"
Quiero
darles la más cálida bienvenida, a esta, mi primera celebración en México, del
SEXAGESIMO OCTAVO aniversario de la independencia de Israel.
Hace
apenas 68 años, nació el Estado de Israel y se sumó a la familia de las
naciones.
Contra
viento y marea se hizo realidad el sueño milenario y se construyó un estado Judío
democrático y dinámico en la Tierra prometida de nuestros ancestros.
Los
israelíes, al igual que los mexicanos, somos extremadamente autocríticos de nuestro país y sus problemas. No pocas veces llegamos al extremo de sólo ver
el medio vaso vacío!! Pero en un día festivo como este, deberíamos ver el vaso
medio lleno.
David
Ben Gurion decía que para ser realista en Israel, uno debe creer en milagros. Y
nuestras primeras ocho décadas constituyen una saga de milagros y de
voluntades, de compromisos y entregas, de desafíos y logros.
De hecho, Israel ha tenido que hacer más con menos, optimizar su bien más
preciado, desarrollar su único recurso, el recurso humano.
Israel
hoy en día tiene una población 10 veces más grande que en su inicio pero
cuenta con una drástica disminución de lluvia, que se ha
reducido a menos de la mitad. Sin embargo no tenemos problemas de agua, e
inclusive, podemos exportarla a nuestros vecinos.
Este milagro no es el único. Los logros de
nuestro joven Estado en tan poco tiempo son a veces realmente extraordinarios.
La
creatividad e innovación israelíes han producido inventos y desarrollado
tecnologías que abarcan una impresionante gama, desde teléfonos celulares y
aplicaciones móviles, hasta hallazgos y prácticas de vanguardia en la medicina, la agricultura, el
agua y las tecnologías verdes. Todos estos desarrollos tienen un impacto
benéfico sobre el día a día de cientos de millones de personas en el mundo
entero!!
Incluso
en el campo político, ese ámbito tan complejo, el Estado de Israel cuenta con logros
notables. Hemos llegado a un acuerdo de paz con dos de nuestros vecinos con Egipto,
y con Jordania.
Hoy, más que en cualquier otro momento, mantenemos una comunicación, aunque
discreta, con muchos países árabes y musulmanes.
Y
con nuestros vecinos palestinos, si bien nos queda mucho por hacer, hemos
iniciado un proceso de arreglos y de cooperación que comenzó con los Acuerdos
de Oslo hace 23 anos. Este proceso debería continuar solo a través de
negociaciones directas y guiarnos hacia un acuerdo basado en el principio de
dos estados para dos pueblos.
Un gran proyecto de cooperación también está materializándose en la región- el
proyecto de conectar al Mar Rojo con el Mar Muerto, mejor conocido como el plan
RED-DEAD entre Israel, Jordania, los palestinos y la comunidad internacional.
En
sus pocos años de vida, Israel ha
absorbido a millones de refugiados e inmigrantes de más de 70 países y ha
logrado canalizar esta variedad y fuerza en un modelo de robusto crecimiento
económico y social. La sociedad israelí con todos sus retos y problemas, es un
mosaico de diversidad, pujante y pluralista, que defiende, a toda costa, los principios
y valores a los cuales todos nosotros subscribimos.
La
única democracia en el Medio Oriente demuestra que tiene sólidos fundamentos normativos,
donde conceptos como libertad, igualdad y justicia no son solamente lindas
palabras o recursos retóricos. Un Estado
de Derecho que permite a palestinos acudir a la Corte Suprema de Justicia y a
rivales nacionales, que luchan a veces contra el estado judío, tener representación
en el parlamento.
Ciertamente,
ningún otro país, desea la paz más que nosotros. La paz sigue siendo nuestro
anhelo y el objetivo principal de nuestra política de estado. Con ella podremos
asumir con mayor tranquilidad existencial este camino de desafíos en los que
las voluntades y los milagros se entrecruzan.
No hay duda de que la situación en Israel es minuciosamente vigilada por muchos
en el mundo. En relación a su tamaño, similar al del Estado de Hidalgo, y una
población menor al del DF, Israel genera una exagerada ola de emociones en el mundo.
Esas emociones pueden explicarse en parte por la centralidad de la Biblia, por los acontecimientos históricos de la Tierra de
Israel, y por su ubicación geo-estratégica, y en el rumbo dinámico del destino
del pueblo judío en el siglo XX.
Al
fin y al cabo, los judíos decidieron dejar de ser víctimas y tomar las riendas
de su futuro y establecer su propio Estado.
El
pueblo judío y el Estado de Israel han contado con el firme apoyo de muchos
países y de muchos amigos, entre ellos el de México y su gran pueblo.
En
los primeros años del naciente Estado de Israel, México ayudo a Israel en su
defensa y en su desarrollo económico con armamento y con abastecimiento de
petróleo.
Israel
y México: dos naciones con un gran acervo histórico y cultural, aunque una
posee un vasto territorio y población, mientras que la otra es pequeña en ambos
aspectos; pero las dos poseen un gran
espíritu y fervor, comparten valores e intereses comunes y han forjado fuertes lazos políticos, económicos
y culturales.
Hoy
después de 63 años de relaciones diplomáticas, que han incluido 5 visitas
presidenciales entre ambos países, membresía conjunta en la OCDE y una larga
lista de acuerdos bilaterales, México e Israel han consolidado una verdadera
alianza y amistad. México se ha convertido en nuestro segundo socio económico
más importante en América Latina después de Brasil y con la posibilidad de
sobrepasarla con un creciente
intercambio comercial y en una cooperación científica y tecnológica cada
vez mayor.
Nuestros
dos países gozan de un TLC y de
importantes acuerdos económicos, entre ellos se destaca el acuerdo de
cooperación en I y D industrial cuyo objetivo es germinar ideas y colaboración
entre empresas y start ups de ambos países.
La
inversión mutua ha crecido también en la última década, alcanzando grandes
emprendimientos israelíes en México en los campos de farmacéutica, tecnologías
de agua, agro-tecnología y seguridad pública. Por otro lado México ha invertido
mucho en Israel en los campos de minería y cemento y esperamos seguir
impulsando esta trayectoria positiva.
Siendo dos economías complementarias nuestras perspectivas se encuentran en la
combinación entre la tecnología israelí y el talento y poder manufacturero de
México.
Por
eso es importante aumentar el intercambio académico y científico y aprovechar más
de los convenios entre las universidades y centros de investigación de ambos
países, y avalados por la importante tarea de las asociaciones de amigos de las
principales universidades israelíes,
aquí en México.
En el marco de la cooperación técnica que se ha brindado a México a lo largo de
los años, tenemos hoy miles de ex becarios que han sido capacitados en Israel y
que se agrupan en una importante asociación de amistad llamada Club Shalom.
El
año que viene esperamos poder coronar esta excelente relación con la visita del
Presidente EPN a Israel así también como con la realización de más visitas de
Ministros, Gobernadores, alcaldes y legisladores de ambos países.
Las
múltiples similitudes entre nuestros dos
pueblos, que se reflejan por ejemplo en una mentalidad y espíritu parecidos, en
la calidez y la alegría y hasta en las preferencias de la comida como son los
nopales de ustedes y las sabras o tunas de nosotros o del chile por un lado y
del picante sjug y jarif, por el otro, enriquecen nuestro nexo cultural y
social.
Y
no se puede continuar este recorrido de encuentros y sinergias sin mencionar y
destacar el gran rol de la comunidad judía de México. Esta comunidad no solo forma una parte vital
de la sociedad mexicana, sino también sirve como un importante puente entre
Israel y México y brinda un gran apoyo y solidaridad con Israel. Los líderes e
integrantes de la comunidad judía se han mantenido firmemente a nuestro lado
para fortalecer nuestros ideales comunes y acompañarnos en momentos difíciles.
Esta
es la razón que el día de la independencia del Estado de Israel no es sólo un
día de celebración para los israelíes, sino más bien un día especial para
personas y comunidades en México y en todo el mundo. Esto resuena especialmente
ahora, en un año en el que vemos un aumento de incidentes antisemitas en el
mundo, y que la amenaza del terrorismo global cruza fronteras y continentes.
Somos conscientes de la enorme importancia de la existencia del Estado de
Israel, y de la gran responsabilidad que ello nos conlleva y convoca.
Me
siento muy honrado y afortunado de ser el embajador de Israel ante este gran
país que es México y de poder compartir aquí con ustedes este acontecimiento.
Hoy
es un día de celebrar con orgullo y satisfacción, sabiendo que nuestra esperanza
y fe nos guiaran a superar los retos y desafíos y de empoderarnos a divulgar un
mensaje de paz, entendimiento y respeto entre nosotros y con todos nuestros
vecinos.
Seguiremos
creyendo milagros y realizando milagros y continuaremos fortalecer los lazos de
amistad y cooperación entre Israel y México.
Muchas
gracias
Los
invito a levantar sus copas y brindar por la salud bienestar y prosperidad de
México y de Israel. LEHAIM