MÁS ALLÁ DE MASADA

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    ​UN CORTO ASCENSO HASTA LA FORTALEZA TZUBA
  • Foto:Haaretz/Fortaleza Tzuba
     
    Deléitese en la historia de esta fortaleza de los Cruzados fuera de los caminos más conocidos, donde el sometimiento de Israel a la Europa medioeval se vislumbra a lo grande.
     
    Para llegar a la Fortaleza Tzuba por la carretera, salga de la Ruta 1 en el cruce de Beit Shemesh y después suba por el pintoresco ascenso a lo largo de la Ruta 395 en el cruce de Eshtaol. El kibbutz Tzuba está a alrededor de 10 kilómetros más adelante.
     
    El sitio puede ser cómodamente explorado a pie en alrededor de una hora. Mientras se deleita en la historia medieval y las extensiones de uvas madurando, puede ser una buena idea dejar a sus niños bajo la supervisión de los abuelos en el Kiftzuba Adventure Park que está al lado, donde ellos estarán entretenidos con los castillos inflables, los trenes en miniatura y los carros chocones.
     
    Parte de lo que hace a una visita a la Fortaleza Tzuba tan interesante es que enfatiza la dominación anterior de Israel y el Medio Oriente a la Europa medioeval. De hecho, los castillos escoceses y las fortalezas de los Cruzados en el Levante están similarmente diseñados y una vez sirvieron para funciones similares –controlar una frontera o un área recientemente conquistada, y mantener al enemigo a raya.
     
    Jerusalem era el objetivo final de los fanáticos ejércitos Cruzados. Con su ferviente sentido mesiánico de destino, ellos avanzaron a través de Nebi Samwil y conquistaron la ciudad santa en junio de 1099. Los musulmanes y judíos locales que no salieron a tiempo fueron masacrados por los Cruzados.
     
    Pero como los Cruzados pronto descubrieron, una cosa era obtener Jerusalem, y otra muy distinta hacer que su poder y presencia se sintieran en la región. Su solución fue una red de ciudadelas que servían simultáneamente como sus torres de vigilancia de los caballeros sobre la región, sus lugares de oración y sus residencias. Ellas también brindaban un descanso muy necesitado a los exhaustos peregrinos cristianos.
     
    Esta fortaleza –a la cual ellos llamaron Belmont –controlaba la ruta clave entre Yaffo y Jerusalem. Mientras explora, puede identificar características comunes a las ciudadelas construidas durante ese período en Israel –y toda Europa, para el caso –tales como las murallas dobles que protegían la seguridad interior, y las cámaras exteriores abovedadas con sus techos de espina de pescado. La estructura es probable que haya sido erigida hacia el final del reinado de Balduíno III (1131-1174), el rey del Reino Latino de los Cruzados en Jerusalem, el cual en su apogeo se extendía desde Eilat hasta Beirut.
     
    La palabra ¨explorar¨ es la palabra operativa aquí. A diferencia de las ciudadelas cruzadas de Monfort y Belvoir más al norte, Belmont no ha sido todavía restaurada. La entrada es gratis, pero tendrá que ser su propio guía, especialmente en determinar qué partes del sitio recientemente excavado son de la época de los Cruzados, y cuáles pertenecen al Período Musulmán posterior. (Esto es parte de lo que hace el sitio tan curioso –para estar seguro, no hay señales detalladas y multilingües para guiarlo). Como regla general, las estructuras hechas de piedras más grandes y cortadas más rústicas que se ajustan juntas como un rompecabeza en 3D son de los Cruzados. Aquellas hechas de piedras más pequeñas tipo guijarros sujetadas juntas por argamasa son del posterior Período Turco, cuando la fortaleza se acomodó a generaciones de líderes de los poblados.
     
    Una caminata a través del kibbutz, con su colina con la fortaleza como domo justo enfrente, se reduce a un sendero pavimentado que lleva a los terrenos de la fortaleza de los Cruzados. Presenta vistas magníficas de 360 grados de Abu Ghosh, Mevasseret, Sión, el Hospital Hadassah Ein Karem, y el tráfico congestionado de la Ruta 1 hacia y desde Jerusalem.
     
    Siga el más bien descuidado sendero marcado en azul alrededor de la cima en la dirección del reloj. Encontrará dos puntos de observación superlativos desde donde los Cruzados mantenían una estrecha vigilancia sobre las entradas a Jerusalem, una hacia el norte y la otra al sur. Cerca del final del recorrido hay un par de cámaras abovedadas, con el característico techo espina de pescado de los Cruzados. Sus escalas han sido desgastadas en el punto donde una vez se unían para formar una cruz. Infestado de mosquitos, el colchón en el piso sugiere una ocupación temporal de invasores de un período más reciente.
     
    Después que los Cruzados fueron forzados fuera de la región, Belmont se convirtió en parte del poblado árabe Suba. Éste tenía una población de alrededor de 600 personas antes de su destrucción en la Guerra de Independencia de Israel en 1948. Las fuerzas egipcias de la Hermandad Musulmana estuvieron ocasionalmente estacionadas en Suba, la cual estaba entonces en el frente jordano, atacando al tráfico israelí en la ruta a Jerusalem. Fue conquistado por el Palmach en junio de 1948.
     
    El área inmediata ha retenido su población de alrededor de 600 personas, en el kibbutz renombrado Tzuba ligeramente hacia el sur. Además de proveer una muy necesitada distracción en Kiftzuba, el kibbutz también tiene una bodega vinícola de alta calidad, algunos de cuyos vinos tintos y blancos han sido reconocidos internacionalmente con medallas de oro y plata. Estos viene de viñas de primera incluyendo las que usted pasará en su camino al kibbutz.
     
    También se pueden hacer desvíos a pie a sitios más antiguos, incluyendo la recientemente excavada cueva de Juan el Bautista, prensas de vino que se remontan al período del Segundo Templo, y el suministro de agua natural de la localidad en el antiguo manantial de Ein Tzuba.
     
    Finalice su visita en la entrada del kibbutz con un bien ganado café helado con sabor a vainilla de tamaño gigante, servido personalmente para usted en una profunda butaca lujosa del Hotel Belmont.
     
    Se puede llegar al kibbutz Tzuba por el Superbus 183 desde Binyamei Hama (el Centro Internacional de Convenciones), Jerusalem. El Kiftzuba Adventure Park, a la entrada del kibbutz, cobra una entrada. Se puede contactar con el parque al 054-563.7068.
    Haaretz
    POR: Jacob Solomon
    (Traducción por el Consulado General H. de Guayaquil)
     
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