El pasado 11 de febrero, en el marco de la Cumbre de Cartagena, se concretizó el pacto de la Alianza del Pacífico. Este mismo día, Israel -junto con otros cuatro países- fue aceptado como Estado Observador en la Alianza. El status de observador significa para nosotros la continuación de la política de desarrollo de nuevos mercados para la economía israelí y, por ende, el fortalecimiento de los lazos con los países miembros.
Desde la segunda mitad de los años setenta Israel mantiene una política económica de mercado abierto que se expresa, inter alia, en tratados de Libre Comercio (TLC) con otros países y bloques económicos. El primer TLC se concretizó con la Comunidad Europea (en 1964 firmamos el primer acuerdo; en 1975 firmamos el TLC que, en 2000 se sustituyó por el Acuerdo de Asociación con la Unión Europea). En 1985 se firmó el TLC con Estados Unidos, convirtiéndose así Israel en uno de los primeros países en contar con este tipo de tratado con dicho país. Estos dos importantes Tratados de Libre Comercio han permitido la creciente competitividad económica de Israel y han estado seguidos, en 1992, por el TLC con el EFTA (el Mercado Común de los países europeos fuera de la Unión Europea, que hoy día son Suiza, Noruega e Islandia); en 1997 con Turquía y Canadá; en 2000 con México, y en el año 2007 con el Mercosur. Además, en el 2013 se firmó el TLC con Colombia -que está por ratificarse- e Israel está negociando otro TLC con India. Estos últimos son importantes, si tomamos en cuenta tanto los nuevos mercados asiáticos, especialmente el chino y el Indio, que se han abierto hacia Israel, presentando nuevas oportunidades; como, de igual modo, que los países que forman la Alianza del Pacífico representan otra oportunidad, ya que la Alianza es considerada como la 8ª economía combinada del mundo, el 36% del PIB de América Latina, el 50% de su comercio y el 26 % de sus inversiones extranjeras.
Hoy día los principales socios comerciales de Israel son Estados Unidos, Unión Europea, China, Turquía e India. En 2013, 36.2% de nuestras exportaciones llegaron a Europa, el 28% a Estados Unidos y Canadá mientras que el 25.3% llegaron a Asia. En América Latina se destaca el intercambio comercial entre Israel y Brasil, seguido por el intercambio con México y Colombia. Seguramente el acercamiento entre Israel y la Alianza del Pacifico traerá consigo un significante crecimiento económico.
La experiencia israelí muestra que el principal beneficio de los TLC y los intercambios con los diversos bloques económicos radica en la capacidad de cada parte de aprovechar las ventajas mutuas y mejorar su competitividad a través de un mayor acceso, que surge gracias a la disolución de barreras comerciales y a la posibilidad de darle un valor agregado a las mercancías de la contraparte e introducirlas a un tercer mercado.