Silicon Valley

"Tel Aviv es el Silicon Valley de Silicon Valley"

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    Por Carlos Otto para El Mundo de España
     
    La innovación tecnológica tiene un nombre: Silicon Valley. Esta zona californiana que abarca San Francisco y sus alrededores, la que en su momento acogió los primeros pasos de empresas como Apple, Google o Microsoft, es sin dida alguna el modelo mundial de la industria de la innovación.
     
    Y cuando algo es modélico, los intentos de réplica no tardan en aparecer. Desde hace varios años, países de todo el mundo se fijan muy de cerca en Silicon Valley e intentan imitar el modelo y trasladarlo a sus países. Con mayor o menor éxito, eso sí, pero todos con la misma intención: convertirse en la capital mundial de la innovación tecnológica. O, al menos, atraer el máximo talento posible.

    De todos los aspirantes a este trono, Israel es, de lejos, el que va a la cabeza. De hecho, frases como "Tel Aviv es el Silicon Valley de Silicon Valley" se oyen con cierta frecuencia, haciendo alusión a que el país israelí es aún más innovador que la meca californiana. En un país asolado por los diversos conflictos internacionales en los que anda enrolado, encontramos una realidad paralela que no llama tanto la atención, pero cuyos números hablan por sí solos: en un territorio de apenas 8 millones de habitantes hay cabida para más de 4.000 startups. La mayoría de ellas no desarrollan productos meramente para usuarios medios de Internet, como muchas empresas de Silicon Valley, sino lo que podríamos llamar 'tecnología dura': biotecnología, ingeniería, bioquímica, farmacología, etc.

     

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    http://www.elmundo.es/tecnologia/2015/01/27/54c1f69a22601d472c8b456e.html