Discurso del Primer Ministro Benjamin Netanyahu en la Ceremonia de Bienvenida para el Papa Francisco
Su Santidad Papa Francisco,
Bienvenido a nuestra tierra, la Tierra de Israel, la Tierra Santa. Trae con usted el espíritu de reconciliación, fe y paz de millones de cristianos en todo el mundo, y también de muchos que no son cristianos pero que están incluidos en el espíritu de amor por la humanidad que usted encarna. Su visita es un capítulo importante en la historia de las relaciones entre cristianos y judíos, un lazo que ha durado dos mil años.
Estas relaciones están ancladas en la Biblia, la cual es el cimiento moral, histórico y religioso en el cual descansa el judaísmo, y del cual creció el cristianismo. La Biblia articula la relación del hombre con su semejante, la relación del hombre con Dios, y articula la plegaria de nuestro pueblo por la redención de su tierra y la plegaria del hombre para el día en que "No alzará espada nación contra nación, ni se adiestrarán más para la guerra".
Es en este contexto del sufrimiento del pasado que doy la bienvenida a las buenas relaciones entre la Santa Sede y el pueblo judío y el estado judío que han sido construidos durante nuestra generación. Admiramos y apreciamos su decisión de poner una corona de flores en la tumba de Benjamin Zeev Herzl, el fundador del movimiento sionista. Sabemos que cuando encienda la llama enterna en Yad Vashem en memoria de la tercera parte de nuestro pueblo que fueron asesinados en el Holocausto, será otra expresión de su creencia de que el antisemitismo es un crimen contra Dios y contra la humanidad, como lo fue el horrendo crimen antisemita perpetrado ayer en suelo europeo.
Su Santidad, a pesar de toda la provocación y disturbios y pogromos contra nuestro pueblo, reganamos nuestra independencia en nuestra patria ancestral, para ser un pueblo libre en nuestra tierra, la tierra de Sión y Jerusalén. Su visita aquí es una oportunidad para mostrarle el verdadero Israel – un país democrático, avanzado y próspero.
Su Santidad, en el corazón del Medio Oriente, el turbulento y violento Medio Oriente, donde los cristianos con frecuencia son perseguidos, Israel es una isla de tolerancia. Salvaguardamos los derechos de todas las confesiones. Garantizamos libertad de culto para todos, y estamos comprometidos a mantener el status quo en los Santos Lugares de cristianos, musulmanes y judíos.
Su Santidad Papa Francisco, de aquí está partiendo a Jerusalén, nuestra capital eterna, el corazón de nuestra fe. En Jerusalén y en todo nuestro país, la visión de los profetas del renacimiento de nuestro pueblo se está cumpliendo. Este renacimiento es uno de los más grandes símbolos de la humanidad. No es solamente la historia del pueblo judío, sino también el triunfo del espíritu humano, el cual no se rinde a los horrores de la historia y tiene éxito, a pesar de todos los obstáculos, en elevarse a las alturas del progreso, creatividad y esperanza para la paz.
Su Santidad Papa Francisco, bienvenido a Israel. Sea usted bienvenido al Estado de Israel.