El despliegue de la bandera negra –que representa la presencia de organizaciones identificadas con Al Qaeda- en el pasaje de Quneitra, el punto más al sur en territorio sirio, cerca de los territorios de Israel y de Jordania, señala un cambio mayor en la región.
La frontera entre Israel y Siria es, de hecho, la línea del cese al fuego establecida en el acuerdo de 1974 entre ambos países, después de la guerra de Yom Kipur. El acuerdo prevé una zona desmilitarizada entre Israel y Siria, donde se ubican fuerzas internacionales especiales, que son las unidades UNDOF formadas por la ONU. A lo largo de los años, dicha línea de cese al fuego probó ser la más tranquila entre Israel y sus vecinos. Ambos Israel y Siria (bajo el régimen de Haffez El Assad, así como bajo el régimen de su hijo Bashar) han sido muy cuidadosos en mantener y respetar el orden establecido por el acuerdo. Este hecho sirvió para crear la confianza necesaria entre las partes durante las negociaciones de un posible acuerdo de paz (que incluiría el regreso de los Altos del Golán a Siria) – manejadas entre 1996/7 y entre 2007/8- aunque éstas nunca se concretaron. De este modo, las fuerzas de UNDOF permanecen en la zona, dividendo a los dos territorios.
Sin embargo, la guerra civil que persiste en Siria desde el 2011 se expandió algunas veces hasta el pasaje de Quneitra. En dichas ocasiones las luchas se dieron entre las agrupaciones de rebeldes identificados con las organizaciones “moderadas” y el ejército de Bashar El Assad, quien logró desalojarlos de la frontera. Por el contrario, la presencia de organizaciones identificadas con Al Qaeda en Quneitra durante la última semana representa un verdadero reto para el ejército sirio, tan como lo dejan ver las fuertes batallas que siguen teniendo lugar. Por otro lado, esta presencia constituye un reto y una amenaza para las fuerzas UNDOF, por lo que sus unidades se vieron obligadas a evacuar parte de sus posiciones –algunas de las cuales llegaron a territorio israelí- y de este modo se mantiene la posibilidad de que deban interrumpir su actividad en los próximos días y semanas. Además, la continua presencia de El Qaeda en su posición actual podrá conducir a la expansión de actos terroristas hacia los países vecinos de Israel y Jordania.
Los acontecimientos en el Medio Oriente en los últimos tres años no solamente han provocado cambios de regímenes sino también han acercado al terrorismo radical al seno del mismo, como hemos visto en la presencia de El Qaeda en el Sinaí (2012); de ISIS en partes de Iraq y Siria; y hoy vemos a otros grupos afiliados con El Qaeda y el Yihad Mundial cerca de la frontera siria con Israel y Jordania. La ideología extremista de éstos representa un gran peligro para los “infieles” así como para la gente común y para los regímenes árabes. Sobre este fondo alarmante surge un eje “moderado”, encabezado por países como Egipto, Jordania, Arabia Saudita y otros para enfrentar a los extremistas. No obstante, la preocupación por lo que representa dicha amenaza al mundo es algo que debe importar a todos, más allá de las fronteras regionales.