El Estado de Israel festejó el cumpleaños del Presidente de la nación, Sr. Shimon Peres. Los líderes de Israel y el mundo elogiaron al presidente porque con sus 90 años, se muestra lúcido, calmo, pleno de iniciativas e ideas. Al ser interpelado sobre el “secreto” de su lucidez y su calma constante, siempre declara que el “secreto” consiste en continuar en la acción y el trabajo.
El tema del trabajo, con posterioridad a la edad jubilatoria es un tema doloroso en Israel. Una población de adultos, creciente y en aumento, quiere continuar trabajando. El trabajo tiene una importancia para ellos, sin vinculación a su manutención. El trabajo le da sentido a la vida, representa una oportunidad de contacto social y de generar vínculos sociales, de identidad personal, acción, desafíos y autorrealización. Más allá de las voluntades y aspiraciones humanas - que alcanzan para justificar la suspensión de la edad obligatoria de retiro - existen muchos estudios que demuestran una y otra vez, una relación directa entre la continuidad de un trabajo satisfactorio y la calidad de vida como mayor una expectativa de vida.
Hace medio año, se presentaron al gobierno los resultados de una encuesta realizada por el Ministerio de Ciudadanos jubilados que halló que el 65% de los adultos de 50 años y más y el 54% de los adultos de 60 años y más en Israel, quieren continuar trabajando, pero sólo el 13% de ellos lo hacen en la práctica (la mayoría en tareas que no son de su propia profesión). 90% de los encuestados consideran que debe abolirse la obligación de retiro por edad. Se trata de números que no son irrelevantes, y que deben producir una revolución de conciencia hacia la población, cuya opinión más habitual con respecto a ella, es que su voluntad consiste en llegar a la edad jubilatoria.
La batalla contra la discriminación a los adultos parece transformarse en la batalla mundial del Siglo XXI. Si en el Siglo XX fuimos testigos de las batallas que aún no culminaron, de mujeres y negros, ahora esas batallas ya ocupan el centro del consenso y no hay sobre ellas dudas. La batalla futura le pertenece a los jubilados y pensionados, quienes sostienen la esperanza que no los sacarán afuera de la cancha.
¿Por qué el presidente de la nación debería permanecer en aislamiento? El presidente llegó a los 90 años y su fuerza lo acompaña, entre otros motivos, debido al trabajo continuo. Seguramente él hará oír su voz sobre el tema, porque quién mejor que él sabe del aporte del trabajo en el desarrollo de la vida. Cabe suponer que el presidente de la nación luchará a favor de sus hermanos y sus hermanas, para que también ellos puedan llegar a los 90 años, calmos y potentes.