​ El Papa Francisco es el líder número uno. Una persona comprometida con la humanidad, una persona que busca la bondad en su interlocutor. Comencé mi visita a Roma esta mañana con una cita en el Vaticano. Le conté sobre mis recuerdos a los seis años yendo al Muro de los Lamentos en la noche de Yom Kippur – Día del Perdón - para escuchar el sonido del shofar – cuerno que se hace sonar. Compartí con él como de niño ya prometía luchar para que nadie se sienta como yo me sentí entonces y hacer todo lo posible para que cada persona pueda profesar libremente su religión y creencias. "​