Los investigadores israelíes de la Facultad de Medicina del Instituto Technion de Israel han descubierto que la membrana amniótica, parte del saco amniótico, podría contener células madre embrionarias que podrían convertirse en óvulos humanos. El descubrimiento fue hecho por el estudiante de doctorado Ayelet Evron, tutelado por el decano de la facultad, el profesor Eliécer Shalev.
Las membranas amnióticas constituyen parte de la capa interna del saco amniótico, el cual protege al feto durante el período de embarazo. Típicamente, debido a la ruptura durante el parto, tanto la placenta como las membranas son expulsadas después del nacimiento.
Las células de la membrana amniótica se desarrollan en una etapa muy temprana de la vida del feto (en el octavo día de la fertilización) y son conocidas por mantener la plasticidad de las células embrionarias antes de la diferenciación celular. Estas células tienen el potencial de unirse a cualquiera de los grupos celulares que luego se desarrollan en diferentes tejidos del cuerpo.
La investigación descubrió por primera vez que cuando crecen las células de la membrana amniótica a un tamaño mediano también usado en la FIV (fertilización in Vitro), estas células muestran signos de genes de expresión específicos como las células germinales, las cuales luego se desarrollan en óvulos humanos, tanto en niveles genéticos y proteicos, como en apariencia (grandes células redondas parecidas a huevos). Luego las células expresan marcadores que imitan las características de señales en el desarrollo de los óvulos humanos, lo cual permite que haya una reducción de la división en la entrada (división que es esencial en el desarrollo de los huevos humanos) y que se mantenga en este estado.