Esta semana se lleva a cabo en Jerusalén el quinto encuentro del Foro Global para Combatir al Antisemitismo, que es el Foro bianual más grande del mundo en su género. Su misión es enfrentar las crecientes manifestaciones de este recurrente fenómeno en la historia, así como de toda forma de racismo y fomentar la aceptación del “Otro”, el respeto mutuo y la tolerancia. Dicho foro representa una coalición de parlamentarios, políticos renombrados, académicos de prestigio, organizaciones de la sociedad civil, así como líderes religiosos.En esta edición participan alrededor de mil expertos, entre ellos los ministros de Justicia de Alemania y Rumania, el Alto Ministro en la oficina del Primer Ministro de Hungría, el Ministro de Educación de Bulgaria, el Intendente de París y el Ministro Multicultural de Canadá. Por parte de Israel participan el Primer Ministro, la Presidente de la Corte Superior de Justicia, el Presidente de la Knesset, el Ministro de Relaciones Exteriores y el Ministro de Asuntos de Jerusalén y las Diásporas. Asimismo participan parlamentarios, funcionarios de gobierno, representantes de la sociedad civil, juristas, académicos y el director y actor de Hollywood, James Edward Olmos. Hay que reconocer también la presencia de participantes musulmanes de Marruecos, Albania, Azerbaiyán y Turquía.
El encuentro de este año llama la atención al alarmante incremento de las manifestaciones antisemitas en diferentes partes del mundo, con énfasis en los ataques contra judíos en Europa y los atentados antisemitas del islam radical en Bruselas, Paris y Copenhague, que cobraron la vida de 9 personas en 2014. Frente a esta preocupante realidad, los participantes examinan las siguientes cuestiones: ¿por qué la creciente ola de antisemitismo ocurre en Europa?; ¿cuáles son las medidas que los líderes europeos tienen que adoptar frente a dicha situación? y ¿existe alguna amenaza estructural contra la vida judía comunitaria?
Además, las discusiones se enfocan en el desarrollo de métodos para una confrontación efectiva a raíz del incremento del antisemitismo en Europa, incluso en el internet y en las redes sociales. Otros temas incluyen también la búsqueda de reacciones adecuadas frente a los desafíos que generan la negación del holocausto y la distorsión de su recuerdo, el uso de herramientas jurídicas y de la legislación para combatir al antisemitismo y al racismo, etc.
Hay que subrayar también la parte positiva: durante el 2014 muchos líderes –de Italia, Alemania, Francia, entre otros, y de Organizaciones Internacionales, encabezados por el Secretario General de la ONU- condenaron categóricamente actos antisemitas. Además, en el último mes de enero, la Asamblea General de la ONU tuvo una reunión especial, la cual llamó a los Estados Miembros actuar para evitar que el antisemitismo se propague.
Estas llamadas se añaden al entendimiento del rol clave que tiene la educación en todos niveles para su combate –gubernamental, mediático, así como estudiantil y de la sociedad civil- ya que el odio se puede combatir solamente con el conocimiento. Únicamente a través del fomento y desarrollo de la conciencia de la necesidad de actuar frente al antisemitismo como fenómeno histórico recurrente, se puede enfrentar y evitar la discriminación que tiene sus resortes en la etnicidad, la religión o en cualquier otra identidad o pertenencia colectiva.