Los judíos etiopes

Los judíos etíopes

  •   una comunidad singular dentro del mosaico israelí
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    publicado el 9 de agosto del 2012
    Como es bien sabido, la sociedad israelí está conformada por inmigrantes judíos provenientes de todo el mundo. En los 64 años del establecimiento del Estado han inmigrado a Israel alrededor de 3 millones de personas. La población israelí hoy es de 7.88 millones de habitantes, de los cuales  5.9 millones son judíos. Aunque el 70% de esta población nació en Israel, la gran mayoría son hijos o nietos de inmigrantes.
    Entre todas las comunidades migratorias, una de las más singulares es la de los judíos etíopes. Este grupo, que arribó a Israel desde la década de los ochenta, se distingue por la manera tan particular en la que salieron de su país de origen, así como por su llegada a Israel. Durante la "Operación Moshe", entre noviembre de 1984 y enero de 1985, llegaron en circunstancias especiales a Israel alrededor de 8 mil miembros de dicha comunidad. Ellos sobrevivieron al sendero desde Etiopia hasta Sudán, muy largo y peligroso por la guerra civil  que acechaba a Etiopia  y los peligros que predominaban en la ruta del desierto sudanés.
    Después de algunos años en los que muy pocos pudieron escapar del régimen etíope, en noviembre de 1990 Etiopía e Israel llegaron a un acuerdo que permitiría la reunión de familias. En este marco, y tomando en cuenta la propagación de la guerra civil,  aterrizaron en el puente aéreo conocido como la “Operación Salomon”, durante  un fin de semana de mayo de 1991, alrededor de 14,500 judíos etíopes. Desde 1991 hasta hoy, la gran mayoría de esta comunidad ha llegado a Israel logrando reencontrarse  con sus familias. En total , hablamos de alrededor de 70 mil judíos nacidos en Etiopia que, con sus hijos ya nacidos en Israel, forman una comunidad de 130 mil personas.
    Los retos que han enfrentado los judíos etíopes que llegaron a Israel fueron enormes ya que aparte de haber estado separados de sus familias y que la estructura social a la cual pertenecían se vio fragmentada, la mayoría de los inmigrantes llegaron de aldeas sin agua corriente y energía eléctrica, y una buena parte de ellos eran analfabetos. En perspectiva, a pesar de todas estas dificultades,  han logrado integrarse a la sociedad israelí. Actualmente hay judíos etíopes activos en varias esferas de la vida política, económica y social, habiendo logrado algunos de ellos convertirse en modelos a seguir.
    Tal es el caso, por ejemplo, de la señora Belaynesh Zevadia, la primera persona de su comunidad que es diplomática de carrera y quien hace algunas semanas comenzó su cargo como Embajadora de Israel en Etiopía. Antes de partir a su nueva misión expresó su emoción de representar a Israel en su país natal del cual salió siendo una adolescente.
    Otra destacada mujer es Pnina Gaday Agenyahu, quien a los tres años de edad caminó con su madre y su hermana por el peligroso sendero hasta el Sudan hasta llegar a  Israel. Sobreponiéndose a los típicos problemas de integración que enfrentó, se destacó en sus estudios y en sus cualidades de liderazgo. Hoy, a sus treinta años, es la primera persona de origen etíope que es miembro del Consejo de Educación Superior de Israel, así como la directora del club estudiantil en la Universidad de Tel Aviv y voluntaria en temas de educación en su comunidad.
    A pesar de las evidentes dificultades que enfrentan los judíos etíopes, estos ejemplos, así como otras historias de éxito, aportan optimismo al reto de cerrar las grandes brechas civilizatorias en la absorción de esta comunidad.
     
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