Protocolos del cáncer: un nuevo enfoque para la predicción de los
resultados en el tratamiento
(Comunicado
del portavoz del Instituto Weizmann de Ciencias)
La diversidad-al menos
entre las células cancerosas-no es algo bueno. El Instituto
Weizmann de Ciencias muestra que en el melanoma, los tumores con
células que se han diferenciado en subtipos más diversos tienen
menos probabilidades de ser afectados por el sistema inmune,
reduciendo así la posibilidad de que la inmunoterapia sea efectiva.
Los resultados de esta investigación, que se publicaron el 12 de
septiembre de 2019 en la revista científica Cell, podrían
proporcionar mejores herramientas para diseñar protocolos
personalizados para pacientes con cáncer, así como apuntar hacia
nuevas posibilidades de investigación en vacunas contra el cáncer.
La Prof. Yardena Samuels del
Departamento de Biología Celular Molecular del Instituto quería
saber por qué, a pesar del hecho de que las muertes por cáncer de
melanoma han disminuido en los últimos años gracias a nuevos
tratamientos de inmunoterapia, muchos pacientes no responden a la
terapia. Las causas de ello no han sido claras, aunque la hipótesis
principal, apoyada por algunos estudios, ha sido que los tumores
con más mutaciones-una "carga mutacional tumoral más
alta" - son más propensos a responder a la inmunoterapia.
Algunos pacientes incluso gastan grandes sumas de dinero para
someterse a radioterapia o tratamientos químicos para aumentar las
mutaciones tumorales, pero una relación causal entre los dos aún no
ha sido probada. Samuels y sus colegas estaban intrigados por los
estudios que habían sugerido una posible correlación diferente –
que se da entre la heterogeneidad (es decir, la diversidad genética
entre las células tumorales) y la respuesta a la terapia. Para
investigar esta teoría, sin embargo, el equipo tuvo que desarrollar
un nuevo sistema experimental para comprobar exactamente qué
factores participan.
En el estudio, que fue
dirigido por los Dres. Yochai Wolf y Osnat Bartok en el laboratorio
de Samuels, los investigadores tomaron células de melanoma de ratón
y las expusieron a un tipo de luz UV conocido por promover este
cáncer. Esto aumentó tanto las mutaciones como la heterogeneidad
celular en el crecimiento. Cuando se inyectaron ratones con estas
células o las células habituales del melanoma, las células
irradiadas se multiplicaron más rápido y fueron más agresivas. A
pesar del hecho de que estas células tenían una mayor carga
mutacional – y por lo tanto deberían haber sido más sensibles a la
inmunoterapia – en realidad tenían menos posibilidades de ser
erradicadas que las del tumor original. En otras palabras, aunque
había una alta carga mutacional, también había una alta
heterogeneidad, y los investigadores formularon la hipótesis
de que estas últimas eran las
que impulsaban la resistencia.
Dado que la carga
mutacional y la heterogeneidad generalmente van de la mano, los
investigadores han tenido que hallar una manera de estudiar una sin
la otra. Ellos removieron células individuales de un cultivo de un
crecimiento agresivo de cáncer y luego crecieron nuevos cultivos de
cada célula. Así, terminaron con 22 nuevos cultivos, cada uno con
un bajo nivel de heterogeneidad, pero con un número aleatorio de
mutaciones.
Cuando inyectaron estas
células en ratones, los investigadores se sorprendieron al
descubrir que todos los tumores crecían lentamente, e incluso
desaparecían sin inmunoterapia – en aquellos con cargas
mutacionales más altas y más bajas por igual. Para ver si los
sistemas inmunológicos de los ratones eran, de hecho, responsables
de matar las células cancerosas, repitieron el experimento en
ratones con sistemas inmunitarios debilitados. En éstos, el cáncer se diseminó
rápidamente
Para entender mejor la
respuesta inmune, los investigadores intentaron el experimento de
nuevo, esta vez en ratones especialmente desarrollados con
insuficiencia de células
T-las células inmunes que se sabe que luchan contra el cáncer.
"Los resultados fueron similares a los de los ratones con
sistemas inmunitarios debilitados", dice Wolf. "Cuando
observamos células T de diferentes tumores, encontramos mucha más
actividad en los crecimientos homogéneos, y menos en los
heterogéneos.”
De hecho, los investigadores
encontraron que en los crecimientos homogéneos, las células T
habían penetrado en el centro del tumor, mientras que en las
heterogéneas, permanecían en el exterior, y había más células T de
un tipo diferente-las que suprimen la actividad inmunológica.
"Mostramos la diferencia
entre dos extremos – altamente homogéneos y muy heterogéneos",
dice Bartok, " pero la mayoría de los cánceres caen en algún punto
intermedio. Para generar sistemáticamente tumores con niveles
intermedios de heterogeneidad genética, se creó un árbol
filogenético de la línea heterogénea parental, y se dibujó un mapa
a fin de mostrar cómo los
subtipos aparecen con el paso del tiempo. Luego creamos
"cócteles" de líneas celulares homogéneas basadas en este
árbol, con combinaciones de células más o menos heterogéneas, y las
inyectamos en ratones. "Como fuera pronosticado, mientras más
homogéneo era el cóctel celular, más fácil era para los sistemas
inmunológicos de los ratones erradicar el cáncer, mientras los
tumores eran más heterogéneos, más agresivos se volvieron.
"Encontramos que
probar el número de subtipos celulares y su lugar en el árbol
filogenético es un mejor predictor que la carga mutacional acerca del
éxito de la inmunoterapia", dice Samuels. "También
revisamos los datos de pacientes con melanoma que se habían
sometido a inmunoterapia, y encontramos una alta correlación entre
estos factores y el éxito del tratamiento. En última instancia,
tenemos la intención de utilizar el sistema experimental que
creamos para trabajar en el desarrollo de protocolos personalizados
aplicables a los pacientes con cáncer.”
También participaron en
esta investigación el Prof. Eytan Ruppin del Instituto Nacional del
Cáncer de los Institutos Nacionales de la Salud (NIH) de los
EE.UU., la Prof. Lea Eisenbach del Departamento de Inmunología del
Instituto, el Dr. Yishai Levin del Centro Nacional de Medicina
Personalizada de Nancy y Stephen Grand en el Instituto, el Prof.
Martin Miller de la Universidad de Cambridge, el Prof. Eli Pikarsky
de la Universidad Hebrea-Escuela de Medicina Hadassah, el Prof.
Arie Admon del Instituto Tecnológico Technion –Israel y el Prof.
Charles Swanton del University College de Londres.
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