfín de peligros. Y hoy, la veo de pie, fuerte. Segura. Floreciente. Con éxito en todos los campos. Veo a mi país prometiendo un futuro emocionante a nuestros hijos e hijas.

    Amigo, Reuven Rivlin, el próximo Presidente electo de Israel,

    Te deseo mucho éxito, sirve a la nación de forma positiva, como ya lo haces. Con tu gran corazón. Con tu cara llena de luz. Ya tienes lo que se espera de un Presidente. Estoy seguro de que tendrás éxito en el camino y fortaleceras el futuro del Estado de Israel

    Miembros de la Kneset,

    La naturaleza de la democracia parlamentaria está en curso, un debate apasionado. Esto es democracia. Así es como debe ser. Si se me permite, sobre todo en estos días en que tenemos que estar unidos, en estos días difíciles en los que los ojos de la nación están en sus líderes, en ustedes. Por favor - no mermen el debate. Es la esencia de la democracia. Y así debe permanecer. Pero hacedlo con mutuo respeto, con un sentido de destino compartido y con gran respeto por la opinión pública israelí, que no merece nada menos de sus representantes.

    Gracias a todos desde el fondo de mi corazón.