La hipocresía de los medios internacionales- el caso Hamas.
Nina Ben-Ami
Embajadora de Israel en Uruguay
Publicado en el diario El Observador el 27 de agosto de 2014
En el verano de 1999 más de 2000 civiles resultaron muertos por las Fuerzas Aéreas de la OTAN que bombardeó ciudades y pueblos en la ex Yugoslavia. No sólo fueron bombardeadas las bases militares serbias sino también, de forma involuntaria, hospitales, escuelas, bibliotecas y también un tren cruzando un puente. Hay que recordar que Serbia no había lanzado ni un sólo misil hacia ciudades miembros de la OTAN.
Los medios audiovisuales de los países que estuvieron involucrados en la campaña, no comenzaban la programación con actualizaciones del número de civiles muertos; ni siquiera enviaron equipos con cámaras para mostrarle a sus televidentes en Londres y París el horror y el derramamiento de sangre. Para los medios occidentales, las víctimas civiles serbias no tenían nombres ni rostros. Hoy en día sucede lo mismo con las mujeres y los niños en Irak y Afganistán que resultan muertos en forma masiva, en la última década o más, que son las trágicas víctimas de las fuerzas aéreas occidentales bombardeando objetivos terroristas en ambos países. ¿Alguien sabe cuánta gente inocente fue víctima de los pilotos occidentales en la última década? Nadie se toma el trabajo de contarlos porque los medios europeos saben muy bien que la guerra tiene sus propias reglas crueles- que durante la guerra, sí, muere gente inocente.
¡Con una excepción! La guerra entre Israel y Hamas con su terror Jihadista islámico. Cuando se trata de esta guerra, los medios internacionales, incluyendo los medios de América Latina, tienen estándares diferentes. Las trágicas víctimas inocentes que resultaron muertas por las Fuerzas de Defensa de Israel dominan prácticamente cada medio de comunicación y las noticias de sus muertes fueron dadas de la forma más trágica una y otra vez. Mientras tanto, gente inocente está muriendo en Siria, Irak, Nigeria, Libia y Kenia, casi siempre en mayor escala que en Gaza, pero a los medios no les interesa la gente que muere en dichos países, que han tenido aún más mala suerte- Israel no los mató, entonces al mundo no le interesa.
La muerte de gente inocente es una tragedia siempre. Pero no conozco otro ejército en el mundo que tenga tanto cuidado como lo tienen las FDI en tiempos de guerra. En muchas oportunidades las FDI cancelan operaciones para resguardar civiles. Sólo las FDI advierten dónde y cuándo va a atacar un objetivo, dándole tiempo a los civiles para abandonar áreas específicas. Hamas es quien obliga a los palestinos a quedarse en sus casas poniendo en peligro sus vidas. En medio de esto, los pilotos israelíes se enfrentan con un gran dilema, si disparan a una lanzadera de cohetes cerca de un hospital o una mezquita pueden matar civiles, sino lo hacen, esos cohetes pueden después matar israelíes cerca de un hospital o una sinagoga. Es muy fácil juzgar a un joven en esta difícil situación desde la comodidad del sillón de la casa de uno en una ciudad lejana y segura.
Israel lucha por su vida contra una organización, llamada por la prensa "militantes" con demasiada frecuencia, que actualmente gobierna Gaza, organización que llama no sólo a la destrucción del Estado de Israel sino también al asesinato de todos los judíos y también de los cristianos, comunistas o cualquier otro grupo de personas que nos sean musulmanes. Hamas es un movimiento terrorista antisemita y bárbaro, y una fuerza de gobierno brutal y corrupta. ¿Acaso se han olvidado los medios internacionales que Hamas, que hoy dispara cohetes hacia poblaciones civiles, son los mismos que hace una década, durante la Segunda Intifada, asesinó a cientos de civiles israelíes volando restaurantes, bares y clubes nocturnos? Seguramente no. Está bien documentado, y los medios deben saber, que Hamas se opone a cualquier solución política entre Israel y el pueblo palestino. De hecho, una solución de dos Estados, que tenemos la esperanza de que se pueda alcanzar, sería la peor pesadilla para el Hamas, porque lo que quiere es una Gran Palestina Islámica regida por la Sharia mediante la cual la gente es decapitada, les cortan las manos a los ladrones, y las plazas públicas se convierten en recintos de tortura y ejecución pública, incluyendo la lapidación de mujeres por adulterio y homosexuales por, bueno, por ser homosexuales. Hamás es la pesadilla distópica contra la que Israel está luchando.
La comunidad internacional sabe desde hace tiempo que Hamas, que es esencialmente una versión local de Al Qaeda, es como un enemigo mortal de Israel, pero primero, y ante todo, es el enemigo del pueblo palestino a causa de su ceguera y fanatismo. Hamas impide que el pueblo palestino alcance la libertad, prosperidad e independencia que se merecen. Incluso Egipto, el país árabe más importante, acusa a Hamas de crímenes de guerra en contra de su propia gente y responsabiliza a esta organización por la escalada de violencia durante este conflicto. Israel aceptó once ceses al fuego y Hamas violó cada uno de ellos.
Cualquier lector que sigue los medios internacionales pensará que Israel quiere conquistar Gaza. Esta es probablemente la mentira más grande. Israel se retiró de Gaza en el 2005, evacuando todas sus bases y desterrando a las comunidades judías que allí vivían. Por primera vez desde el principio del conflicto israelí-palestino, los palestinos recibieron control total de un territorio en el que podrían haber construido una buena economía y una sociedad próspera. Por el contrario, eligieron una organización terrorista para que controle sus vidas. Gaza se convirtió en una base armada para atacar a Israel de forma indiscriminada. En los últimos nueve años, 15.000 misiles fueron lanzados desde Gaza sin provocación o justificación alguna. ¿Qué harías tú si una organización terrorista que busca aniquilarte, bombardea tu territorio por casi una década?
Violencia y muerte son la raison d´estre del Hamas. Lamentablemente, y a pesar de los simples hechos, muchos medios de prensa y la comunidad internacional no están escuchando. La afirmación de que Israel es siempre "culpable" es sólo el último eco del viejo grito de que "los judíos" son culpables. Este es verdaderamente un mal momento para los medios internacionales, y ahí también incluyo los latinoamericanos, que están atacando, a menudo con saña, no al terrorismo islámico de Hamás sino a su víctima- Israel, una democracia. Uno puede entender estos instintos perversos quizá desde medios del mundo Árabe, pero no de medios internacionales respecto de una democracia que está luchando contra la locura Jihadista en la propia puerta de su casa.