Nina Ben Ami, embajadora de Israel: "Es seguro que Israel va a tener una relación muy próxima, fuerte y de amistad con el nuevo gobierno, como siempre la tuvo con Uruguay". Por Ana Jerozolimski.
Uruguay es el primer país en el que Nina Ben Ami (44) se desempeña como Embajadora de Israel. Tiene ya más de 15 años de labor diplomática, comenzando en Costa de Marfil, pasando luego a Canadá y Francia en cargos de distintos rangos y habiendo sido también directora adjunta en el Departamento de Derechos Humanos de la Cancillería israelí y asesora política en dicho ministerio.
Arribó a nuestro país en el mes de agosto, en medio de lo que podría considerarse casi una crisis diplomática o al menos un momento de especial tensión entre Israel y Uruguay. Hoy sigue siendo consciente del desafío que supone explicar la problemática con la que lidia Israel en una región hostil, y lo hace con una singular combinación de firmeza y calidez, que está conquistando evidentemente, en Uruguay, muchos corazones.
Irradia felicidad por lo que está viviendo aquí, lo cual puede compartir por cierto con su esposo Lior y sus tres hijas Shira, Maya y Tamar, de 5, 7 y 11 años.
Al haber presentado ya cartas credenciales, nos concedió esta entrevista. Nina, no puedo evitar que esta entrevista salga de "tú" y no de "usted", a pesar de tu investidura. Me alegra saber que este encuentro en tu oficina en la embajada de Israel en Montevideo haya sido precedido de algunos cafés compartidos en Jerusalem. ¿Cómo te estás sintiendo tú en Uruguay?
Es un gusto, un gran gusto, estar en Uruguay. Me encanta este país. Hace sólo cuatro meses que llegamos con mi familia y hay momentos en los que parece que hace sólo una noche y hay momentos en los que me parece que hace más tiempo. Llegamos en un momento un poco duro para mi país y también por las elecciones de Uruguay, que estuvieron un poco complicadas. Pero después, cada día disfruto de la cultura, de la gente y de Uruguay. Siento que la gente es abierta, cariñosa. Hay aquí un sentimiento de amistad por Israel, tanto de parte de gente de izquierda como de derecha y de centro. Siento que hay un vínculo fuerte entre Uruguay e Israel y eso me da mucho gusto.
LUCHANDO EN ESPAÑOL
Yo estoy pasmada de tu español, seguro lo irás mejorando más aún... pero cuando nos tomamos un cafecito en Jerusalem no hablabas casi nada... creo que fue en junio, julio...¿no?
Así es. Lo que pasa es que no hay alternativa. Recibí la nominación para ser embajadora en Uruguay exactamente hace un año, el 8 de noviembre de 2013, y empecé a estudiar español de modo intensivo. Pero lograba solamente comprender lo que me hablaban. Siento que recién al llegar al país di un gran salto. Me cuesta mucho practicar y cometo errores, pero mi filosofía de vida, como mamá, como embajadora, como persona, es que es mejor hacer las cosas... y si se comete errores no es el fin del mundo. Mejor hacer y tratar siempre de ir mejorando, que abstenerse de hacer. Para conocer el idioma necesito hablar, aún con errores. Son muchas las conversaciones que empiezo diciendo "disculpen por mi español"... y luego va mejorando. Siento que la gente ve con simpatía mis esfuerzos.
Debo revelar a los lectores que antes de empezar a grabar te di la opción de hacer esta entrevista en hebreo y tú preferiste en español.
Lo prefiero, porque estamos en Uruguay, es el idioma del país, es el idioma de la vida, del trabajo, es cuestión también de practicar, es un vínculo también para conectar con el pueblo, con el país, y me gusta mucho.
¿Le pides a la gente que te corrija si cometes un error?
Sí, a la gente más cercana... También le digo a la gente que si no comprendo lo que se está hablando junto a mí, voy a preguntar, porque no puedo estar en una situación en la que la gente hable de algo, de repente diga cosas que pueden ser un problema para Israel, y que yo no diga nada porque no comprendí.
¿Te sientas a hacer deberes de español... o simplemente vives tu día en el nuevo idioma?
Mis deberes son en el diario vivir. Empiezo el día con los diarios, la radio, televisión, con conversaciones con la gente de mi casa. Y como aquí es menos común que en Israel que se hable mucho inglés en la calle, no hay alternativa, necesito hablar español.
¿Cómo se están manejando tus hijas? Acá veo que como toda buena madre, tienes fotos de las tres, preciosas...
Cada una con su camino. Para la más pequeña es más fácil. Habla español, sabe cómo pedir las cosas que son importantes para ella, comida, juguetes, etcétera. A la más grande le cuesta un poco más, pero los niños en general son como esponjas, aprenden muy rápido el idioma. Aprenden también inglés al mismo tiempo... y dos idiomas en paralelo, no es fácil.
AMISTAD Y TENSIÓN ENTRE URUGUAY E ISRAEL
Tú lo comentaste un poco al pasar, pero claro que es un tema clave. Cuando llegaste, yo pensé "pobre la nueva embajadora"... no dominabas aún el idioma y era un momento muy duro, por decirlo delicadamente. ¿Cómo fue ese comienzo?
No voy a olvidar nunca más esos primeros días de llegada al país. Yo contaba con mi experiencia, con mi intuición y con consejos de amigos que en ese momento aún no sabía que eran mis amigos, pero que rápidamente comprendí estaban para ayudarme.
Llegué el viernes 1.° de agosto, en plena guerra entre Israel y Hamas. Dos días antes de mi llegada hubo declaraciones muy duras del canciller (Luis Almagro) sobre lo que pasaba en Israel y también del Mercosur. El mismo día que llegué me encontré con el Canciller para darle una copia de mis acreditaciones porque yo llegué a trabajar directamente. El lunes, mi primer día en la embajada, hubo otras declaraciones, del presidente Mujica hablando de "genocidio"... y yo comprendí que necesitaba hacer algo. La población en Israel estaba pasando días muy duros, los soldados estaban luchando para protegernos en el campo de batalla y como embajadora, mi campo de batalla es la diplomacia en el que hay que usar el corazón, la cabeza y la perspectiva del pueblo.
Entonces, salí a hablar con la prensa a explicar, en El País, El Observador, canal 4. En radio no hice porque en ese momento me expresaba solamente en inglés.
Dije que era importante que yo expresara que hay una línea roja que no se puede pasar sin un comentario duro de mi gobierno. Sentí que había que dejar en claro por dónde pasa esa línea, porque había algo en las declaraciones formuladas, que me parecía que no correspondían al espíritu de amistad que yo sabía que había caracterizado siempre la relación entre Israel y Uruguay. Además eran declaraciones peligrosas, porque fueron tan duras que alimentaron cosas como las pintadas antisemitas.
Decidí hablar en inglés para estar segura de que estaba diciendo exactamente lo que quería decir. Fue difícil... no conocía mi oficina, mi secretaria no hablaba español...y me preguntaba ¿dónde estoy?, ¿quién es quién?, ¿cómo hacer? Pero sabía que ese era el momento de actuar y no podía esperar. Ahora sé que valió la pena, que con el tiempo pude seguir trabajando con el gobierno de Uruguay, con los amigos de la comunidad judía, para seguir representando a mi país. Para eso estoy aquí.
Cuando viste lo que estaba pasando en Uruguay, ¿hubo algún momento en el que te preguntaste: "¿no me habrán dado mal la información sobre la relación entre Israel y Uruguay"?
No, pero la verdad es que no pensé que esto fuera a pasar... Creo que mis palabras en ese momento también lo transmitieron. Mucha gente con la que me encontré me dijo que ese fue un episodio duro, malo, sin precedentes, me dijeron que ese no es el Uruguay de siempre, como que las cosas se habían salido del curso normal de las relaciones entre Israel y Uruguay. Yo hice todo lo que pude para que las cosas vuelvan a tomar un buen camino...
Imagino que también tú, como embajadora, reconoces que es legítimo discrepar con tal o cual política de Israel... Pero lo que estaba pasando era otra cosa ¿verdad?
Acá era otra cosa porque la perspectiva que el gobierno expresó daba a entender que Israel no tiene derecho a defenderse. Alegar que Israel estaba cometiendo un genocidio era atribuir a Israel una intención que estaba lejos de la verdad... y eso lo sentimos como una bofetada. Sentimos que fueron declaraciones, injustas, y que mostraban que no se comprendía lo que estaba pasando en Israel.
Y que tú habías vivido en carne propia antes de llegar a Uruguay...
Claro, porque yo llegué directamente de ese fuego y por eso yo sentía que hablaba para contar lo que estaba pasando con mis amigos, con mi familia, con la gente de Israel...Yo también estuve bajo las alarmas, estuve en los refugios, mis hijas lloraban a la noche, no sabían qué iba a pasar. Y llegar y que me digan que soy responsable de un genocidio, en lugar de decirme "estoy con ustedes" o "comprendo que pasan un momento duro, que necesitan defenderse" fue como una bofetada. Fue duro. Pero estoy acá también para explicar y para ganar amigos para mi país. Es mi trabajo.
UNA RELACIÓN BUENA Y CERCANA CON EL CANCILLER ALMAGRO
¿Cómo pasaste de esos momentos tan duros a una situación como la actual, en la que tienes una excelente relación con el Canciller Almagro?
Ante todo, el canciller es mi interlocutor natural, es el jefe de las relaciones exteriores del país y personalmente también es un hombre muy simpático y es posible hablar con él. Dialogué con él muchas veces en las primeras semanas que estuve aquí. Hubo muchas cosas en las que no estuvimos de acuerdo pero el diálogo es el primer paso para todo en la vida. No tiene alternativa. Yo seguí buscando ese diálogo con el canciller y él se mostró muy abierto. Me dijo que siempre que necesite algo puedo contar con él, que si no responde directamente al teléfono va a responder después. Y cumplió con su palabra.
¿Estás en contacto directo con su celular, con su correo personal?
Estoy en contacto directo con el canciller. Claro que quiero reservar eso para cosas muy importantes. Hay cosas que necesito hablar con él para ver cómo manejarlas. Y te cuento que inclusive vino una vez a la embajada para hablar conmigo aquí.
¿Es común eso?
No, no es común. Fue a raíz de la sospecha de bomba al lado de la embajada, el 18 de noviembre. Ese día Almagro estaba en Chile. Me contactó por su iniciativa para saber qué pasaba, si yo estaba bien, si todo estaba bien en la embajada. Yo aprecié mucho ese gesto y después lo invité a venir a la embajada para ver que todo estaba bien y que todo funcionaba bien, con la cooperación del sistema de seguridad de Uruguay que manejó muy bien el evento. Le dije: "No sé si usted tiene tiempo, o puede, pero quiero invitarlo a un café mañana por la mañana", y vino, estuvo aquí, sentado en la silla en la que tú estás ahora...
Veo que has usado tu experiencia y tus encantos, porque si conquistaste al canciller...
Mira, yo creo mucho en aquella frase que conocemos bien, "si lo queréis, no será una leyenda". Mi trabajo consiste, cada día, en tender puentes. No tengo el lujo de decir "él dijo tal cosa, pues todo se terminó". No... siempre hay una ventana abierta. Si se cierra una puerta, yo voy a abrir una ventana... y si la ventana no funciona, voy a buscar otra manera.
Quiere decir que la relación personal es muy importante... y tuviste entonces buena química con él...
Sí, es importante también, es una clave de la diplomacia, porque ante todo estamos entre humanos. Antes de ser representantes de un país, madres, hombres o mujeres de negocios, somos simplemente seres humanos. Por eso hay diplomacia también personal, no se trata solamente de enviar correos o mensajes de texto. Hay gente que puede decir que en este mundo con tecnología todo se puede estar manejando desde un lugar de Jerusalem sin necesidad de tener gente en el terreno, pero no es verdad. Esa química personal entre la gente puede ayudar a abrir corazones y cambiar las cosas.
NUEVO GOBIERNO
¿Y ahora ya estás con ganas de conocer personalmente al canciller designado Rodolfo Nin Novoa?
Ya lo conocí, en la despedida de la embajadora de Estados Unidos, Julissa (Reynoso). Fue muy simpático. Vino también a la recepción que yo ofrecí por la presentación de mis cartas credenciales. Yo no espero meses...
¿Cómo has vivido lo que alcanzaste a seguir de la campaña electoral en Uruguay?
Es muy interesante un año electoral. Para mí fueron días muy intensos porque el mismo día que hubo elecciones aquí empezaron los rumores sobre elecciones en Israel. O sea que estuve con la cabeza dividida: una mitad para saber qué pasa en Israel y otra para saber qué pasa en Uruguay. En Uruguay veo claramente que hay una democracia abierta, dinámica. También hay ese espíritu especial de diálogo entre los uruguayos de todos los partidos. Es algo muy bueno, me gusta mucho. También en Israel existe este tipo de diálogo, más o menos abierto por momentos, pero Israel puede también aprender mucho de esta fuerte democracia de Uruguay.
¿Qué relacionamiento te parece que Israel tendrá con el gobierno del presidente electo Tabaré Vázquez?
Es seguro que Israel va a tener una relación muy próxima, fuerte y de amistad con el nuevo gobierno, como siempre la tuvo con Uruguay. El presidente electo estuvo en Israel en agosto de 2008, en honor a los 60 años de Israel, en visita oficial. Yo quisiera que en estos años de su nueva presidencia, pueda ir otra vez a Israel. Estoy segura que podremos hacer muchas cosas juntos con el gobierno de Uruguay para fortalecer los vínculos entre los dos pueblos. Recordemos que hay uruguayos viviendo en Israel, hay acuerdos comerciales, culturales y demás. Y pienso que podemos disfrutar de la amistad entre los pueblos y los gobiernos para lograr que las relaciones sean más próximas aún.
CONOCIENDO URUGUAY
Nina, representar a tu país en Uruguay es también una oportunidad de conocer un nuevo mundo... ¿Qué es lo que ya has conocido de Uruguay? ¿Y qué ya has conocido de Uruguay que no te podés perder?
Estuve en dos partidos de fútbol y fue fantástico. Estuve en el clásico Peñarol-Nacional y luego en el partido de Uruguay contra Costa Rica y me encantó. Estuve varias veces en Fun-Fun, que es un lugar importante para conocer un poco de la cultura uruguaya del tango. Para mí conocer la cultura uruguaya es como comer un elefante... se puede un bocado cada día de tan grande que es... Me parece algo enorme, como imposible abarcarlo plenamente, por todo lo que hay para conocer.
Contáme algo más de los partidos de fútbol, de tus impresiones...
El clásico... el ruido de los fanáticos de Peñarol fue fantástico... Aclaro que no emito opinión sobre quién es mejor, no apoyo ni a Peñarol ni a Nacional sino por Macabi Tel Aviv...
No sea cosa que haya un incidente diplomático por preferencias futbolísticas indebidas...
Exactamente... Lo que sí puedo decir respecto al fútbol, es que apoyo a Uruguay en cualquier partido que juegue contra cualquier país, excepto Israel. Pero respecto a Nacional o Peñarol... he recibido instrucciones claras de mi ministerio: si me preguntan de fútbol, debo decir que no tengo ninguna opinión (risas). Puedo solamente decir que me gusta el fútbol, que es bueno cuando hacen muchos goles... Bromas aparte, es bueno sentir en el estadio ese amor de los uruguayos hacia sus jugadores, su cariño, es importante, y el éxito del fútbol uruguayo es una cosa que conocía, pero verlo con mis ojos y escucharlo en ese estadio fue un ensueño.
LA COLECTIVIDAD JUDÍA URUGUAYA
Siempre se dice que un embajador de Israel es representante del país ante el gobierno que lo recibe y es también un enviado especial a las comunidades judías. Los judíos uruguayos son ante todo uruguayos y al mismo tiempo también están muy ligados a Israel. ¿Cómo ves esa relación, cómo se ha dado hasta ahora?
Desde el momento en el que llegué a Uruguay, la gente de la comunidad judía me recibió en el aeropuerto con mucho cariño, con mucho amor. Fue un momento de gran emoción para mí y para mi familia. Después, en cada cosa que necesito hacer, sé que puedo contar con amigos de la colectividad .Es una comunidad fantástica. No tengo palabras para describirla. Realmente. Es una colectividad sumamente solidaria con Israel, también con gran solidaridad interna y sabe dejar en claro en charlas, en apariciones ante la prensa, en diferentes ámbitos, su defensa de Israel.
Este apoyo de la comunidad judía a Israel se siente también en el gobierno uruguayo y también en la comunidad diplomática, por ejemplo. Hay muchos amigos diplomáticos que me dicen que están celosos y, ¿qué les puedo decir? Tienen razón, tienen motivos para estar celosos. Es que yo sé siempre que tengo en la colectividad judía uruguaya buenos amigos de Israel, prontos para ayudar y es algo que aprecio mucho.
DISCREPANCIAS POLÍTICAS
Antes hablábamos de legítimas discrepancias... y no es secreto que Israel discrepó con Uruguay cuando reconoció al Estado palestino -aunque no entró en el tema de fronteras, como sí hicieron otros países de la zona- porque para Israel eso tiene que llegar como fruto de la negociación entre Israel y los palestinos. Pero me imagino que no te haces ilusiones de poder revertir eso... eso ya no se cambia.
No, eso ya no cambia. Pero espero que Uruguay pueda ayudar a llegar a la paz, aportar al diálogo. Y también a que Israel se sienta fuerte y no aislado, eso también es importante. Un Israel que no se siente aislado está más abierto a la posibilidad de hacer concesiones necesarias para llegar a la paz. Lo que Israel explica a la comunidad internacional es que necesitamos que los palestinos no actúen en forma unilateral, que negocien, que no inciten al odio y que busquen con nosotros el camino para la paz. Espero que Uruguay ayude.
¿Tiene cómo hacerlo?
Yo sé que en 2016 existe la posibilidad de que Uruguay esté también en el Consejo de Seguridad de la ONU y con ello tendría una posición de responsabilidad mundial respecto a temas de guerra y paz. Y desde allí, me parece clave que se tenga presente la importancia del diálogo y lo nocivo de las medidas unilaterales.
Por otro lado, cabe recordar que fue Israel quien interrumpió las negociaciones hace unos meses, como respuesta a la formación de un gobierno palestino apoyado conjuntamente por la autoridad Palestina y Hamas. Y la pregunta es cuál es la lógica de ello, si después de la guerra de julio y agosto, Israel se sentó de hecho a negociar con el propio Hamas, aunque con mediadores egipcios...
Israel siempre busca el camino del diálogo. Es cierto que el gobierno actual es de línea conservadora, de derecha, pero el primer ministro adoptó posiciones que durante años fueron características de la izquierda, como el apoyo a la fórmula "dos Estados para dos pueblos".
Sólo Netanyahu lo ha dicho... sus socios de derecha no.
Pues lo dice Netanyahu, que es el primer ministro... Recordemos que fue él quien congeló años atrás durante diez meses toda construcción en asentamientos... Aclaro que no estoy diciendo que Israel hace todo perfecto. Claro que no. Pero lo que hay, sin duda alguna, es un deseo de lograr la paz, que es el deseo tanto del gobierno como del pueblo.
Creo que también es importante ver qué pasa del otro lado. Podemos optar por esconder la cabeza en la arena, como un avestruz... pero si tenemos los ojos bien abiertos, no podemos menos que notar que el presidente Mahmud Abbas tiene algunos problemas para decidir qué camino tomar a fin de llegar realmente a un diálogo fructífero. Y si está con Hamas, eso no puede realmente tener resultados positivos. La comunidad internacional tiene que pensar, creo yo, que los palestinos deben hacerse responsables de las decisiones que toma su liderazgo. No puede ser que siempre se vea a Israel como responsable de cada cosa que sucede.
El liderazgo debe preparar al pueblo palestino para llegar a la paz, debe encargarse de que no haya incitación al odio en los libros del sistema educativo palestino... no puede ser que el presidente Abu Mazen dé a entender que si hay judíos en Jerusalem, ese es el fin del mundo. Tenemos derechos en Jerusalem, es nuestra capital. Hay un determinado status quo en temas religiosos, que respetamos. Lo que se necesita es llegar a soluciones en los temas pendientes, mediante el diálogo.
Como israelí, ¿tú realmente crees que va a llegar la paz en algún momento? Yo he entrevistado a diversos expertos del tema del Medio Oriente y más de uno me ha dicho que lo mejor a lo que se puede aspirar ahora, siendo prácticos, es a administrar bien el conflicto, no ven una situación en la que realmente uno pueda decir "se terminó".
Es una cuestión de tiempo. Por el momento yo no creo que mañana por la mañana llegue la paz, a pesar de que realmente quisiera que ello suceda... Si hay tanto odio e incitación al odio del lado palestino eso genera temor porque las generaciones futuras tendrán que lidiar cada vez con mayores complicaciones. Yo estoy segura de que Israel hará todo lo que pueda para llegar a la paz.