CRISTIANOS BAJO SITIO

CRISTIANOS BAJO SITIO

  •   POR: Aviad Kleinberg
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    EDITORIAL DE OPINIÓN: POR ALGUNA RAZÓN, OCCIDENTE ACEPTA EL SUFRIMIENTO DE LOS CRISTIANOS EN PAÍSES MUSULMANES COMO UN PROBLEMA INTERNO EN EL QUE NO SE JUSTIFICA INTERVENIR
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    En Egipto las iglesias nuevamente están siendo quemadas. Esto sucede ahí de tiempo en tiempo cuando hay una crisis nacional o cuando un  miembro de la minoría cóptica está en una disputa con alguien de la mayoría musulmana. ¿Por qué?
    Porque ser un “verdadero” árabe significa ser musulmán. En los ojos de muchos en Egipto (y otros países musulmanes) el islam es el aglutinante cultural-nacional de la sociedad egipcia.  Aquellos que no pertenecen a la religión dominante todavía tienen derechos civiles, pero en un sentido más profundo son considerados extranjeros.
    Este punto de vista es paradójico, ya que en ambos países los “extranjeros” son los miembros de la mayoría. El cristianismo era la religión dominante en Egipto antes del islam. Los coptos eran parte de una antigua población que ya estaba ahí cuando los conquistadores musulmanes llegaron en el siglo VII. El cristianismo cóptico no llegó con los colonos. Es antiguo y profundamente enraizado, como los movimientos cristianos no occidentales en Iraq, Líbano y Siria. En todos estos países, los cristianos están en mala situación. En otros países musulmanes su situación es peor (de acuerdo a estimados, cerca de un millón de cristianos fueron asesinados en Sudán).
    Las cosas no siempre fueron así. Históricamente hablando, el islam es una religión más tolerante que el cristianismo. Hasta el siglo XX un cristiano que vivía en un país islámico estaba mucho mejor que un musulmán que vivía en tierra cristiana. Todo esto cambió en la edad moderna. El Occidente adoptó una posición de tolerancia religiosa y difuminó su identidad cristiana. El mundo musulmán, por otro lado, ajustó el nexo entre nacionalismo e islamismo.
    Los coptos, a pesar de sus antiguas raíces egipcias, son considerados menos egipcios que los ciudadanos musulmanes del país y son tratados de acuerdo a eso. Cuando los musulmanes se sienten amenazados, ellos atacan a la comunidad cristiana local.
    Esto no ocurre solamente durante épocas de crisis. Cuando un periódico danés publica una caricatura del profeta Mahoma, las iglesias son incendiadas  en el mundo musulmán. Cuando la Hermandad Musulmana quiere expresar su identidad religiosa en Egipto, lo hace atacando a sus hermanos cristianos.
    El régimen no alienta estos ataques porque acepta, al menos en teoría, el concepto civil occidental de acuerdo al cual todos los ciudadanos tienen derechos iguales. Condena los ataques a ciudadanos respetuosos de la ley, independientemente de su creencia religiosa. Pero en el terreno, las autoridades tienden a hacerse los de la vista gorda. Los atacantes raramente son castigados o reciben un castigo muy ligero.
    A pesar de que los coptos constituyen alrededor del 10% de la población egipcia, su representación en el gobierno y en las instituciones educativas es minúscula. En Egipto siempre encontrará un ministro o gobernador copto. Las autoridades de la iglesia son invitadas a eventos oficiales (y declaran su lealtad al régimen), pero por lo general se acepta un acuerdo no verbal para que los miembros de la minoría se mantengan en su lugar.
    Ante esta situación, muchos ciudadanos cristianos de países musulmanes eligieron marcharse. La población cristiana en los estados musulmanes está disminuyendo gradualmente. A la mayoría de estos países parece no importarles, por el contrario. Pero lo que es sorprendente es que este hecho es aceptable para el Occidente “cristiano”.
    El acoso y discriminación constante que las minorías cristianas sufren son vistos por Occidente como un problema interno que está relacionado a la cultura local y; por lo tanto, no se justifica intervenir en él. Los cristianos están siendo asesinados en Algeria o Sudán? Las iglesias están siendo quemadas en Egipto? Esto es desagradable, pero no demasiado malo.
    Podemos darnos cuenta que en países donde el nexo entre la definición nacional y la definición religiosa es demasiado ajustado, pertenecer a una minoría religiosa no es lo más agradable. Esta verdad se vive no solo en Egipto.
     
    (Traducción por el Consulado General H. de Guayaquil)          
     
    Agosto 28 de 2013, Ynetnews